"Era demasiado transgresora para Hollywood". El garrafal fracaso del remake de un clásico del terror extremo que provocó vómitos y desmayos

Martyrs 2015
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Hacer nueva versión en inglés de una película en otro idioma para los que tienen problemas con los subtítulos es algo que podría considerarse una mala idea, aunque ha habido una gran cantidad de remakes de Hollywood de películas extranjeras que han salido bien, en una tendencia que comenzó en los 60 con éxitos como 'Los 7 magníficos' (1960) y se ha vuelto cada vez más común desde los 2000, con algunos buenos, como 'The Ring' (2002) e 'Infiltrados' (2006), pero el peor de todos ha sido muy olvidado.

La definición de remake innecesario

Una de las películas que no necesitaban nuevas versiones era 'Martyrs' (2008) de Pascal Laugier, una de las películas de terror más potentes y recordadas de la década de 2000, que construía lentamente un final muy notable bajo su esquema de cine torture porn, en el que la historia llevaba el género al extremo, representando la brutalización sistemática de la heroína en todo momento, hasta llevarlo a la categoría de arte. Para bien o para mal, es un clásico entre los muchos ejemplos de "terror extremo francés" que aparecieron en la década de los 2000.

La nueva versión de 'Martyrs' fue puesta en manos de los hermanos Kevin y Michael Goetz y fue coproducida por Wild Bunch, la productora francesa tras la original, y Blumhouse, la productora de Jason Blum que ha estado detrás de un gran número de películas de género en los últimos años. En la nueva, las escenas de tortura se diluyeron hasta el punto de no tener impacto y la revelación final se hacía mucho antes, algo que daba algo de información interesante, pero hacía perder sentido al dilema central de la película: el sentido de los mártires.

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El remake fue un temendo fracaso,  sin apenas recaudación y una valoración pésima en Rotten Tomatoes, por debajo del 10% de críticas positivas, pero es lógico. El director de la original, Pascal Laugier dijo en rueda de prensa del Festival de Sitges de 2018, presentando su película 'Ghostland', que su sensación frente a la nueva película "era como ver cómo violan a mi madre". En su entrevista con Espinof durante el festival nos explicó por qué:

"Jamás pude hacer nada para tomar las riendas. Ni siquiera estuve al corriente de que estaban haciendo ese remake tan horrible. No recibí nada por esa película, no tenía ningún control sobre los derechos de un posible remake".
"Me enteré de su existencia porque me lo comentó un amigo y no pude ver más de veinte minutos. Es horrible. Hollywood no puede hacer un remake de una película así. Es demasiado transgresora. Intentan hacerla limpia, pierde todo el sentido. Creo que nadie verá nunca esa película, estará perdida por ahí. A nadie le importa una mierda el remake de ‘Martyrs’".
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