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No sólo no nos quedamos sin docurealities que comentar cada jueves, es que la lista no para de engrosar con nuevos estrenos: parece que han dado con la piedra filosofal del formato televisivo. Y si la fórmula docureality ya engancha per se, más aún cuando hay comida de por medio. Es lo que me pasa precisamente con el espacio de hoy: me quedo embobada mirando la pantalla, salivando mientras el cocinero va añadiendo ingredientes hasta convertirlos, por ejemplo, en la hamburguesa más inconmensurable de América. O en una delicatessen digna del mejor restaurante de nouvelle cousine. Como si fuera uno de los perros de Paulov, empiezo a segregar jugos gástricos sólo escuchando la cabecera de 'Comidas sobre ruedas'.
'Comidas sobre ruedas', ¿de qué va?
En 'Comidas sobre ruedas' el cómico James Cunningham recorre EEUU para descubrir el sabor de América a través de los restaurantes más innovadores. La particularidad: los locales no tienen ubicación fija, son rodantes, ya sean furgonetas, carritos o incluso triciclos en los que se preparan comidas para llevar. Pero no cualquier comida; huyendo del tópico del hot dog, una nueva tendencia gastronómica y social se está haciendo fuerte tanto al otro lado del charco como, poco a poco, en Europa: se pueden saborear platos muy elaborados en plena calle, en los conocidos como "Food Trucks". A veces el concepto elaborado pasa por añadir ingentes capas de ingredientes, a cual más hipercalórico. Otras, te pueden sorprender con exquisiteces como Pez espada al grill con sémola y vinagreta de albahaca.
Cunningham da buena cuenta de todos estos platos (además de darnos mucha envidia) y nos ofrece su testimonio y el de los clientes mientras los degustan in situ. De paso conocemos a los cocineros, la historia sobre el origen de sus particulares restaurantes y sus especialidades, que preparan para nosotros a lo Arguiñano. Por si además nos da por intentar hacerlo en casa.
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La moda de los "Food Trucks" nace como una ingeniosa respuesta a la crisis económica. Debido a que muchos norteamericanos no podían pagarse el lujo de un restaurante cada día, a los restauradores se les ocurrió llevar sus fogones en la calle y ofrecer lo mismo, pero más barato. Y ya es todo un fenómeno apoyado por las redes sociales, que sirven de tablón de anuncios para informar de las próximas localizaciones de los restaurantes. La tendencia empieza a exportarse: a Perú, con las "Foodgonetas"; a París, con el "Street Food en Mouvement"; A Reino Unido con la cooperativa "Food Hawkers"; y a España con la "Hambroneta", que recorre Bilbao desde hace unos meses.
¿Por qué nos atrapa?
¿Por qué han triunfado 'Pesadilla en la cocina' o 'Masterchef'? Porque nos encantan los programas de cocina. Y nos encantan los realities (aunque muchos echen pestes de ellos). Es lo mismo que ocurre con 'Cena Imposible', del que ya os habló mi compañera Noelius. Como aquel, a mi me atrapa 'Comidas sobre ruedas' porque se diría que casi alimenta, porque parece como si pudieras oler la comida a través de la pantalla (¿cuándo inventarán esa tecnología?). ¿Cómo no va a atrapar nuestra atención ver cómo se prepara un Cordon Bleu estilo callejero o ver cómo convierten un donut en pan para una cheeseburger?
El espacio de Cunningham ofrece, frente a 'Cena Imposible', el valor añadido de conocer (y aprender de) las historias de estos emprendedores que, lejos de amilanarse con la crisis, le echaron imaginación y encontraron una salida más que válida. No hay un chef estrella que se lleve todo el protagonismo, hay muchos y muy buenos profesionales de la restauración ofreciendo su arte en plena calle. Tampoco tienen desperdicio las opiniones de los clientes a los que el programa va entrevistando. Todos aseguran que es lo mejor que han comido en su vida con un con un gran "Mmmmmmmmmmm, ¡oh my God!" y la salsa cayéndoles por la comisura de la boca. Por si necesitábamos que nos acabaran de convencer. Por cierto, en un futuro e hipotético viaje a USA, podéis usar la App del programa para localizar las mejores furgonetas-restaurante.
¿Versión española?
Lo veo. El formato está más que implantado, no sería más que un 'Callejeros': comidas sobre ruedas. Claro que deberían esperar a que la moda esté realmente implantada. Exceptuando el caso de la Hambroneta, lo único que puede comerse sobre ruedas en España son churros, patatas fritas y buñuelos de calabaza falleros. Y sólo en ciertas épocas del año o en fiestas municipales.
El verdadero reto sería más más bien que los "Food Trucks" salvaran todo el embrollo burocrático y consiguieran permisos similares en nuestro país. De hecho, Leire Pérez, emprendedora y responsable de la "Hambroneta", ha tenido que luchar hasta llegar a cambiar la legislación municipal que regula este tipo de licencias en el Ayuntamiento de Basauri. Esperemos que este negocio sea un precedente y poco a poco se implante la alta cocina callejera en España.
Ficha Técnica: 'Comidas sobre ruedas'
No sólo no nos quedamos sin docurealities que comentar cada jueves, es que la lista no para de engrosar con nuevos estrenos: parece que han dado con la piedra filosofal del formato televisivo. Y si la fórmula docureality ya engancha per se, más aún cuando hay comida de por medio. Es lo que me pasa precisamente con el espacio de hoy: me quedo embobada mirando la pantalla, salivando mientras el cocinero va añadiendo ingredientes hasta convertirlos, por ejemplo, en la hamburguesa más inconmensurable de América. O en una delicatessen digna del mejor restaurante de nouvelle cousine. Como si fuera uno de los perros de Paulov, empiezo a segregar jugos gástricos sólo escuchando la cabecera de 'Comidas sobre ruedas'.
'Comidas sobre ruedas', ¿de qué va?
En 'Comidas sobre ruedas' el cómico James Cunningham recorre EEUU para descubrir el sabor de América a través de los restaurantes más innovadores. La particularidad: los locales no tienen ubicación fija, son rodantes, ya sean furgonetas, carritos o incluso triciclos en los que se preparan comidas para llevar. Pero no cualquier comida; huyendo del tópico del hot dog, una nueva tendencia gastronómica y social se está haciendo fuerte tanto al otro lado del charco como, poco a poco, en Europa: se pueden saborear platos muy elaborados en plena calle, en los conocidos como "Food Trucks". A veces el concepto elaborado pasa por añadir ingentes capas de ingredientes, a cual más hipercalórico. Otras, te pueden sorprender con exquisiteces como Pez espada al grill con sémola y vinagreta de albahaca.
Cunningham da buena cuenta de todos estos platos (además de darnos mucha envidia) y nos ofrece su testimonio y el de los clientes mientras los degustan in situ. De paso conocemos a los cocineros, la historia sobre el origen de sus particulares restaurantes y sus especialidades, que preparan para nosotros a lo Arguiñano. Por si además nos da por intentar hacerlo en casa.
La moda de los "Food Trucks" nace como una ingeniosa respuesta a la crisis económica. Debido a que muchos norteamericanos no podían pagarse el lujo de un restaurante cada día, a los restauradores se les ocurrió llevar sus fogones en la calle y ofrecer lo mismo, pero más barato. Y ya es todo un fenómeno apoyado por las redes sociales, que sirven de tablón de anuncios para informar de las próximas localizaciones de los restaurantes. La tendencia empieza a exportarse: a Perú, con las "Foodgonetas"; a París, con el "Street Food en Mouvement"; A Reino Unido con la cooperativa "Food Hawkers"; y a España con la "Hambroneta", que recorre Bilbao desde hace unos meses.
¿Por qué nos atrapa?
¿Por qué han triunfado 'Pesadilla en la cocina' o 'Masterchef'? Porque nos encantan los programas de cocina. Y nos encantan los realities (aunque muchos echen pestes de ellos). Es lo mismo que ocurre con 'Cena Imposible', del que ya os habló mi compañera Noelius. Como aquel, a mi me atrapa 'Comidas sobre ruedas' porque se diría que casi alimenta, porque parece como si pudieras oler la comida a través de la pantalla (¿cuándo inventarán esa tecnología?). ¿Cómo no va a atrapar nuestra atención ver cómo se prepara un Cordon Bleu estilo callejero o ver cómo convierten un donut en pan para una cheeseburger?
El espacio de Cunningham ofrece, frente a 'Cena Imposible', el valor añadido de conocer (y aprender de) las historias de estos emprendedores que, lejos de amilanarse con la crisis, le echaron imaginación y encontraron una salida más que válida. No hay un chef estrella que se lleve todo el protagonismo, hay muchos y muy buenos profesionales de la restauración ofreciendo su arte en plena calle. Tampoco tienen desperdicio las opiniones de los clientes a los que el programa va entrevistando. Todos aseguran que es lo mejor que han comido en su vida con un con un gran "Mmmmmmmmmmm, ¡oh my God!" y la salsa cayéndoles por la comisura de la boca. Por si necesitábamos que nos acabaran de convencer. Por cierto, en un futuro e hipotético viaje a USA, podéis usar la App del programa para localizar las mejores furgonetas-restaurante.
¿Versión española?
Lo veo. El formato está más que implantado, no sería más que un 'Callejeros': comidas sobre ruedas. Claro que deberían esperar a que la moda esté realmente implantada. Exceptuando el caso de la Hambroneta, lo único que puede comerse sobre ruedas en España son churros, patatas fritas y buñuelos de calabaza falleros. Y sólo en ciertas épocas del año o en fiestas municipales.
El verdadero reto sería más más bien que los "Food Trucks" salvaran todo el embrollo burocrático y consiguieran permisos similares en nuestro país. De hecho, Leire Pérez, emprendedora y responsable de la "Hambroneta", ha tenido que luchar hasta llegar a cambiar la legislación municipal que regula este tipo de licencias en el Ayuntamiento de Basauri. Esperemos que este negocio sea un precedente y poco a poco se implante la alta cocina callejera en España.
'Comidas sobre ruedas', ¿de qué va?
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