Al intentar entrar en terreno complejo, sea relatar historias profundamente personales y traumáticas o plasmar contenido tremendamente explícito, es inevitable y hasta pertinente entrar en dilemas éticos. Es fácil pensar antes en el impacto dramático que en la humanidad de aquellos que son enfocados, y es algo que concierte tanto al cine como al periodismo y otras áreas.
Es fascinante cuando una misma película es capaz de tener esas dudas personales sobre lo pertinente de lo que se está haciendo, cuestionando en compañía del espectador mientras no se pierde del foco la historia. 'Las cuatros hijas' ('Les Filles d'Olfa') es una de las pocas nominadas al Oscar que es capaz de tener esa discusión y salir bien parada.
Cara cara con el pasado
Esta película tunecina de Kaouther Ben Hania ha ido recibiendo aclamación a lo largo del último año, empezando por su paso por el Festival de Cannes 2023 en la sección oficial y terminando con nominaciones en premios como los Oscars en la categoría documental. Y hasta triunfo, como sucedió en los Cesar franceses en la correspondiente categoría. Ahora la película se puede ver en salas de cine españolas.
Ben Hania busca contar la historia de Olfa, una mujer tunecina madre de cuatro hijas que ha vivido experiencias de lo más desgarradoras. Casada a la fuerza con un hombre que ni la deseaba ni quería formar una familia, trabajando fuera para poder mantener a sus hijas y tratando de inculcarles a la fuerza los valores que le han ido enseñando, su historia llega a un momento traumático con la desaparición de dos de sus hijas.
Cómo desaparecen esas hijas es algo que el documental revela de manera cuidadosa, además de poco convencional. Los primeros compases nos muestran como Olfa y sus otras dos hijas participan en un ejercicio de ficción de su propia historia, con las propias hijas interpretándose a sí mismas junto a tres actrices profesionales, dos para encarnar a las dos chicas ausentes y la otra para sustituir a la madre en los momentos más duros de la historia.
'Las cuatro hijas', contenido y forma
Cualquier otro documental habría optado por dejar que las propias mujeres cuenten su historia mirando a cámara de manera tradicional, porque los hechos relatados son de enorme intensidad. Un relato cargado de trauma generacional, de violencia, de maltrato, de represión y finalmente de distanciamientos familiares, que terminan conectando con una creciente radicalización religiosa de la que se aprovechan organizaciones terroristas.
A través de su muestra del proceso de recreación en compañía de la comunicación de los hechos, Ben Hania confronta a Olfa con su pasado y sus acciones, al mismo tiempo que se va planteando cuántas líneas se están pisando en orden de relatar determinadas injusticias. ‘Las cuatro hijas’ termina siendo demoledora por el contenido, pero las formas la hacen trascender y ser interesante, si bien no exenta de posible discusión o polémica. Es, sin duda, la experiencia más arriesgada de todas las nominadas en la categoría de documental.
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