Las 41 mejores bandas sonoras del cine de la década

Las 41 mejores bandas sonoras del cine de la década

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Mejores Bandas Sonoras

El final de la década (2010-2019) permite echar un vistazo a las grandes películas estrenadas en estos años y reflexionar sobre ellas. En este escrito realizo un breve listado de las mejores bandas sonoras que se han escrito para cine durante los últimos diez años.

Me gustaría añadir que esta es una selección subjetiva y, por lo tanto, es posible que falte algún que otro título. Las partituras se presentan en orden cronológico (y por orden alfabético, dentro del mismo año) y se han añadido enlaces a Spotify y Youtube donde ha sido posible para que podáis escuchar la música.

Por último, me encantaría que esta lista sirva para dar a conocer algunas de las bandas sonoras más importantes que se han escuchado en esta década de cine.

'Origen' (Inception, 2010) de Hans Zimmer

Primera partitura en solitario de Zimmer para el director Christopher Nolan (aunque si leemos el libreto, Lorne Balfe hizo algunos temas). Para una película que se desarrolla en el mundo de los sueños, el compositor aplica diferentes texturas para transformar su música en un fondo sonoro lleno de matices. La ralentización de “Non, je ne Regrette Rien” de Edith Piaf se convierte en una poderosa onda de sonido (semejante al sonido de una bocina) que los trailers han convertido en una marca de identidad (se conoce como el “horn of doom” y me atrevo a decir que gran culpa la tiene también la otra película de DiCaprio de 2010 ‘Shutter Island’).

La música cuenta con la guitarra de Johnny Marr contagiando carisma y chulería a una película que busca desesperadamente ser el James Bond del director (curiosamente un tema suena sospechosamente parecido a uno de ‘Quantum of Solace’ de David Arnold). Aún con todo, resulta una banda sonora fresca e interesante que será imitada de manera constante y sonante. Candidata al Oscar.

'El escritor' (The Ghost Writer, 2010) de Alexandre Desplat

'El escritor', primera colaboración del compositor francés con el célebre director Roman Polanski, dio lugar a una de las mejores bandas sonoras de los últimos tiempos. Thriller que permite actualizar el sonido más herrmanniano logrando cotas de auténtico terror.

El tema final "The Truth about Ruth" cierra la película, descubriendo como si fueran capas de cebolla el misterio al que se enfrenta el protagonista. Desplat hace cine con esta música. Ganadora de múltiples galardones, entre ellos el premio Europeo a la mejor banda sonora.

'Cómo entrenar a tu dragón’ (How to Train your Dragon, 2010) de John Powell

Jamás las escandalosas percusiones de Powell han funcionado tan bien. Músico especializado en filmes de animación de la factoría Dreamworks SKG, consiguió crear una partitura épica, riquísima. ¡Está llena de temas! A destacar la secuencia del primer vuelo. Una de las mejores sorpresas del año 2010 y que recibió el premio IFMCA a la mejor banda sonora y una nominación al Oscar. Ambas secuelas también fueron musicalizadas por Powell con gran éxito.

‘Tron: Legacy’ (2010) de Daft Punk

El empleado de Disney que tuvo la genial idea de contratar al grupo tecno francés Daft Punk para la secuela de ‘Tron’, debería liderar la compañía. Elección de lo más acertada que demuestra que compositores ajenos al audiovisual, pueden trabajar en el medio con éxito. Una banda sonora muy poderosa, ¡cada track es una sorpresa! Hay un tema dramático que alcanza una cotas importantes en su Adagio, progresiones fabulosas dignas de compositores veteranos y un single que es puro Daft Punk.

El grupo agradeció la ayuda de Hans Zimmer, John Powell, Harry Gregson-Williams y Christophe Beck para sacar adelante el proyecto. Impresionantes títulos de créditos finales de los que te dejan en la butaca hasta que se encienden las luces. Nominada al Grammy.

'Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio' (The Adventures of Tintin, 2011) de John Williams

Cuesta creer que con una filmografía que empieza a finales de los 50, esta fue primera banda sonora compuesta por Williams para el género de animación (antes sólo había hecho el corto del ADN en ‘Parque Jurásico’). Como no podía ser de otra forma, una banda sonora de lo más animada con temas dedicados al propio periodista, a Milú, los hermanos Hernández y Fernández e incluso al capitán Haddock. Destaca su aire bucanero de aventuras de piratas en todo lo relacionado con el barco del Unicornio. Los títulos de créditos finales son una maravilla que nos confesaban que “la aventura continúa”. Confiemos en que regresen pronto y con John Williams al mando de la música. Nominada al premio Oscar.

'The Artist' (2011) de Ludovic Bource

Extraordinaria proeza la de Bource para un filme que exige música por todas sus secuencias. Fabulosa composición que podría haber caído en la parodia o en lo ridículo y que sin embargo, logra homenajear a nombres tan importantes como Erich Wolfgang Korngold, Charles Chaplin, Max Steiner... Una auténtica pena que su director Michel Hazanavicius despreciase el final de Bource para utilizar una pieza importante de ‘Vertigo’ de Bernard Herrmann.

Aún así, el éxito del filme la hizo justa merecedora de la gran mayoría de premios musicales de su año (Oscar, Globo de Oro, BAFTA). Por alguna razón, Ludovic Bource apenas ha seguido trabajando en el medio, algo de lo más ilógico porque esta partitura es una obra maestra.

'El gran milagro' (The Greatest Miracle, 2011) de Mark McKenzie

Película de animación mexicana absolutamente desconocida y con gran carga religiosa. La historia de unos individuos protegidos por los Ángeles de la Guarda permite a Mark McKenzie elaborar una de sus mejores bandas sonoras. El compositor, antaño orquestador de algunos de los más importantes compositores como Jerry Goldsmith, John Williams o Danny Elfman, firma una partitura apoteósica que hará las delicias de aquellos que la escuchen por primera vez. Candidata al IFMCA a la mejor banda sonora del año.

‘La invención de Hugo’ (Hugo, 2011) de Howard Shore

Martin Scorsese o bien utiliza canciones (seleccionadas por Robbie Robertson) o llama a Howard Shore (antaño a Elmer Bernstein) para componer una banda sonora original. Para la adaptación de este cuento infantil, vuelve a requerir los servicios de Shore quien compone una de las partituras más mágicas de los últimos tiempos. Melancólica y llena de magia y sueños, la música no olvida que esta historia está situada en París. Es una lástima que una pieza tan alucinante como “The inventions of Dreams” quedase relegada fuera del filme por la siempre eficaz “Gymnopedie no 1” de Erik Satie. Nominada al Oscar.

'La Ligne Droite' (2011) de Patrick Doyle

Aunque se suele relacionar al compositor con su trabajo para Kenneth Branagh, también hay que destacar sus obras para el director Régis Wargnier. Además, las películas deportivas suelen disponer de estupendas bandas sonoras y esta no iba a ser menos. Una ambientación minimalista con énfasis en el piano, puede recordar a las obras de Philip Glass o Max Richter pero por alguna razón, ha tenido menos repercusión de la que debería. Delicada composición llena de inspiración.

'Soul Surfer'  (2011) de Marco Beltrami

Basada en la terrible historia real de la surfista Bethany Hamilton, quien perdió un brazo por el ataque de un tiburón. Marco Beltrami compone una banda sonora llena de esperanza que cuenta con un coro de voces étnico con reminiscencias hawaianas, lugar donde se sitúa el filme. Esta partitura demuestra que Beltrami es un compositor capaz de adaptarse a todo tipo de género, ya que el resultado final de este drama, musicalmente hablando, es excelente. Nominada al IFMCA.

'War Horse' (2011) de John Williams

Con ecos de sus célebres partituras para ‘Horizontes muy Lejanos’ o ‘El Patriota’ (ese sonido “larger than life” tan característico de su autor) y con alusiones a Ralph Vaughan Williams , ya que la película está ambientada en Reino Unido, la música de John Williams está impregnada de una belleza que culmina en una apoteósica pieza de desenlace. Nominada al Oscar y ganadora del IFMCA a mejor banda sonora.

‘La vida de Pi’ (Life of Pi, 2012) de Mychael Danna

Ang Lee vuelve a su compositor fetiche para esta aventura fantástica llena de misticismo. Una obra descomunal, riquísima en melodías y armonías que se complementan de manera extraordinaria con la odisea de Pi y su tigre Richard Parker. Un sonido étnico que funciona a la perfección dentro de la película. Se acompaña de una bellísima canción llamada “Pi’s Lullaby” que suena en los títulos de crédito iniciales y que está co-escrita por la artista india Bombay Jayashri. Ganadora del Oscar y el premio IFMCA.

‘Grand Piano’ (2013) de Víctor Reyes

Con ‘Grand Piano’, Víctor Reyes tenía la complicada misión de hacer al mismo tiempo música para la película como para el concierto de piano que el personaje de Elijah Wood estaba interpretando. El reto era difícil y el resultado es magistral. Una banda sonora poderosísima, con un arranque que recuerda a ‘Los Intocables de Eliot Ness’ de Ennio Morricone y una serie de suites con reminiscencias de música clásica pero que en realidad es banda sonora para la narración de los personajes. Nominada al premio IFMCA y ganadora de la medalla CEC.

‘Gravity’ (2013) de Steven Price

Como Alfonso Cuarón buscaba transmitir la idea de que en el espacio no hay oxígeno (y por lo tanto reina el silencio), confió en el técnico de sonido Steven Price para hacerse cargo de toda la labor musical de la película. El resultado es uno de los ejercicios más sobresalientes en cuanto a banda sonora no convencional. Todas las emociones de los personajes están reflejados a través de una partitura experimental que puede permitirse el lujo de ser armónica o ruidosa de manera justificada según las necesidades del filme. El “tour de force” de la secuencia de aterrizaje es espectacular.

Por alguna razón, los fans exigieron una versión de la película sin la música. Cuarón la editó en blu-ray y, como era de esperar, la película no funciona sin este recurso tan importante del producto final. Una banda sonora digna de ser estudiada y analizada con detenimiento. Ganadora del Oscar.

'La mejor oferta’ (La Migliore Offerta, 2013) de Ennio Morricone

Mucho se habla de la relación profesional de Ennio con Sergio Leone y bastante poco de la que mantiene con Giuseppe Tornatore que no sólo incluye joyas como esta partitura que nos ocupa, también un documental sobre el compositor pendiente de estreno.

Para ‘La Migliore Offerta’ Morricone vuelve a hacer una variación a su obra maestra ‘Once upon a time in America’ acompañada de numerosas piezas de suspense para el misterio que desarrolla este estupendo thriller. Vuelve a contar con su colaboradora Edda Dell’Orso para evocar un canto de sirena al protagonista, un coleccionista de arte. Ganadora del premio Europeo a la mejor banda sonora.

'Romeo y Julieta' (Romeo & Juliet, 2013) de Abel Korzeniowski

El compositor previsto fue James Horner, cuya música fue rechazada y sustituido por Abel Korzeniowski quien tuvo poquísimo tiempo para componer esta nueva versión del clásico de William Shakespeare. A pesar de la presión y la sempiterna comparativa con la partitura de Nino Rota para la versión de Franco Zeffirelli, el compositor polaco compuso una exquisita banda sonora romántica y con un estilo de corte clásico que empieza a escasear en el cine actual. La crítica de música de cine se encargo de revalorizar esta composición, situando a Korzeniowski en lo más alto del panorama. Ganadora del premio IFMCA a la mejor banda sonora original.

'Al encuentro de Mr. Banks' (Saving Mr. Banks, 2013) de Thomas Newman

El más respetado de los Newman tenía la difícil tarea de componer la partitura de una película que trataba sobre cómo se hizo ‘Mary Poppins’ (libro y película). La tentación de acudir a los hermosos temas de los hermanos Sherman era muy atractiva pero aquello no habría funcionado del todo.

Newman compone una banda sonora completamente original en la que apenas hay hueco para la partitura original. El trabajo es bellísimo y establece musicalmente los roles de cada uno de los personajes, desde el complejo carácter de Pamela, al liderazgo de Walt Disney y los recuerdos de aquella infancia en Australia. Todo ello sin renunciar a su estilo característico sonido marca de la casa. Una joyita. Nominada al Oscar.

‘El Gran Hotel Budapest’ (The Grand Budapest Hotel, 2014) de Alexandre Desplat

En este título, Wes Anderson culmina un importante giro en su carrera: ya no necesita música pop y rock pre-existente y conocida para narrar sus historias, ahora es capaz de hacerlo con una banda sonora original. Es fascinante comprobar como a cada nuevo proyecto junto a Alexandre Desplat, Wes va dejando de lado sus elecciones musicales que le hicieron famoso. Colorida creación que incorpora una instrumentación rica en sonidos de Europa del Este como balalaikas, címbalo, la trompa de los Alpes, silbatos…

Es una partitura muy creativa en la que el compositor se permite jugar con los diferentes temas, tal y como es el caso del motivo de la secuencia en Gabelmeister's Peak, donde el tema musical y su cadencia cambia de instrumentación, según lo que vemos en pantalla. Muy al estilo de lo que Carl Stalling hacía en la animación. Justa merecedora del premio Oscar.

'Deuda de honor' (The Homesman, 2014) de Marco Beltrami

La tercera colaboración de Marco Beltrami con Tommy Lee Jones (formidable actor, mejor director) es este duro western en el que logra una de sus mejores partituras. Inspirado en los paisajes filmados por Rodrigo Prieto de terrenos desolados y por el personaje de Hilary Swank, quien en la película canta y simula tocar el piano, Beltrami con la ayuda de su colaborador Buck Sanders, realiza una banda sonora llena de experimentos, como situar a un músico en lo alto de una colina y esperar abajo a sentir cómo llegaba el sonido.

La intención era capturar el sonido a través del viento. Construyeron arpas eólicas que colocaron en diferentes ventanas para registrar el audio cuando soplase el viento. También se introdujo otra arpa eólica dentro de un antiguo piano vertical para que al tocar la música, el sonido rebotase en tanques de agua, permitiendo grabar un sonido orgánico que cambia nuestra percepción del salvaje oeste. Todo este sonido choca con la música más tradicional western, reflejando que este momento de la historia americana está llegando a su fin. Ganadora del premio IFMCA a la mejor banda sonora dramática.

‘The Imitation Game’ (2014) de Alexandre Desplat

Partitura inteligente que tuvo la mala fortuna de estrenarse el mismo año que la anterior de Desplat que se llevó todos los elogios. Para esta película basada en el matemático Alan Turing y la construcción de la máquina Christopher capaz de descifrar a Enigma, Desplat compone un magnífico tema principal que establece el drama y el conflicto del protagonista.

Pero no todo queda aquí, para una película que es una celebración de un genio matemático, Desplat incorpora una serie de cadencias musicales cuyas notas reflejan números, operaciones, cálculos… Esto puede apreciarse en secuencias tan interesantes como la del ataque de los submarinos (donde la música simula el código morse) o en la escena del examen del crucigrama. Nominada al Oscar a la mejor banda sonora.

‘Interstellar’ (2014) de Hans Zimmer

Para esta lacrimógena odisea de ciencia ficción, Hans Zimmer elabora una partitura excesiva en la que busca reflejar qué es lo divino y qué es lo humano a través del uso del órgano de iglesia. Peca de pretenciosa en su ejecución  con alusiones constantes a ‘2001: Una Odisea del Espacio’ que resultan gratuitas y pueden sacar al espectador pero la partitura gana enteros cuando Zimmer se vuelve más íntimo y tranquilo, con paisajes bellos que nos permiten descubrir el exterior y el interior del universo.

La secuencia de despedida de Cooper está saturada en cuanto a música pero funciona, que es lo que importa. Una de las bandas sonoras más ruidosas de los últimos tiempos que ha conseguido atraer a una nueva audiencia a la música de cine, lo que tiene mérito. Bebe muchísimo del minimalismo de Philip Glass para ‘Koyaanisqatsi’ pero a nadie le interesa. Ganadora del premio IFMCA a mejor banda sonora y nominada al Oscar.

‘Maléfica’ (Maleficent, 2014) de James Newton Howard

Antaño era mucho más fácil encontrar buenas partituras en películas de ciencia ficción, aventuras o fantasía. Hoy día, escasean a un nivel abismal. Por eso fue toda una sorpresa encontrarnos con esta majestuosa banda sonora que nos devuelve al mejor sonido orquestal de los años 80 y 90 con reminiscencias al estilo que desarrolló James Horner.

El tema en que Maléfica vuela es una de las más grandes creaciones de James Newton Howard. Con bandas sonoras como esta, da la sensación de que toda la inspiración de las producciones “live action” de Disney está en sus nuevas partituras. Nominada al premio IFCMA a la mejor banda sonora.

'The Monkey King' (2014) de Christopher Young

Sucede algo extraño en Hollywood y es que algunos de sus mejores compositores han caído en el olvido y han tenido que emigrar para seguir trabajando. Es el caso del veterano Christopher Young (gran compositor, mejor persona) quien fue contratado para esta película procedente de China y Hong Kong y que relata la leyenda del rey Mono (Sun Wukong). La música de Christopher Young es brillante, espectacular en su presentación. Tan buena que Young se hizo cargo también de la secuela. Es una lástima que la película sea desconocida porque la música es muy interesante. Descubridla y maravillaos. Nominada al premio IFMCA a la mejor banda sonora.

‘Los odiosos ocho’ (The Hateful Eight, 2015) de Ennio Morricone

¡Quién nos iba a decir que una película de Quentin Tarantino iba a ser merecedora del Oscar a la mejor banda sonora original! El proceso de creación de esta banda sonora fue tedioso: el director, gran admirador de la obra de Ennio Morricone, intentó persuadirle por todos los medios para que se hiciese cargo de la música de su octava película, tras los fallidos intentos en sus anteriores filmes. Finalmente lo consiguió tras un encuentro en Roma pero ante la presión por estrenar el filme, el compositor le dijo que le iba a presentar un tema principal y poco más y que podría utilizar música suya que quedó fuera de ‘La Cosa’.

Morricone trabajó en su composición y acabo consiguiendo unos 20 minutos de partitura original aproximadamente que luego conocerían variaciones en la película. Aunque en la película co-existen canciones y temas ajenos de Morricone como ‘El Exorcista 2’ y la citada ‘La Cosa’, la partitura original es de altísima calidad con un desarrollo psicológico que recuerda al veterano Bernard Herrmann. Según se comentó en su estreno, al propio Tarantino no le convenció nada la música la primera vez que la oyó (imaginamos que esperaba algo más spaghetti western) pero una vez la situó en el filme, era inmejorable. “L'Ultima Diligenza di Red Rock” es uno de los mejores temas compuestos para la música de cine. Ganadora del Oscar.

'Operación U.N.C.L.E.’ (The Man from U.N.C.L.E., 2015) de Daniel Pemberton

Revisión de la serie “El Agente de CIPOL” que en lugar de homenajear a Jerry Goldsmith o Morton Stevens, prefiere emular un sonido más funky al estilo de lo que David Holmes hizo en la trilogía de ‘Ocean’s Eleven’ pero con un desarrollo narrativo musical mucho más marcado. El resultado es extraordinario, una partitura que suena moderna y sofisticada y que recupera el mejor sonido “cool” que Henry Mancini y Lalo Schifrin cultivaron en los años 60. Pemberton se permite el lujo de aplicar un tema morriconiano para una venganza. Guy Ritchie no es consciente de lo que ha mejorado su cine desde que utiliza más las partituras que las canciones.

‘Star Wars: el despertar de la fuerza’ (Star Wars: The Force Awakens, 2015) de John Williams

Williams recupera su creación más famosa y vuelve a demostrar que él es el único capaz de expandir el universo de ‘La Guerra de las Galaxias’ con resultados sobresalientes. Al contrario que el resto del equipo, John Williams apenas pierde el tiempo con homenajes o nostalgia impostada y nos entrega una nueva cantidad de temas y motivos que revitalizan la música de cine. Destaca el tema de Rey, protagonista de la nueva trilogía y que recibe uno de los mejores temas (¿el mejor?) escrito por John Williams para cine.

La secuencia final es alucinante en su desarrollo: la música te descubre el misterio que todos estábamos esperando, dónde está Luke Skywalker y qué ha sido de nuestro héroe. Obra maestra descomunal a la altura, no sólo de las circunstancias, también de las originales. El trabajo del compositor en las siguientes entregas de la trilogía, tanto ‘Los Últimos Jedi’ como ‘El Ascenso de Skywalker’ merece todas las alabanzas posibles. John Williams ha compuesto 9 películas (cada una de más de dos horas de duración) para una misma saga en un periodo de 42 años. Gracias maestro, que la fuerza te acompañe.

‘Tomorrowland’ (2015) de Michael Giacchino

La banda sonora más imaginativa de su compositor. Para este producto que no terminó de funcionar en taquilla, Giacchino desarrolla todo un panorama sonoro en el que abunda la imaginación. ¡Tiene acción, tiene aventura, tiene fantasía! Un derroche de creatividad que no olvida la densidad dramática de su propuesta. La secuencia en que Casey atrapa el pin y entra en el universo de “Tomorrowland” es una de las mejores secuencias de la banda sonora en los últimos tiempos.

'El último lobo' (Wolf Totem, 2015) de James Horner

Aunque no fue la última banda sonora compuesta por su autor, podríamos decir que esta obra fue su canto del cisne. Bellísima creación que habla sobre la naturaleza del lobo, al estilo de lo que su director Jean-Jacques Annaud había hecho previamente en su carrera con ‘El Oso’. Incorpora voces étnicas, recurso habitual en la música del compositor que le otorga presencia y elegancia a su poderoso tema principal. Una partitura grandiosa con una rica instrumentación que rivaliza con las mejores del autor. La última muestra del enorme talento para el drama de James Horner quien falleció poco después dejando un vacío enorme en el panorama de la música para cine. Nominada al premio IFMCA a la mejor banda sonora.

En Spotify | Película disponible en Prime Video y HBO Max

'Mi amigo el gigante’ (The BFG, 2016) de John Williams

La adaptación de “Mi amigo, el gigante” era un proyecto personal para Steven Spielberg, no sólo por llevar a la gran pantalla un relato de Roald Dahl, también como tributo a su amiga fallecida, la guionista Melissa Mathison. John Williams compone una banda sonora extraordinaria que vuelve a demostrar que a pesar de su edad, sigue siendo el número uno.

La música narra todo el cuento a través de los fantásticos temas que Williams crea para estos personajes: las relaciones que se establecen, los villanos de la función y sobre todo, esas jarras llenos de sueños cuyo sonido juguetón de instrumentos de viento pueden recordar a Prokofiev. Una maravilla que por su fracaso en taquilla, fue injustamente olvidada en todos los premios de su año. Recuperadla porque es preciosa.

‘El libro de la selva’ (The Jungle Book, 2016) de John Debney

Maravillosa revisión de la banda sonora clásica de George Bruns (cuyas notas incluso abren el filme). Muy acertado estuvo Jon Favreau en considerar a su compositor habitual para esta producción y el resultado es genial. Debney demuestra que sigue siendo el compositor más camaleónico con una música elegante que llena la película que acompaña. Es cierto que su partitura puede recordar a melodías de Jerry Goldsmith o John Barry pero su fuerza y belleza, que desarrolla al estilo de la banda sonora más clásica, la convierte en una de las mejores de los últimos tiempos. Una vez más, es interesante comprobar que los “live action” de Disney contienen bandas sonoras muy creativas, siempre y cuando no contraten al compositor original que acaba haciendo un revoltijo del original.

‘La La Land’ (2016) de Justin Hurwitz

Tras el éxito de su anterior filme, Damien Chazelle junto a su compositor fetiche, Justin Hurwitz, realizan una partitura y unas series de canciones originales inspiradas en musicales clásicos como ‘Un Americano en París’ o ‘Los Paraguas de Cherburgo’ (emulando el proceso de trabajo de Michel Legrand y Jacques Demy). El resultado es cuanto menos único. Al ser el compositor de toda la banda sonora, Hurwitz incorpora las melodías de las canciones dentro de una partitura agradable para el paladar que busca desesperadamente rememorar el sonido de antaño a la vez que demuestra las limitaciones artísticas del compositor (quien no cesa en repetir esquemas ya escuchados en ‘Guy and Madeline on a Park Bench’ y que volverán a sonar en ‘First Man’).

Respecto a las canciones, palidecen en comparación con la partitura. La excepción es “Audition (The fools who dream)” (por su valor narrativo dentro del filme como catarsis de personaje) y “Another Day of Sun” que contiene la mejor melodía. Con todo, nos quedan dos escenas mudas en las que la música alcanza todo el protagonismo: la secuencia del planetario y el agridulce epílogo. Es irónico que uno de los mejores momentos de la banda sonora esté en los créditos finales, que no es sino una versión instrumental de la canción que abre el filme. El descomunal éxito que logró el musical hizo que todo estos detalles se pasasen por alto. La misión de Hurwitz era complicada y el resultado es bueno pero esta es una de las bandas sonoras más sobrevaloradas de todos los tiempos. Ganadora del Oscar.

'Tale of a Lake' (2016) de Panu Aaltio

El cine documental también ha dado lugar a bandas sonoras muy interesantes. Género que permite una enorme creatividad al describir las localizaciones y las emociones de los testimonios registrados, ha permitido dar a conocer a uno de los más grandes talentos de la música de cine actual, Panu Aaltio.

Para este filme que trata sobre Finlandia, su tierra natal, el compositor elabora un panorama sonoro sorprendente, con unas texturas orquestales de primerísima calidad. Es fabulosa la belleza que desprende esta banda sonora casi desconocida. Ganadora del premio IFMCA a la mejor banda sonora documental.

‘La muerte de Stalin’ (The Death of Stalin, 2017) de Christopher Willis

Uno de los géneros más ingratos en el cine (sino el que más) es la comedia. Y no hay tarea más complicada para un compositor que musicalizar una comedia donde está presente el miedo a estropear el chiste. Por esta razón uno de los recursos más utilizados para elevar el humor de una comedia, es hacer una partitura completamente seria (Elmer Bernstein fue el maestro de esta tendencia).

El compositor novato Christopher Willis entendió a la perfección este concepto y la aplicó en ‘La Muerte de Stalin’ con notable éxito. Partitura apoteósica con reminiscencias a compositores como Shostakovich y John Williams, permite que la sátira funcione a la perfección gracias a su elevado dramatismo. Una grata sorpresa que consiguió colarse en la lista de las 15 partituras pre-seleccionadas para el Oscar a la mejor banda sonora aunque no consiguió la nominación.

‘El hilo invisible’ (Phantom Thread, 2017) de Jonny Greenwood

Tras trabajar previamente con Jon Brion, el cineasta Paul Thomas Anderson contrató a Jonny Greenwood (guitarrista de Radiohead) para hacerse cargo de ‘Pozos de Ambición’. Desde entonces, Greenwood ha realizado la música de sus películas y según sucedían los títulos, ha pasado lo mismo que con Wes Anderson: la música original ha ido ganando terreno a la recopilación de canciones.

La banda sonora para ‘El Hilo Invisible’ es una partitura de una madurez exquisita. Un poderoso tema principal que conoce variaciones según avanza el enfermizo romance se alterna con un sonido con cierto eco a Bill Evans para reflejar la pomposidad del famoso sastre protagonista. Sorprende que el guitarrista de Radiohead haya resultado ser el heredero de Bernard Herrmann. Nominada al Oscar y ganadora del IFMCA.

‘La guerra del planeta de los simios’ (‘War for the Planet of the Apes, 2017) de Michael Giacchino

La Guerra Del Planeta De Los Simios

Para el cierre de la última trilogía de la saga de los simios, Giacchino compone una banda sonora muy dramática que refleja la búsqueda de Caesar de su lugar en el mundo mientras los humanos destruyen sus sueños y esperanzas. Es una banda sonora muy rica temáticamente que consigue desligarse (¡por fin!) de las sempiternas alusiones a los trabajos de Jerry Goldsmith y Leonard Rosenman para los primeros títulos. Están presentes los momentos más tribales pero integrados en una nueva sinfonía que le resta importancia al sonido “de una orquesta de monos”.

Brillante es el momento final donde la música se calma y sucede con una belleza cálida realzada con un coro en estado de gracia en unas cadencias que pueden recordar a los románticos temas de John Barry para el cine. Hay un tema para la aventura muy inspirado en ‘La Moglie Piu' Bella’ de Ennio Morricone que seguramente fue utilizado como temp-track. Épica, la mejor partitura compuesta por Michael Giacchino. Nominada al IFMCA a la mejor banda sonora.

‘En las Estrellas’ (2018) de Iván Palomares

Tras haber compuesto la música de una enorme cantidad de cortometrajes, el joven Iván Palomares fue seleccionado para ‘En las Estrellas’, película sobre un director de cine caído en desgracia que sobrevive relatándole historias fantásticas a su hijo. La música es acogedora, delicada, con un bellísimo piano que representa la situación personal del protagonista mientras que los recuerdos suenan a fascinación llena de nostalgia. Una banda sonora que es un canto de amor a la magia del cine. Nominada al premio Goya y al IFMCA.

‘El regreso de Mary Poppins’ (Mary Poppins Returns, 2018) de Marc Shaiman

Difícil tarea tenía Marc Shaiman (y su letrista Scott Whittman) al hacerse cargo de la secuela de 'Mary Poppins’ casi 50 años después. Una labor ingrata pues todo el mundo recuerda las hermosas canciones de los hermanos Sherman y las orquestaciones de Irwin Kostal de la original pero afortunadamente, la elección de Marc Shaiman fue todo un éxito.

Dentro de la espectacular obertura (¿para cuándo el regreso de las oberturas en el cine de manera habitual?), conocemos el melancólico nuevo tema de Mary Poppins que será el centro de toda la obra. Las canciones están igualmente incorporadas en la propia partitura, permitiendo un esquema musical mucho más adecuado. Todo ello aderezado con pequeñas referencias al musical original. Deliciosa, sus títulos de crédito finales son enternecedores. Candidata al premio Oscar y al IFMCA.

‘Max & Me’ (2018) de Mark McKenzie

Preciosa creación de Mark McKenzie para una nueva película de animación del estudio mejicano Dos Corazones y que apenas ha sido distribuida. Relata la historia de Maximilian Kolbe, franciscano polaco prisionero en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Más adelante, se ofreció ser ejecutado en lugar de otro prisionero injustamente sentenciado. Con toda esta vida de ejemplo y entrega a los demás, el papa Juan Pablo II le canonizó en 1982. Para esta historia llena de dolor y religión, Mark McKenzie incorpora el violín de Joshua Bell a sus hermosas melodías interpretadas por una orquesta de 135 músicos y coro incluido.

El uso de este instrumento solista le permite alcanzar unas cotas de dramatismo que permiten a la partitura rivalizar con algunas de las bandas sonoras más trágicas y emotivas de todos los tiempos. Es alucinante este nivel musical en una película de poco recorrido comercial y una vez más, pone de manifiesto que es posible disponer de una enorme partitura aunque la película no esté a la altura de las circunstancias. Esta es la obra maestra de Mark McKenzie y merece todo el respeto. Ganadora del premio IFMCA a la mejor banda sonora para animación.

‘Han Solo: Una historia de Star Wars’ (Solo: A Star Wars Story, 2018) de John Powell

Cuando se anunció que John Powell era el elegido para este spin-off, la afición de la banda sonora se tranquilizó. El artista había dado ya numerosas muestras de calidad por lo que ‘Star Wars’ estaba en buenas manos. Aún así, el maestro John Williams (la verdadera voz musical de la saga) compuso un magnífico tema titulado “Las Aventuras de Han Solo” que John Powell incorporó a su propia partitura.

La música de Powell es escandalosa, rítmica y emocionante, todo lo que la película necesitaba (y más después de los conflictos que su producción arrastraba). Powell se permite incluso realizar un tema con voces étnicas que aunque desentona en el universo galáctico, le da un toque de personalidad. Y es que más que una banda sonora de ‘Star Wars’, es más bien una de John Powell haciendo ‘Star Wars’ que era lo que la película requería. Espectacular pieza que recupera los temas de John Williams en la trilogía original con sonido de John Powell. Ganadora del IFMCA a la mejor banda sonora.

El vicio del poder (Vice, 2018) de Nicholas Britell

A pesar de que ‘El Blues de Beale Street’ se llevó todos los honores y menciones, la otra banda sonora de Nicholas Britell en 2018 merece el mismo reconocimiento, o incluso más. Perfecta sinfonía cuyo punto de partida es un tema para el vicepresidente Dick Cheney con alusiones a la “Fanfarria para el Hombre Corriente” de Aaron Copland pero que en su desarrollo contiene, lo que podríamos decir, las notas equivocadas y hace que su sonido no termine de sonar confortable. El tema convive con otro dedicado a su familia que es cálido, acogedor y perfectamente equilibrado.

El contraste que esta banda sonora juega en la película, hace que la sátira funcione a la perfección. Otro magnífico ejemplo: el personaje de Donald Rumsfeld se representa a través de ritmos setenteros divertidos y una vez Dick Cheney consigue estar a su altura, su propio tema conoce este sonido. El tema “The Iraq War Symphony” es una magnífica creación. La calidad de esta banda sonora denota que Nicholas Britell es el compositor de música de cine más prometedor en este momento. Preseleccionada para la nominación al Oscar.

‘Historia de un matrimonio’ (Marriage Story, 2019) de Randy Newman

¡Qué buena idea tuvo Noah Baumbach al permitir a Randy Newman hacerse cargo de la música de sus películas! Su estilo se adapta a la perfección a los planteamientos dramáticos del director neoyorkino, tal y como quedó demostrado en la banda sonora (interpretada solo a piano) de ‘The Meyerowitz Stories’. Para ‘Historia de un Matrimonio’, Randy tuvo la difícil tarea de hacerse cargo de una película cuyo temp-track estaba repleto de preciosas melodías de Georges Delerue.

La película arranca con su música para los dos puntos de vista del matrimonio: el de Nicole y el de Charlie mientras cada uno de ellos nos narra los acontecimientos que se suceden en pantalla. Baumbach y Newman son conscientes de que no necesitan apoyarse en demasiada música, lo que permite que la música tenga una justificación mayor dentro de la película y por lo tanto que el resultado final sea más interesante. Esta es la mejor partitura de Randy Newman desde los años 90 y es asombroso encontrar una banda sonora de estas características en un momento en el que el cine prefiere sonar industrial y apenas respetar los silencios. De momento está nominada al Globo de Oro pero todo apunta a que será candidata al premio Oscar.

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