'First Dates': el soltero partyman recibe a su cita haciéndole el baile del robot. "No sé dónde meterme"

Richard es fan de Marty McFly y a Azahara le da vergüenza llamar al Telepizza

Fd
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Hay quienes vienen a darlo todo en 'First Dates'. Richard hizo honor a su profesión de animador saludando a Azahara con un baile desenfrenado, dejando a la soltera totalmente anonadada.

El alma de la fiesta

Richard tiene 27 años y vive entre Vitoria y Madrid. Trabaja como partyman, es decir, es animador en fiestas y colegios porque "quien 'parti' y 'reparti' se lleva la mejor party". Siguiendo su filosofía de vida, cuida mucho a su niño interior: "No dejamos de jugar cuando nos hacemos mayores, sino que nos hacemos mayores cuando dejamos de jugar". Empezó fuerte pidiéndose un calimocho.

Azahara es de Guadalajara, tiene 24 años y ha estudiado protección de datos. Se considera una persona introvertida y, cuando se pone nerviosa, se ríe mucho. Nada más poner un pie en el restaurante, su cita le recibió arrancándose a hacerle un baile con música electrónica: "No sabía dónde meterme".

Azahara se sintió un poco descolocada al notar la arrolladora energía de Richard, mientras que él quedó encantado de ver que su cita era inteligente: "Aquí hay coco, materia prima".  Ella le dijo que buscaba a alguien extrovertido para que la complementara: "Necesito a alguien que llame al Telepizza por mí".

Le puso a prueba preguntándole por su película favorita de la infancia y él dijo 'Regreso al futuro', aunque se llevó un chasco cuando Azahara reconoció no haber visto ninguna de 'Harry Potter'. Cuando se puso a hablar de libros, ella no le vio demasiado intelectual pero agradeció que Richard se interesara por sus aficiones.

First Dates Decision

Jugando al Rasca del amor, les salió con qué frencuencia les gusta tener sexo: "Mínimo tres veces al día" dijo ella tajante. Richard ya estaba preparando la huida antes de ver que estaba bromeando: "Con las comidas" rió. Él le dijo que se le daba bien hacer masajes y ella se negó porque tenía muchas cosquillas.

Azahara le contó su problema con sus padres, que se negaban a aceptar su bisexualidad: "Dicen que estoy confundida". Tras compartir un postre y besarse "como si no hubiera mañana" en el reservado, los dos quisieron seguir conociéndose en una segunda cita.

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