Cuando 'Batman' no se tomaba tan en serio a sí mismo: la mítica serie de los 60 era una adaptación "para los amantes del escapismo puro"

Cuando 'Batman' no se tomaba tan en serio a sí mismo: la mítica serie de los 60 era una adaptación "para los amantes del escapismo puro"

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Cuando 'Batman' no se tomaba tan en serio a sí mismo: la mítica serie de los 60 era una adaptación "para los amantes del escapismo puro"

Batman es, ahora mismo, sinónimo de la oscuridad en los superhéroes, de justicieros torturados que asumen la labor de limpiar su ciudad de criminales porque lo consideran su deber, pero es un deber que pesa enormemente sobre sus cabezas. El hombre murciélago ha podido volverse un caballero oscuro muy serio, pero en sus primeras encarnaciones televisivas estaba más cerca del 'The Flash' de The CW que de 'Batman v Superman'.

En 1966, ABC estrenaba 'Batman', una serie que, inicialmente, había sido pensada para ser un serial de aventuras juveniles del sábado por la mañana, como 'Adventures of Superman', con George Reeves, en CBS, pero que ABC prefirió pasar al prime time y darle un tono similar al de las series de espías que estaban de moda en la época. Ahí está la clave de este 'Batman'; no se tomaba a sí mismo demasiado en serio.

'Batman', todo por la diversión

No es que fuera 'Superagente 86', pero este 'Batman' retenía las constantes no sólo de los cómics de la época, sino que era mucho más una comedia que un drama. Estuvo nominada, de hecho, al Emmy a mejor comedia en 1966. La sobreimpresión de las onomatopeyas cada vez que Batman y Robin se liaban a puñetazos con algún villano, la narración en off y su "a la misma Bat-hora en el mismo Bat-canal"... Cincuenta años después, todo nos parece muy kistch y risible, pero entonces nadie pensaba que estaba haciendo una versión de 'Hamlet' con mallas.

La sintonía del opening ya indicaba que era una serie para toda la familia y muy orientada a los niños, con mensajes a veces sobre la importancia de ponerse el cinturón de seguridad, por ejemplo, y también intentaba enganchar al público con cliffhangers constantes. Que solían consistir en alguno de los héroes a merced del villano de turno, en una situación que parecía completamente desesperada.

'Batman' seguía casi siempre un esquema muy establecido para sus episodios, de media hora. Un villano aparecía en Gotham y sobrepasaba la capacidad de la policía, que utilizaba un teléfono rojo para pedir ayuda a Batman. Ahí veíamos como Bruce Wayne y Dick Grayson bajaban a la Batcueva por unas barras como las de los bomberos, se metían en el Batmóvil y se iban a investigar el caso y, al final, se peleaban con el malo y lo derrotaban. Todo regado por brillantes colores, música optimista y una colección de actores bastante notable.

Batman66

Quien se hizo más famoso de todos fue Adam West, totalmente encasillado como ese Bruce Wayne/Batman un poco camp y caracartón, pero generaciones de niños pasaron a idolatrar también a Julie Newmar como Catwoman, a Burt Ward como Robin, Frank Gorshin como Enigma, César Romero como el Joker o actores bien conocidos por los aficionados al cine como Burgess Meredith (Pingüino) o los tres que se rotaron para dar vida a Mr. Freeze: George Sanders, Otto Preminger y Eli Wallach. Además, durante la tercera temporada, 'Batman' tuvo a una actriz negra dando vida a Catwoman, Eartha Kitt, algo poco habitual en la época.

Un éxito duradero

'Batman' fue un gran éxito desde el principio. Durante sus dos primeras temporadas, ABC la emitía dos días por semana (en parte, porque eran los únicos huecos libres en su parrilla), lo que favorecía que todos sus episodios fueran dobles (de ahí sus cliffhangers finales). Incluso llegó a tener versión en cine entre la primera y la segunda temporada, una película que, en realidad, se había concebido para que se estrenara antes y, de algún modo, sirviera para familiarizar a la audiencia con la serie. También se pensó como promoción de 'Batman' fuera de Estados Unidos.

Aquellas dos primeras temporadas, con su tono de los seriales cinematográficos de los 40, no sólo convirtieron la serie en un fenómeno popular, sino que fueron sus puntos más altos. Curiosamente, las audiencias decayeron enormemente en la tercera temporada, y ni la introducción de Batgirl ayudó a parar ese declive. Los episodios de aquella temporada pasaron a ser autoconclusivos y a emitirse sólo un día a la semana, y también fueron volviéndose cada vez más absurdos y alocados, y con mayores referencias a lo que estaba de moda a finales de los 60.

'Batman' acabaría cancelada al final de aquel año. La NBC hizo un intento por rescatarla, sólo para descubrir que los platós de rodaje habían sido desmantelados, así que las aventuras del hombre murciélago en televisión se quedaron ahí. Al menos, en acción real, porque en dibujos animados volverían por todo lo alto con 'Batman, la serie animada'.

La serie de 1966 puede verse ahora como demasiado naif, sobre todo teniendo en cuenta la relevancia que se le da a que las historias de superhéroes sean oscuras e intensas, pero su legado se mantiene, aunque sea en forma de memes, como la imagen de Batman y Robin huyendo a la carrera de todo tipo de amenazas. La clave de lo que hacía a 'Batman' ser como era la daba la propia película de 1966, al empezar con este rótulo en pantalla:

"A ellos, a los amantes de la aventura, amantes del escapismo puro, del entretenimiento sin adulterar, amantes de lo ridículo y lo raro, a los amantes de la diversión en todas partes... Esta película está dedicada respetuosamente a ellos".

Como curiosidad, el doblaje español de la serie tenía una nota destacable: la voz de Batman la ponía Constantino Romero.

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