Han pasado seis episodios y casi sin darnos cuenta la temporada 2 de 'Loki' acaba de terminar. Y lo ha hecho, de algún modo, cerrando el ciclo iniciado cuando vimos por primera vez al dios del engaño marvelita detenido en la AVT. Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos cómo ha sido el capítulo ¿final? de la serie de Marvel en Disney+.
Por supuesto, a partir de aquí, spoilers de 'Glorioso propósito' el episodio 2x06 de 'Loki'.
Siempre hablamos de cómo 'Loki' es la 'Doctor Who' de Marvel y en este episodio es quizás donde la serie decide ir casi de cara con una composición de créditos iniciales con ciertos ecos a la serie británica.
Vaya tela(r)
Tras la aparente destrucción de la AVT, el final del episodio anterior nos mostró a Loki (Tom Hiddleston) aprendiendo por fin a controlar el deslizamiento temporal que le ha afectado durante toda la temporada. La misión es clara: ir atrás en el tiempo y conseguir, de una vez por todas, solucionar el problema con el telar temporal.
Así, el primer acto del episodio nos lleva por los numerosos intentos (y dale, y dale) del dios por arreglar las cosas. No es cuestión de hacerlo más rápido sino hacerlo antes... y esto incluye el pasar siglos aprendiendo física teórica. Si bien con este último intento, Victor Timely (Jonathan Majors) consigue llegar y agrandar el telar, no funciona del todo porque «es un problema de escala». Las líneas temporales se crean a un ritmo infinito: el telar estaba condenado desde el comienzo.
Esto nos lleva al siguiente acto. Hay que volver al momento en el que se fue todo al garete: cuando Sylvie (Sophia DiMartino) mata a El Que Permanece. Se cumple así las últimas palabras del villano, que le volveríamos a ver. Nuevamente tenemos varios intentos, una y otra vez, para que Sylvie no le mate, hasta que, en un momento dado el villano pausa el tiempo.
Sorprendido, al menos en un principio, de que Loki no controlase esa habilidad (aunque veremos que no es así) la confrontación dialéctica parece acabar con toda esperanza. El telar es un resorte de seguridad pensado para que si se sobrecarga borre todo menos la Sagrada Línea Temporal. Eso incluye sacrificar la AVT.
Una ecuación imposible que el dios quiere cambiar en lo que se enfrenta a una decisión dificilísima. Romper el telar desencadena en la terrible guerra anunciada (la guerra multiversal de los Kangs) en la que nada sobrevive o matar a Sylvie y tener la oportunidad de protegerlo todo. Pase lo que pase, es una derrota para el dios.
Con este dilema, la transición al tercer acto nos lleva al primer episodio de la serie, cuando Loki está en la sala de interrogatorio con Mobius (Owen Wilson). Aquí es donde nos enteramos de un momento clave del agente: cuando fue incapaz de matar a una variante de ocho años responsable de la muerte de cinco mil personas. Finalmente acabó con él Ravonna (Gugu Mbatha-Raw), pero el daño estaba hecho.
Modo Dios
La lección: Loki tiene que elegir su carga. Y esta carga va a ser el glorioso propósito que lleva buscando nuestro protagonista ahora ya siglos. Tras una nueva conversación, esta vez con Sylvie, parece que ya tiene el plan decidido. Antes de que nadie lo pueda evitar, se lanza a cruzar la pasarela, ponerse en modo dios (literal), destruir el telar temporal y revivir a mano las fallecidas ramas temporales.
Así, poco a poco avanza hasta el destruido trono de El que permanece, recogiendo las ramas temporales y, en lo que se sienta, entretejer todas las ramas en lo que parece ser un Árbol místico. Una suerte de Yggdrasill, el árbol nexo de los reinos de la mitología nórdica, temporal. Un final de sacrificio pero que, como veremos en el último plano del capítulo, es satisfactorio.
El episodio termina con un epílogo en el que vemos el "Después" en la nueva AVT: Mobius rastrea variantes de El que Permanece e informa de un incidente con uno en la tierra 616 (probable alusión a 'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía') antes de ir a ver su "yo" de Ohio; O.B. ha hecho una segunda edición del manual, que nadie lanza por la ventana del pequeño Timely en el siglo XIX; Renslayer despierta en el Vacío con un fulgor púrpura invocándola y con lo que parece una ruina de la AVT... el final, por ahora.
Por ahora, por no decir que es un final lo suficientemente cerrado como para poder decir que no hay una urgencia para lanzar enseguida o anunciar una temporada 3. Teniendo en cuenta que esta es una variante de Loki está claro que, si quieren, pueden retomarlo todo. Lo que sí que vemos es un final altamente satisfactorio de una serie que ha ido destacando como de lo mejor de la época actual de Marvel.
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