La entrada de James Gunn como nuevo responsable del devenir del futuro de DC viene con la promesa de remodelación para tener un plan más organizado y consistente. Por otro lado, siendo Gunn una figura más creativa que ejecutiva, cabe la esperanza de que, a pesar del plan, se atreva a mantener el que ha sido uno de los aspectos más interesantes del destartalado Universo DC: la libertad de acción para los que realizan las películas.
Aunque en juegue en contra de una consistencia tonal como la que ha conseguido Marvel, realmente había algo refrescante en que cualquier película de DC pudiera salir de cualquier manera. Cualitativa y estilísticamente. Una oportunidad hasta para voces jóvenes de poder probar cosas incluso dentro del constreñido molde del blockbuster de acción. Gracias a eso se encuentran refrescantes hasta propuestas como la de 'Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn)'.
Volar libre como un pájaro
Recién incorporada al catálogo de Netflix, la película hace uno de los mejores usos de Margot Robbie como una Harley Quinn renovada y carismática que ha cambiado completamente la percepción pública sobre el personaje. Una cinta de acción que busca presentar y aprovechar un nuevo superequipo femenino (lo cuál ya le ponía en contra a los sectores de público esperables), aunque realmente sea menos coral de lo que aparenta.
Introduciendo a personajes como Canario Negro o Cazadora y aprovechando algunos secundarios del universo de Batman como Máscara Negra o Victor Zsasz, la película de la relativamente joven Cathy Yan hace un espectáculo de acción y de submundos criminales que, si bien esperable o predecible, funciona fabulosamente por el énfasis que hace en determinados aspectos. Como la acción, rodada con cierta claridad y bastante contundencia física al no necesitar demasiado realce sobrenatural.
Personajes menores que ayudan a darle una escala a pie de calle que resulta siempre más agradecida que cuando se opta por espectáculos más pomposos y recargados que luego no llegan a ninguna parte, como 'Black Adam'. La película aprovecha también una calificación R para adultos para soltarse un poco y hacer un buen uso de la violencia en las peleas, que luego contrasta con un uso explosivo de colores.
'Aves de presa': violenta y chiflada
Decía antes que la película resulta menos coral de lo que aparenta, y es porque toda la película está marcada por la perspectiva del personaje de Robbie. No sólo por la narración, sino también por un carrusel de tonos que se aprecia, mismamente, en la acción o en el sentido del humor. Esos saltos entre la lucha bestia, los chistes absurdos o incluso segmentos de dibujos animados se acerca bastante a experimentar el mundo a través de los personajes de Harley Quinn, tan extrema como chiflada.
Son pequeños detalles, al igual que el pasarse un recogedor de pelo en medio de una pelea, donde se nota que hay alguien ofreciendo una perspectiva distinta al género. Aunque siga los patrones del esquema de esta clase de blockbusters, la factura es divertida y simpática, no cargante incluso con sus saltos y sus colores intensos. Justo la clase de propuestas que nunca vienen mal y que no deberían sobrar en el futuro que Gunn planee. Los 'Joker' están bien, pero tampoco hay que abusar de tanta autoimportancia.
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