Shonda Rhimes: cómo la creadora de 'La reina Carlota: una historia de Los Bridgerton' se ha convertido en la showrunner más poderosa de Hollywood

Shonda Rhimes: cómo la creadora de 'La reina Carlota: una historia de Los Bridgerton' se ha convertido en la showrunner más poderosa de Hollywood

Nada mal para la guionista de la película de Britney Spears y 'Princesa por sorpresa 2'

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Reina Carlota Shonda Rhimes

«Las mujeres no son una tendencia de TV, somos la mitad del planeta.» Así de tajante se mostraba en la antigua Twitter una de las mujeres más importantes de toda Hollywood actual: Shonda Rhimes. Con un enorme imperio y sello (Shondaland), la guionista y productora detrás de series tan variadas como 'Anatomía de Grey' y 'Los Bridgerton', expresaba en pocas palabras lo que ella lleva todo lo que llevamos de siglo demostrando.

Y es que hablar de esta mujer originaria de Chicago, Estados Unidos, no solo es hablar de una de las showrunners más poderosas e influyentes de la Hollywood actual, sino también como una figura "revolucionaria" de la televisión moderna... y, más en concreto de la encorsetada televisión generalista.

Lo fue simplemente por el mero hecho de apostar no solo por repartos diversos sino también por poner en el centro a grandes mujeres protagonistas. Esto, que hoy en día es hasta común (sobre todo en el último decenio), cuando se estrenó 'Anatomía de Grey' era algo raro. No único, pero muy infrecuente.

Anatomía de Britney Spears

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Durante décadas, la industria y las grandes cadenas han buscado series que llamen a la audiencia masiva... pero no solo tenía que ser una gran cantidad de público, si no también, con suficiente poder adquisitivo. No en vano esto es un negocio. De esta manera, el público para el que se modelaba la gran mayoría del prime time era la gente de 18 a 49 años (lo conocido en audiencias como "demo") pero con un énfasis especial en un grupo algo más concreto: hombres de 18 a 34 años.

Evidentemente, siempre han existido grandísimos personajes femeninos de cierto peso e importancia (mismamente 'Murphy Brown' en los 90), pero en muchas ocasiones la mayoría se tenían que ceñir a una línea de la que no podían salirse demasiado: en cuanto a físico, raza, edad... y no digamos complejidad con tal de no incomodar demasiado.

Afortunadamente, con el cambio de siglo empezaron a cambiar las tornas gracias a una crisis en la televisión en abierto, que empezaba a ver cómo en los primeros años del siglo XXI, el cable (HBO, Showtime, FX, etc.) les estaba comiendo terreno en lo que proponían una oferta diferente y algo atrevida para los estándares anquilosados.

Y en este contexto de industria televisiva necesitada de expandir su audiencia surgieron guionistas como Shonda Rhimes. La guionista había hecho alguna cosita suelta trabajando en cine, escribiendo 'Crossroads: hasta el final', la película de Britney Spears o 'Princesa por sorpresa 2'. Sin embargo su gran oportunidad le vino gracias a ABC.

Creando la serie que quería ver

Anatomia Grey T1

A la hora de crear 'Anatomía de Grey', Shonda Rhimes tenía claras dos cosas: iba a ser una serie que ella querría ver y, por otro lado, la idea de tener una serie sobre mujeres que competían entre ellas le resultaba fascinante. Pero tampoco lo tenía todo consigo, la primera serie que escribió para la cadena, que seguía a unas chicas corresponsales de guerra, fue rechazado.

Obsesionada como estaba por los documentales de cirugías, Shonda se puso a crear un mundo de médicos para un nuevo piloto que le pidió ABC. Y aquí decidió infundir algo que le llamaba la atención de los documentales que veía: cómo los cirujanos hablaban de sus vidas privadas mientras operaban. Con esto en mente, empezó a crear el que es el drama médico líder de la actualidad.

El éxito fue inmediato. Si bien nació como reemplazo veraniego, pronto 'Anatomía de Grey' se convirtió en la nueva 'Friends', es decir, la serie que todo el mundo veía y cuya clave radicaba en que, más allá de las situaciones médicas y romances, los personajes y diálogos parecían reales. O, al menos, esa fue la intención de la creadora que, para ello, decidió hacer algo inaudito para aquel entonces: hacer un casting "daltónico".

Un método de elección de reparto "ciego al color" que se convirtió en marca de la casa de Shondaland, la productora que creó Shonda Rhimes para sus series: fuera descripciones físicas de personajes e incluso apellidos en sus fichas. Da igual que seas blanco, negro o asiático, si eres adecuado para el papel es tuyo. Esto hizo que el reparto de la serie fuese inusualmente diverso para lo acostumbrado en la época.

El bombazo que fue 'Anatomía de Grey' puso a Shonda en una muy buena posición. Tanto es así que tan solo dos años después ABC aprobaría 'Sin cita previa' (Private Practices), spin-off protagonizado por Kate Walsh. El dominio de la creadora en la televisión no había hecho más que empezar.

Es un escándalo

Scandal T1

La siguiente gran serie de su creación fue 'Scandal', serie muy pero que muy pobremente inspirada en una asesora de crisis de Washington real, Judy Smith. La Olivia Pope de Kerry Washington se convirtió en todo un huracán en la que ciertas restricciones que había en 'Anatomía de Grey' para no convertirse en un culebrón 100% ya no existían.

La maquinaria de Shondaland iba viento en popa y poco a poco delegaría los guiones para centrarse en la producción en una industria cada vez más hambrienta de contenido ('Cómo defender a un asesino' ya no sería creación suya). Durante años se convirtió en la reina de los jueves por la noche, cuando se emitían las tres series que tenía en antena. 70 horas de televisión al año.

Si bien no todo fueron éxitos de la compañía ('Still Star Crossed', por ejemplo) se calcula que durante todos estos años Shondaland generó dos mil millones de dólares a ABC/Disney, según Forbes. Por eso fue sorprendente cuando en 2017 se anunció que dejaba Disney (bueno, excepto por las series en emisión) para fichar por Netflix.

Los 400 kilos de Netflix

Un trato de 100 millones de dólares al año, que fue renovado en 2021 con un sustancioso aumento (150 millones al año) y al que Rhimes accedió advirtiendo a la compañía de Sarandos que no estaba interesada en hacer una nueva 'Anatomía de Grey' y tenía un gran requisito: «Quiero estar en un lugar donde pueda hacer cosas y nadie me moleste o me haga sentir observada», pidió la productora a Sarandos.

De esta manera, se abría un nuevo capítulo en la historia de Shondaland y, mientas 'Anatomía de Grey' y su spin-off 'Estación 19' seguían dominando las audiencias de ABC, en Netflix se pusieron en busca del nuevo megaéxito de la compañía. Lo encontraron a finales de 2020, cuando 'Los Bridgerton' (creada por Chris Van Dusen) se convirtió en todo un fenómeno que arrasó en la plataforma, superando ampliamente a la temporada 3 de 'Stranger Things'.

A esto lo siguió '¿Quién es Anna?', esta vez sí que creada por Shonda Rhimes, que se convirtió también en una de las series de lengua inglesa más vistas de la historia de Netflix y la recién estrenada 'La reina Carlota: una historia de los Bridgerton', también escrita por la productora, y que también se mantuvo durante semanas entre lo más visto de la plataforma.

Esto no ha hecho sino consolidar la posición de Shonda Rhimes como una de las grandes superproductoras de Hollywood y uno de los rostros más reconocidos (y pura marca) de la televisión actual. Y el fututo está por ver... aparte de nuevas temporadas de 'Los Bridgerton', Shondaland está preparando 'The Residence', serie de misterio ambientada en la Casa Blanca y creada por Paul William Davies ('Scandal').

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