La pérdida este fin de semana de Francisco Ibáñez, el grandísimo dibujante de cómics que ha fallecido con 87 años, es una de grandísimas dimensiones. Y, al mismo tiempo, difícil de calcular. Durante años de incansable trabajo, con historias y personajes extraordinarios, consiguió meter el gusanillo por los cómics y la lectura en general a múltiples generaciones.
No es exagerado hablar en su caso de figura clave en la cultura española. Sólo con las historietas de 'Mortadelo y Filemón' fue capaz de hacer hilarantes disparates que perfeccionaban el arte del gag por viñeta y, en cierta medida, reflejaban como pocos una esperpéntica idiosincrasia en la sociedad y políticas españolas. Un espíritu que se supo recoger en una de esas pocas películas en acción real que logran estar a la altura: 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón'.
Cultura del pelotazo
No faltarán quienes prefieran y vean más apropiada su posterior adaptación en formato de película de animación, pero la película de Javier Fesser consiguió capturar el frenético y característico humor de las historias de Ibáñez, su legado más importante. Una comedia divertidísima que ya se puede ver gratis en streaming a través de RTVE Play, además de en suscripción a través de Disney+ y FlixOlé.
Benito Pocino y Pepe Viyuela son los dos superagentes de la T.I.A. en esta radical comedia donde deberán a enfretarse a un tirano dictador con ansias de pegar el pelotazo urbanístico definitivo (hilando fino siempre). El profesor Bacterio inventa un peligroso invento con potencial armamentístico inigualable, y un ladrón se lo lleva para intentar venderlo al tirano. La mejor esperanza para evitar una Cuarta Guerra Mundial [sic] son estos dos botarates que no dan una a derechas.
Fesser encuentra la mejor manera de emplear su estilo cómico extremadamente absurdo y su personalidad visual para que case con el torbellino de humor que son los cómics de 'Mortadelo y Filemón'. Lo hace también pasando todo un poco de rosca, con referencias políticas más contemporáneas y mordaces (ese Rompetechos filofascista) y chistes menos apropiados para menores, con palabrotas y gracias de tono sexual.
'La gran aventura de Mortadelo y Filemón': trasladando bien un cómic
Es justo lo que termina de darle personalidad a una película que 20 años después tiene facultades irrepetibles. Los efectos especiales prácticos, además de cargadísimos de humor, transmiten una sensación elástica que muy pocas películas en acción real son capaces de replicar. El dinamismo va a velocidad de turbina, funcionando de maravilla para la capacidad de disfraz de Mortadelo aunque funciona menos para entender los diálogos (aquí influye la libertad que da Fesser a los acentos).
Pocino y Viyuela se muestran muy bien escogidos para los papeles, mostrando un carisma desternillante que funciona en cada gag. Fesser logra así una película que tiene un humor bien tirado en el guion y en lo visual, que logra dar un arco emocional al personaje de Filemón para hacer el conjunto más cinemático. Es todo un triunfo en cómo trasladar el trabajo de un genio de personalidad tan marcada como Ibáñez, en cómo hacer una adaptación de cómic que se sienta como uno y como una película, y en cómo hacer una comedia española irreverente e inimitable.
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