Tras el éxito de 'Momias', podemos decir sin miedo que soplan buenos aires para el cine de animación español. Que sus últimas películas son perfectamente comparables a las que nos llegan de los grandes estudios norteamericanos y de otras latitudes, como Japón o Francia. Que sus obras son dinámicas, frescas, eficaces, ingeniosas y virtuosas. Que a la mejora técnica se añade una loable pericia para la construcción de tramas y personajes. Que dentro de la buena racha que vive nuestro cine, los dibujos animados comienzan a exigir no ya un epígrafe, sino un capítulo aparte.
Como muestra, los buenos resultados artísticos y comerciales de 'Tadeo Jones 3. La tabla esmeralda', dirigida de nuevo por Enrique Gato para Lightbox Animation, a partir de un modélico guion de Manuel Burque y Josep Gatell. La inmediata simpatía que despierta la zumbona coproducción con Reino Unido 'Inspector Sun y la maldición de la viuda negra', de Julio Soto Gurpide. La animación para adultos, gamberra, poliédrica y personal de 'Unicorn wars', de Alberto Vázquez, reconocida en los Goya. Y, por qué no, hasta la irreverencia outsider de 'Gora Automatikoa', de Esaú Dharma, David Galán Galindo y Pablo Vara.
El largome viene firmada por Juan Jesús García Galocha, director artístico de las películas de 'Tadeo Jones', con un guion escrito por Jordi Gasull y Javier López Barreira, artistas de confianza de Enrique Gato. Es natural, por tanto, que la ligereza y el sentido del espectáculo de las películas del émulo de Indiana Jones impregnen la nueva propuesta, así como que el virtuosismo técnico de aquellas se repita en ésta.
'Momias' es una coproducción hecha para un público amplio, que no descuida a los mayores, y que aspira a traspasar fronteras… a este respecto resulta curioso que el doble sentido de su título, el juego de palabras entre "momias" y "madres", se pierda en la versión para el mercado español.
Lluvia inagotable de gadgets, referencias y chascarrillos
La historia de partida es disparatada pero está tratada con la suficiente fe en sí misma, una buena dosis de sentido de la aventura y un eficaz uso del humor: una ciudad egipcia de momias está situada en las entrañas de la tierra y estas acceden a nuestro mundo cuando un explorador sin escrúpulos se hace con un anillo de boda.
El tratamiento bebe mucho de Disney, en el contorno de los personajes y en unos números musicales tal vez escasos pero que funcionan a la perfección y que cuentan con una estupenda música del habitual Fernando Velázquez. Conviene destacar, a este respecto, la que, sin lugar a dudas, es la secuencia más lograda de la película: la pelea durante el espectáculo teatral.
Con todo, los responsables de 'Momias' se acercan también al modelo Dreamworks, a la artera y ligera irreverencia naif de las sagas de 'Shrek', 'Trolls', 'Kung-Fu Panda', 'Los Croods' y 'Bebé jefazo'. Esto se nota especialmente en una modernización del modelo original sin perder el respeto a las fuentes y en un cuidado y el gusto por el detalle, la utilización de tronchantes gadgets así como continuas bromas que hacen referencia al desajuste de sus protagonistas con su nuevo entorno y los anacronismos históricos, usados siempre con brillantez e ingenio.
Al margen de sus referencias musicales, el resultado hace pensar en los impecables musicales de Richard Quine escritos por Blake Edwards, así como en el Vincente Minnelli más guasón y psicodélico, todo ello pasado por un túrmix donde dos de los reyes Midas de Hollywood, Steven Spielberg y Walt Disney, parecen jugar en el mismo equipo para la solaz y el regocijo de los más pequeños… y a menudo, para la inesperada diversión de sus algo más talluditos acompañantes.
En la parte negativa, 'Momias' cae a veces víctima de un ritmo demasiado frenético, que en ocasiones arrolla la propia trama y funciona para parchear las leves inconsistencias del guion. Del mismo modo, los personajes principales, aunque funcionales, se reducen a meros monigotes y tal vez habrían necesitado alguna capa de complejidad. Su resolución, asimismo, resulta un tanto precipitada, pero también es cierto que deja con buen sabor de boca.
En cualquier caso, el resultado funciona, es siempre más liviano que aparatoso pese a su conseguida y buscada espectacularidad, y esto ya es una excelente noticia para la animación española. Basta con ver los resultados en taquilla: en la semana de su estreno, 'Momias' se aupó al puesto número 1 superando a 'Ant-Man y la avispa: Quantumanía', la última superproducción de Marvel. Ya se considera el mejor estreno español del año, del mismo modo que va alcanzando cifras millonarias en Australia, Rusia, Francia o Alemania. Virtudes no le faltan.
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