Si eres un niño de los 90 y te canto “Seas judío o cristiano, siempre saldrá del ano” o “Si cenas bien en Nochebuena, llegará después de la cena”, es más que probable que reconozcas rápidamente la canción que acompañaba a uno de los personajes más icónicos de la historia de ‘South Park’: el Señor Mojón. Si nunca lo has visto es… bueno, exactamente lo que esperas de los inicios de una serie como esta: un excremento mágico con ojos y boca que llega en Navidad con la frase “¡Aquí estoy!”. Puede parecer una grosería más en una pila de groserías y faltadas interminable, pero lo cierto es que Trey Parker y Matt Stone estaban tan convencidos de que necesitaba ser un personaje secundario que, defendiéndole, estuvieron a punto de terminar con todo.
Felizón es un gran mojón
La historia empieza mucho antes de la producción de ‘South Park’. Más concretamente, en la infancia de Trey Parker, que, para sorpresa de muy pocos, era un niño rebelde que se negaba a tirar de la cadena después de hacer sus necesidades. Su padre, desesperado por la situación, llegó a inventarse a un personaje, el Señor Mojón (Mr. Hankey en versión original), que cobraría vida y le asesinaría si no utilizaba correctamente el baño. Como podrás imaginar, Parker se obsesionó con la idea de un zurullo parlante asesino y le dibujó a menudo con un gorrito de marinero durante su adolescencia. Poco imaginaba en lo vital que iba a ser para su futuro.
La obsesión llegó hasta la universidad, cuando se la contó a su mejor amigo, Matt Stone, que inmediatamente sugirió hacer un cortometraje de tres minutos con el Señor Mojón como protagonista. El corto nunca se hizo, pero su concepto principal (un mojón que cobra vida y la lía, pero solo puede verlo un niño al que se le tilda de majadero) se reutilizó para el episodio de la temporada 1 de ‘South Park’ que le presentaba. Pero no nos adelantemos. Aunque ‘El Señor Mojón’ nunca se llegó a realizar, el dúo de creadores sí manufacturó ‘El Espíritu de la Navidad’, un corto que, de alguna manera, es una precuela de su serie, solo que infinitamente más underground, salvaje y cutre.
Con el corto y el proyecto de ‘South Park’ bajo el brazo, ambos creadores empezaron a tocar puertas de la industria. ¿Y cuál fue la primera? Por supuesto, Fox, que a mediados de los 90 estaba buscando de manera desesperada una serie de dibujos animados para adultos que acompañara a ‘Los Simpson’, después del arrollador éxito de la familia amarilla. Como ahora sabemos, la que acabó cuajando a posteriori fue ‘Padre de familia’ (seguida de ‘Futurama’ poco después), pero poco antes estuvieron a punto de dar luz verde a ciertos niños faltosos de Colorado. El problema es que su reunión acabó convirtiéndose -y perdón por la expresión, pero viene más al caso que nunca- en una mierda.
Algo huele mal en Fox
El acercamiento a Fox no fue mal en un principio: los ejecutivos estaban impresionados con lo que habían visto y, al fin y al cabo, una serie tan joven y puramente underground daría nuevo público a una cadena que, en la sociedad norteamericana, estaba asociada con una vertiente política conservadora y un tanto apolillada. Sin embargo, para asegurarse de que estaban en la misma línea, Parker y Stone les hablaron del episodio del Señor Mojón, y los directivos del canal no se lo podían creer: una cosa era un niño que decía “¡Ay caramba!” y otra muy distinta un excremento parlante navideño. Fox cortó de inmediato cualquier lazo posible con ‘South Park’, y los creadores fueron entonces a Comedy Central.
Con la espinita clavada y para evitar cualquier tipo de desencuentro posterior, ya en la primera reunión con el que sería su futuro hogar lanzaron la idea de hacer un episodio basado en el Señor Mojón, y, para su sorpresa, fue bien recibido por todo el mundo en la cadena. Inmediatamente, supieron que ese era el sitio en el que debían estar. Hoy por hoy sabemos que Fox cometió un error catastrófico: ‘South Park’ arrasó en el merchandising de la época -muchas piezas del mismo tenían incluso dibujos del personaje de la discordia, que llegó a convertirse en pura cultura pop a finales de los 90- y a día de hoy, con 28 temporadas, una película y un buen puñado de videojuegos y especiales a sus espaldas, es la gallina de los huevos de oro de Paramount, que ha pagado un auténtico dineral para mantener sus nuevas temporadas en exclusiva.
En cuanto al Señor Mojón, llegó a tener familia y tramas propias que duraron varias temporadas, pero, con el paso de los años y los capítulos, Stone y Parker le utilizaron como manera de ejemplificar la cultura de la cancelación y acabó mudándose a Springfield, donde fue recibido por el entonces polémico Apu. Al fin y al cabo, el elenco de personajes actual (que incluye a Jesucristo, Donald Trump, Satán o Toallín, entre otros) es tan grande que, qué demonios, no parece haber hueco para un pobre zurullo navideño.
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