El año 2015 no fue precisamente poco movido para el cine. Tarantino y Danny Boyle estrenaron película. Fue el regreso de 'Star Wars' y el comienzo de la carrera de Robert Eggers con 'La bruja'. Pero de todos los estrenos de ese año, hay uno que puedes ver en Netflix México a la que algunos consideraron "la película más rara del año".
Estamos hablando de 'La langosta', la película del director griego Yorgos Lanthimos que lo pondría en el mapa de Hollywood y que acabaría desembocando en obras como la reciente 'Pobres criaturas'. La cinta exhibe muchos de los elementos que han acabado siendo claves de su filmografía, como esa extraña mezcla de humor negro y premisas surrealistas. Pero siendo la primera vez que muchos espectadores se encontraban con algo parecido, la sorpresa fue grande.
Protagonizada por unos estupendos Colin Farrell y Rachel Weisz, se trata de una insólita distopía en un futuro cercano y una ciudad sin nombre en la que los solteros son enviados a un hotel para encontrar pareja. Si no son capaces de hacerlo en 45 días serán transformados en un animal.
Humor y extravagancia con sentido
La langosta es el animal que elige David (Colin Farrell), nuestro protagonista, cuando llega a El Hotel. Su reciente soltería tras haberle dejado su esposa por otro hombre se une a lo atormentado que está por la pérdida de su hermano, quien fue transformado en perro cuando fracasó al buscar el amor. La historia narra su búsqueda de una nueva compañera, y ahonda en el funcionamiento del mundo que estos personajes habitan.
Esto es solo el comienzo de una película realmente insólita. Una que pilló desprevenida también a la prensa, pero que en última instancia acabaron aprenciando. En su crítica para Espinof, Mikel Zorrilla la definió como "una apasionante rareza que es al mismo tiempo retorcida, reflexiva, absurda, enigmática y divertida". En Entertainment Weekly escribían: "Si estás dispuesto a rendirte a su visión singular, puede que salgas del cine viendo el mundo de otra manera".
Lo cierto es que la película es más que una premisa extravagante. El humor absurdo es la herramienta principal que tiene esta historia para funcionar como afinada sátira, no solo de las relaciones, sino de las presiones que existen en la vida adulta para entrar en la norma. Para Colin Farrell, fue una obra de su filmografía que le dejó una gran huella, y en entrevistas ha hablado pasionalmente de la forma en la que entiende su trasfondo:
"No creo que esté tratando de forzar ninguna filosofía en la ideología o estructura del mundo de las citas. Para mí, gran parte de esto trata sobre la soledad. Pienso que muchas de nuestras vidas, en modos que parecen no relacionados o extraños, son vividas bajo las lentes de tratar de evitar la soledad a toda costa. La gente se queda en relaciones más tiempo del que debería porque no pueden soportar el pensamiento de estar solos. No podemos controlarlo todo, pero sí hay más de una manera de influenciar en nuestro destino, y en nuestra felicidad, de las que muchos exploramos".
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