Belén Prieto
EditoraEl cierre de temporada de 'El Hormiguero' ha venido acompañado de una mirada retrospectiva. Pablo Motos ha echado la vista atrás, reflexionando sobre las intensas batallas que ha vivido con su programa por la audiencia y también ha repasado algunos de los episodios más difíciles y decisivos de su vida, tanto a nivel profesional como personal.
Lo ha hecho en el podcast 'Tengo un plan', donde se ha abierto a recordar y analizar sin filtros sus experiencias en el último año, en el que ha vivido una competencia con 'La Revuelta' de David Broncano.
Pero Motos ha ido más allá de esas cifras, confesando que sufrió hasta dos golpes económicos que lo llevaron a la ruina y cuenta que ha aprendido lecciones tan duras como inolvidables. Con toda sinceridad, ha detallado cómo fue pasar de la euforia a la bancarrota en cuestión de horas, comentando que eso fue sin duda lo que más le ha marcado en su trayectoria.
El poder de la competencia
En el podcast, Motos no evitó hablar de la lucha por el liderazgo televisivo que protagonizó con 'La Revuelta', el exitoso formato de David Broncano en TVE. Reconoció que la competencia ha sido intensa, pero también aseguró que el balance ha sido más bien positivo:
Esta temporada ha sido brutal porque ha habido pelea. La competencia nos ha dado un extra de que la gente se una. Es un equipo que lleva 19 años juntos. Nos ha unido y, por otro lado, hemos estado más finos que nunca. Aquellos que han sobrevivido, claro, porque los malos no han sobrevivido a los 19"
El presentador también confirmó que la temporada 19 ha sido incluso mejor que la anterior, algo que según él se refleja en resultados de audiencia, contenido y patrocinadores. Lo expresó con estas palabras:
Estoy muy contento con la audiencia, estoy muy contento con los patrocinadores, que a nosotros nos exigen ser rentables, y estoy muy contento con la calidad... A mí me gusta ganar.
Por otro lado, Motos confesó además que estuvo en quiebra en hasta dos ocasiones distintas, y que las circunstancias de cada una fueron dramáticas. La primera fue por una estafa que sufrió durante sus comienzos en la radio.
La primera vez me estafó un señor. Yo estaba haciendo publicidad con él, vino enfadado a la radio, en Valencia, y con veintitantos años, pero era emprendedor. Vino enfadado porque nadie le hacía caso y yo le hice caso, y fui al director a avisarle de que quería un descuento en la publicidad y me dijo que se lo hiciera yo porque no estaba el de publicidad, y le dije que tenía un 10% de descuento, y me dijo que quería que le llevase la publicidad.
Según recuerda, pasó "de ganar el equivalente a 600 euros, a unos 50.000 euros de ahora".
Desapareció de la noche a la mañana, y yo me quedé con una deuda de 35 millones de pesetas, que son como 500.000 euros, y pasé en 24 horas de tener mucho dinero y gastar mucho dinero, a no tener dinero y deber mucho dinero.
Después recordó cómo fue la segunda vez, en la crisis de 2008, cuando trató de “ganar dinero rápido” en bolsa por la burbuja inmobiliaria.
Media hora más tarde había perdido el 75 % del dinero… Aprendí que no sé ganar dinero en la Bolsa. Yo sé ganar dinero trabajando, y el dinero rápido es muy peligroso.
Pablo Motos terminó la charla reafirmándose en algunas de sus convicciones más firmes, como el hecho de valorar el trabajo bien hecho o rechazar los atajos económicos.
Así empezó todo
En la conversación, Motos reconoció también que su programa ha cambiado mucho con el paso de los años y que 'El Hormiguero' de ahora no tiene nada que ver con el que empezó.
Si ves los 'hormigueros' del primer año es muy raro que haya un programa donde no hay explosiones de algo, porque me parecía que cuando las cosas explotan, mola. Al principio todo era muy a lo bestia, que fuese un programa grande. Ahora quiero sea un programa que te apetezca ver, en el que te apetezca estar, y te vas a llevar algo que no sabías, interesante, y probablemente te vas a reír un par de veces.
El punto de inflexión llegó cuando fundó 7 y Acción junto a Jorge Salvador, que le permitió librarse del control de Gestmusic.
Nos metimos en 'El Hormiguero', que es un nido de mucho dinero, y no había opción de fracasar. Cuando no tienes una segunda opción, no hay opción. Si fracasaba arruinaba a mi familia y a la siguiente generación, porque nos metimos en un crédito muy grande. Sufrí como un perro, tenía tics en la boca, cerraba un ojo, me salían granos de repente por los nervios y el miedo...
Motos también llegó a decir que "era el peor presentador de la televisión seguramente", pero que su "nivel de esfuerzo era de 100".
Mi socio se ríe ahora conmigo porque, por lo visto, un día le dije que íbamos a hacer historia y él, que había hecho 'Crónicas marcianas', que había estado con Arús y tal, se fue a Barcelona pensando que yo era gilipollas. Y aquí estamos.
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