Pero hombres en el cine, hay para todos los gustos

Pero hombres en el cine, hay para todos los gustos
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Después del acertado post de mi compañero de blog, Carlanga, sobre el aspecto aniñado en general que lucen la mayoría de las actrices (sobretodo estadounidenses), en el que Monica Bellucci destacaba con gran diferencia como la más mujer, y la más bella, me hubiera gustado también poder dar a estas letras un título parecido.

“Quedan pocos hombres de verdad en el cine actual”, aunque pronunciando la frase, inevitablemente la imagen de Javier Bardem, me martillea la cabeza, como buen ejemplo de lo contrario.

Y es que tras meditar sobre el tema (sí, también es sano meditar sobre frivolidades de vez en cuando), tengo que reconocer que aunque hay un gran número de actores aniñados, tipo Orlando Bloom, Leonardo Dicaprio, Topher Grace o Elijah Wood, los superan con creces los maduritos atractivos como John Malkovich (permítanme suspirar aquí), y Dennis Quaid.

Aunque los que realmente abundan son los maduritos, muy maduritos, clásicos platónicos tanto para madres, como hijas y ya casi también para abuelas, es decir, Al Pacino, Robert De Niro, Harvey Keitel, Harrison Ford y Jeremy Irons, ese hombre de atormentado sex appeal, que no he logrado comenzar a apreciar, hasta descubrir mis dos primeras canas. Después están los de belleza objetiva, casi perfecta, un tanto descafeinada, como Brad Pitt o Jude Law, y los simplemente descafeinados como Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Tobey Maguire, o Collin Farrell.

Pero todavía quedan los más interesantes (físicamente hablando) los que se puede decir que están realmente en su punto, como George Clooney, Javier Bardem, Clive Owen, Johnny Depp, Mark Ruffalo, Viggo Mortensen... ¿Hace falta seguir?

Todos acaban teniendo su sitio, niños o viejos, altos y bajitos, incluso actores como Adrien Brody, llegan a considerarse sex symbols, gordos o flacos, calvos, con verrugas, nada tiene importancia, y a pesar de que en algunos son evidentes ciertos retoques de bisturí, la tiranía estética a la que se ven sometida las actrices, después de detenerme a contemplar el panorama, parece que pasa de largo, cuando de actores masculinos se trata.

¿Alguien se imagina una estrella femenina de hollywood, abandonada al deterioro físico de Benicio del Toro, por ejemplo, con las ojeras llegándole a los tobillos?

Eso sería imposible, la imagen que impera es la de jovencitas, delgadas y hermosas, y las actrices (siempre hay excepciones por supuesto) se adaptan a la moda, primero con su belleza natural, y después, cuando pasan los años, con cirugía, botox, cremas, gimnasios, y todo lo que haga falta, para seguir aparentando juventud, para seguir siendo aptas para el trabajo.

No ocurre lo mismo con los hombres, solo con observar a unos y otros en la gala de los Oscars, resulta más que evidente.

Vaya, empecé a escribir sobre esto, pensando en que iba a ser divertido, pero es que llegando al final se me ha quedado un mal cuerpo... demasiado injusto ¿No os parece?

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