Ver cine a veces es estar obligado a cuestionarte por completo que harías de encontrarte en una situación como la que viven los protagonistas del relato. Hay quien suele tenerlo meridianamente claro, mostrando que está completamente distanciado de lo que se está contando, pero las mejores son capaces de meternos de lleno en una cuestión existencial o moral, conectándonos con lo que experimentan los personajes.
No siempre hay una respuesta que sea necesariamente la correcta, aunque alguna se sienta más próxima a ello. Las decisiones a las que se tienen que enfrentar los personajes parecen sencillas desde la butaca, pero no lo es cuando estos se meten de lleno en una situación de urgencia y gran tensión. Sin embargo, una película como 'Llaman a la puerta' se permite tiempo para explorar una decisión imposible.
Una cabaña y el fin del mundo
M. Night Shyamalan continúa su racha inquebrantable en esta segunda etapa donde renace como maestro del suspense y el fantástico. Aquí forma un thriller de terror enmarcado en el potente subgénero de las home invasion, metiendo cuestiones existenciales en medio de una caldera a punto de estallar. Uno de los mejores ejercicios de tensión del año que ya se puede ver en streaming a través de Movistar+, y también en emisión en el canal de Estrenos.
En la película vemos a una familia dirigiéndose a una cabaña en el bosque para disfrutar de las vacaciones, pero poco sospechan que van a ser abordados violentamente para una decisión fundamental. Un grupo de cuatro personas, armadas con herramientas variopintas, les secuestran y les comunican que está a punto de producirse el fin del mundo y que sólo ellos pueden evitarlo. Así que les obligan a elegir entre matar a un miembro de la familia o permitir que llegue el apocalipsis.
Shyamalan adapta una novela de terror y fantasía de Paul Tremblay, pero elige hacerlo de la manera más personal posible cambiando buena parte del devenir de la historia, así como el final. Lo hace de manera muy consciente, al ser más atractiva para él la idea de la elección entre dos resultados fatídicos, que le permite también acentuar cierta ambigüedad sobre si es verdad lo que dicen los asaltantes y también contraponer creencias personales y religiosas.
'Llaman a la puerta': Shyamalan mete la directa
La película sigue de manera muy directa los eventos que se producen en la cabaña, pero puntualmente introduce unos flashbacks que permiten matizar las posturas de los dos protagonistas enfrentados a la decisión. Su pasado, marcado por las dificultades, la homofobia y también diferentes perspectivas espirituales, marca su comportamiento en la situación límite.
Shyamalan elige contarnos todo esto con otro gran ejercicio de puesta en escena, de caligrafía visual muy meditada y llena de propósito. El director muestra que está a otro nivel rodando, consiguiendo imágenes de mucho impacto y capaces de comunicar sin necesidad de presupuestos desorbitados. Su inteligencia en este aspecto le permite seguir siendo productivo, y su formidable ritmo le permite seguir deslumbrándonos y sorprendiéndonos. Su película más directa en mucho tiempo, pero no por ello descuidado aspectos estimulantes.
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