La escena más difícil de hacer de la historia del cine. 5 millones de dólares, 1 año de tiempo y 135 cámaras para rodar una sola palabra del guion

La escena más difícil de hacer de la historia del cine. 5 millones de dólares, 1 año de tiempo y 135 cámaras para rodar una sola palabra del guion

Todo para 30 segundos de película que luego no dejaron de compararse con 'Matrix'

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Explosion

Cada cierto tiempo me acuerdo de una película de acción estrenada en 2001 que en realidad fracasó en taquilla y de la que solamente se suele volver a mencionar cuando se emite en televisión. La cinta en cuestión es 'Operación Swordfish' y hay varios detalles por los que merece ser recordada, desde la loquísima escena de acción que costó 15 millones de dólares hasta el desnudo de Halle Berry que la propia actriz supo desde el primer momento que era gratuito.

Hoy vengo a hablaros de otro ellos, ya que también tiene la que posiblemente sea la escena más difícil de hacer de la historia del cine. Dura apenas 30 segundos y cubre una única palabra del guion firmado por Skip Woods, pero costó 5 millones de dólares, se tardó 1 año en ejecutarla y requirió del uso simultáneo de 135 cámaras. Todo ello para que lo que más se comentase sobre ella era lo mucho que te hacía pensar en 'Matrix', estrenada apenas dos años antes y con la que compartía a Joel Silver como productor.

"Nunca había visto una toma tan difícil de preparar"

El guion de 'Operación Swordfish' llegaba a un punto en el que la palabra "Kaboom" dejaba claro que una enorme explosión tenía lugar en la película, pero lo que nadie esperaba es lo mucho que eso iba a dar de sí. Para ello, el equipo se inspiró en técnicas utilizadas por las Wachowski en 'Matrix' y el director Dominic Sena resumía así sus planes en las notas de producción de la película protagonizada por Hugh Jackman y John Travolta:

Durante esa escena, los coches de policía explotan, la gente vuela por los aires, y había que cronometrarla para que cuando llegáramos a la cámara número 125, este tipo tuviera que estar volando dentro del encuadre. Nunca había visto una toma tan difícil de preparar. Eran todas las capas y pases. Una capa para la explosión, una capa para el coche siendo lanzado por los aires, una capa para la gente que se suponía que estaba al lado del coche. Eso fue un pase separado para que nadie saliera herido. Así que eran capas y capas. Para obtener una toma de 30 segundos llevó días.

En concreto, el rodaje en sí mismo llevó 3 días, pero es que antes se dedicaron 3 meses al planteamiento de la escena. El motivo era ver qué material podría grabarse y qué había que añadir luego por ordenador. Por aquel entonces la tecnología no permitía usar solamente los efectos visuales para sacarla adelante, lo cual complicó aún más las cosas.

Por ejemplo, para esos 3 días de rodaje hubo que crear un sistema multicámara con una plataforma capaz de albergar 135 cámaras fijas. Todo ello se debía a que había que conseguir un precisión al milisegundo para que todo fuera según lo previsto. Y es que el 85% de la escena se hizo de forma física, añadiendo luego algunos elementos demasiado peligrosos a través del CGI y realizando otra serie de retoques por ordenar.

Swordfish

Eso tampoco fue tarea sencilla, ya que la compañía Frantic Films necesitó 8 meses de tiempo para tener la escena a punto. Uno de los grandes retos fue la necesidad de ralentizar la imagen, siguiendo además un modelo diferente según lo que se viese en pantalla en ese momento, tal y como comentó Chris Bond, cofundador de Frantic Films::

Para toda la fotografía exterior de la toma, tuvimos que ralentizar 134 fotogramas a 400 fotogramas por segundo, y para todo lo rodado en el interior de la cafetería, tuvimos que añadir fotogramas intermedios para convertir una toma de 45 fotogramas por segundo a 102 fotogramas por segundo.
Había que generar aproximadamente dos fotogramas nuevos entre cada toma de cámara; sin embargo, debido a la forma en que las cámaras estaban curvadas en la escena, en algunos casos era necesario crear hasta siete fotogramas intermedios sintéticos.

Vamos, que la compañía tuvo que crear varios fotogramas de la nada mediante la magia de los efectos visuales, con el reto añadido de que debían ser lo suficientemente convincentes como para que resultan creíbles a ojos del espectador.

El resultado son 30 segundos realmente impresionantes que tienen lugar al de poco de arrancar la película -antes hay un curioso monólogo del villano interpretado por Travolta- y que sin duda llamaron la atención del público. Por desgracia, no fue suficiente para que 'Operación Swordfish' fuese un éxito de taquilla.

Podéis ver 'Operación Swordfish' esta noche en Cuatro a partir de las 22:00.

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