Las 13 mejores películas de Steven Spielberg

Las 13 mejores películas de Steven Spielberg

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Las 13 mejores películas de Steven Spielberg

A estas alturas, cantar las alabanzas de Steven Spielberg, quizás el director de cine más influyente y significativo de la historia del Hollywood moderno, es una tarea condenada a, como mínimo, no contar nada nuevo. Su obra ha sido analizada al detalle: los grandes éxitos y las decepciones de taquilla, sus logros artísticos y sus pequeños fiascos. Su labor como productor es tan influyente o más que la de director, especialmente en los años ochenta. Y su estilo como narrador audiovisual ha sido diseccionado hasta el más mínimo detalle.

La llegada de 'Ready Player One', que algunos califican de un encargo resuelto con solvencia y otros de su mejor film desde 'Munich', vuelve a poner en primera fila a un director que aún rueda sin descanso y con una libertad creativa prácticamente total, con un pie en la integridad artística y otra en la casi infabilidad comercial. Para celebrar que Steven Spielberg sigue vivo y bien, ya lejos de revolucionar el cine mundial con cada estreno pero aún muy capaz de facturar periódicamente entretenimiento de primera categoría, hemos seleccionado sus 13 mejores películas.

Sobrevolaremos toda su obra aunque nos detengamos especialmente en estos 13 títulos. Spielberg ha tocado casi todos los géneros clásicos de Hollywood (posiblemente de entre todos ellos solo tenga pendiente el western) y este puñado de películas son un excelente catálogo de la obra de un autor versátil y muy influyente. Este es el Spielberg imprescindible.

El diablo sobre ruedas (1971)

Empezamos con la trampa de siempre: 'El diablo sobre ruedas', o 'Duel', no es una película, sino una TV-movie, pero a todos los efectos es un perfecto ejemplo de cine de serie B conciso, directo, económico y aterrador, comparable en esos términos quizás solo a 'La cabina' de Mercero. En cualquier caso, está claro que es una de las grandes producciones de terror televisivo de los setenta, junto a 'Salem's Lot', 'Don't Be Afraid of the Dark', 'Una historia alucinante' y un puñado más.

Asombrosamente precisa para ser un cuasi-debut, el secreto de esta modesta producción televisiva está en la pericia y fidelidad con la que Spielberg visualiza el guión del gran Richard Matheson, basado en una historia propia. Ahí ya estaba la sintética idea de base (un hombre común -Dennis Weaver- es perseguido por un despiadado camión) e ideas brillantes en la puesta en escena, como que nunca se vea al conductor del camión, lo que convierte en villano al propio vehículo.

Tiburón (1975)

El primer megaéxito de Steven Spielberg, que podríamos calificar de revolucionario incluso desde el punto de vista sociológico, cambió también para siempre la industria del entretenimiento. 'Tiburón' inventó el blockbuster veraniego un poco de rebote, después de un rodaje caótico y de que Spielberg decidiera optar por la hitchcockiana opción de enseñar poco al monstruo porque los tiburones mecánicos no paraban de dar problemas.

El resultado, por suerte, acabó alcanzando un estatus merecidamente mítico, gracias a la casi abstracta banda sonora de John Williams, un montón de frases históricas, unas interpretaciones memorables, una dosificación del suspense perfecta y una campaña de promoción revolucionaria y que cambiaría los veranos de Hollywood para siempre: películas con un high-concept resultón, brasa publicitaria hasta el agotamiento y un esquema de producción del que el propio Spielberg sacaría buen partido en el futuro.

Encuentros en la Tercera Fase (1975)

Una extraña decisión de Spielberg para continuar con su carrera: una película de ciencia-ficción pequeña, con pocos efectos especiales, opuesta tanto a la propia 'Tiburón' como a la revolución del género que estaba por llegar, 'Star Wars'. La película, sin embargo, era tan rara, tan intimista, que fue estrenada de forma muy limitada y solo fue ampliando el número de salas en las que se proyectaba poco a poco. Sin embargo, acabaría siendo uno de los pilares de la ciencia-ficción optimista y humana que invadiría las salas en los ochenta, junto a 'Star Wars' y 'Superman'.

Toda una obra fundacional gracias a la creatividad de una buena cantidad de nombres propios: en el guión participaron en distintos grados gente como Paul Schrader, John Hill o David Giler, en los efectos especiales se contó con creadores de la talla de Douglas Trumbull, Carlo Rambaldi o Ralph McQuarrie, pasando por el creador del legendario logotipo de la película, Dan Perri. Y es el primer paso de Spielberg en un género al que volvería muy a menudo, y que aquí trató con una sensibilidad única, en una película con una construcción férrea y expuesta con varios frentes narrativos simultáneos.

En busca del Arca Perdida (1981)

La consagración definitiva de Spielberg como uno de los nombres esenciales del cine comercial norteamericano de su momento llegó con 'En busca del Arca Perdida', primera aventura de Indiana Jones, y cuyo éxito desataría muchas más secuelas oficiales que la mera trilogía original (a la que seguirían una secuela tardía y otra entrega actualmente en preparación). Para empezar tuvo encarnaciones muy notables en el mundo de los videojuegos: la aventura gráfica 'Indiana Jones and the Fate of Atlantis', de 1992, prácticamente se considera una secuela oficiosa.

También hubo secuelas muy interesantes en cómic (la colección de Marvel, entre 1983 y 1986, con su propia continuidad, es una delicia) y en la televisión (con 'Las aventuras del joven Indiana Jones', quizás la secuela más respetuosa con el tono del Arca Perdida original). Entre todas fijaron las bases de un estilo que era una versión hipercinética de los seriales de aventuras que inspiraron a Spielberg y George Lucas en la creación de Indiana, y que fue mutando de diversas formas: por ejemplo, de modo extremadamente siniestro en 'Indiana Jones y el Templo Maldito'. La trilogía original es, sin ninguna duda, una de las bases fundacionales del moderno cine de aventuras, irónico, nostálgico y espectacular.

E.T. el extraterrestre (1981)

Un Spielberg absolutamente en llamas, capaz de facturar las películas más populares sin por ello perder su sello personal (el tono de 'ET el extraterrestre', por ejemplo, es inusualmente íntimo y plácido) creó con esta historia de la amistad entre un niño y un adorable alienígena la película más taquillera de los ochenta. Y record absoluto de ingresos hasta la llegada de 'Parque Jurásico' una década y pico después.

'ET' es un buen resumen de todo lo bueno del cine del director (puesta en escena detallista y clásica, innovación técnica, renovación de géneros), y también de todo lo menos bueno (puntualmente sensiblera, un sambenito del que Spielberg no se desembarazaría nunca, aunque se le echó en cara especialmente en los ochenta... paradójicamente, antes de que empezara a centrarse en los dramas). Es una curiosa continuación, en modo familiar y accesible, de las propuestas de 'Encuentros en la tercera fase', y una curiosa (y, cómo no, extremadamente influyente) vuelta de tuerca a las historias de invasiones espaciales, cuyo aspecto más terrorífico explotaba el guión original del film.

Parque Jurásico (1993)

Spielberg se arrebató a sí mismo el record de película más taquillera de todos los tiempos por 'ET' con esta 'Parque Jurásico' que sostendría el trofeo hasta la llegada de 'Titanic' en 1997. Nada mal para una película que se estrenó, paradójicamente, el mismo año que el director asestó un gran volantazo a su cine con 'La lista de Schindler'. Por el agravio comparativo o quizás por el descomunal éxito o el impacto de una dinomanía que ya no nos abandonaría del todo, 'Jurassic Park' no fue considerada en su día una película destacable de la carrera de su responsable.

Hoy, sin embargo, es fácil encontrarle atractivo como una monster movie de aires clásicos, sobre todo si se la compara con la transformación de los blockbusters veraniegos en monstruos de hierro y fuego sin demasiada personalidad. Secuencias como la persecución del T-Rex o el acoso de los velocirraptores, o aquellas donde brilla el Spielberg más familiar -como la aparición del primer diplodocus-, de un contagioso sentido de la maravilla, hacen que se perdonen con facilidad algunos problemas como el desarrollo de los personajes o el ocasional exceso de azúcar.

La lista de Schindler (1993)

Spielberg había dirigido unos cuantos dramas antes de 'La lista de Schindler': algunos habían sido tan bien recibidos como 'El color púrpura', el primero de todos ellos en 1985; 'El Imperio del Sol' sería el primero de los ambientados en época de guerra, y 'Always' nos brindaría un suavísimo pero olvidable drama con tintes fantásticos. Nada comparable a la dureza expositiva y la terrible temática de 'La lista de Schindler', con la que Spielberg ganaría 7 Oscars, la mayoría en categorías principales, de 12 nominaciones en total.

Brillantísima y melodramática, con unas interpretaciones extraordinarias de Liam Neeson y Ben Kingsley, pero también de Ralph Fiennes como oficial nazi, extraía toda su fuerza de estar basada en hechos reales: un nazi arrepentido hace uso de sus influencias para salvar a judíos de los campos de concentración. Pese a su fama, no es el mejor drama de Spielberg, sin embargo: el tiempo ha relativizado sus logros, y aunque técnicamente es un prodigio, la exposición de parte de los hechos y su algo maniquea visualización del Holocausto hace que no haya envejecido demasiado bien.

Salvar al soldado Ryan (1998)

Spielberg ha abordado en distintas ocasiones el género bélico, pero las recientes 'War Horse' o 'Lincoln' no alcanzan la categoría de mucho más que notas al pie en su larga filmografía. Más notoria es 'Salvar al soldado Ryan', una de las películas bélicas más importantes de los últimos veinte años gracias, sobre todo, al impacto e influencia de las escenas de guerra que abren y cierran el film, sesenta minutos de espectáculo bélico crudo y directo que barrió de un plumazo la fama de blando de su director.

Especialmente, la secuencia inicial -una sucísima experiencia que pone al espectador al nivel de los soldados aliados protagonistas del Desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial- ha sido diseccionada al detalle como una de las escenas de guerra más realistas de todos los tiempos, y por ello mismo, también ha sido muy imitada. En el núcleo del film, un drama castrense no tan destacable como las secciones de muerte y destrucción, pero beneficiado por un extraordinario Tom Hanks en una de las mejores interpretaciones de su carrera. Y como complemento perfecto para la película, una producción de Spielberg, la coetánea miniserie televisiva 'Hermanos de sangre'.

AI - Inteligencia Artificial (2001)

Muy cercanas en el tiempo, Steven Spielberg dirigió tres películas de ciencia-ficción interesantísimas. En 2002 la trepidante adaptación de Philip K. Dick 'Minority Report', en 2005 el excelente espectáculo de invasiones marcianas 'La guerra de los mundos' y antes de ambas, en 2001, la mejor y más personal de las tres, 'A.I. Inteligencia artificial', a partir de un relato de Brian Aldiss. Con un diseño del futuro frío, distante y creíble pese a la lejanía temporal, Steven Spielberg consiguió dotar a la película de un estupendo equilibrio entre el drama emocionante sobre IAs cuya consciencia despierta y el puro exhibicionismo de un mundo de mañana.

El resultado es, aún hoy, una de las películas más incomprendidas de Spielberg, debido sobre todo al extraño viraje estético y temático que la película hace en su segunda mitad, entrando en cuestiones de auténtica metafísica-ficción. Convirtiendo la irregularidad de tonos y estéticas en una virtud, estamos ante la película más inclasificable y difícil de Spielberg, pero también en un auténtico hito entre sus aproximaciones al género, acompañamiento perfecto de sus clásicos más intocables, 'Encuentros en la Tercera Fase' y 'ET el extraterrestre'.

Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio (2011)

No muy bien acogida en su momento, poco a poco va siendo reivindicada entre la crítica y los aficionado, en un proceso similar al que vivió 'Parque Jurásico'. No muy fiel a los comics originales de Hergé más que en lo nominal (pese a extraer su argumento de tres álbums del personaje), 'Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio' es estupenda como película de aventuras clásicas en CGI, aunque quizás su gran problema sea la infernal expresividad de sus personajes, todo un baño en el Valle Inquietante.

Pero la película es genuínamente divertida, recupera la devoción de Spielberg por la aventura gritona y saltarina y tiene un par de persecuciones que son más bellas que la Victoria de Samotracia. Quizás no muy indicada para fans fatales del personaje o de las adaptaciones al pie de la letra, pero sí desde luego para quienes echan de menos al Indiana de los viejos tiempos.

Atrápame si puedes (2002)

A principios de siglo, y tras el par de citadas películas de ciencia-ficción con las que abrió los domiles (y antes de afrontar 'La guerra de los mundos'), Spielberg pareció relajarse con un par de películas protagonizadas por Tom Hanks, la algo más convencional 'La terminal' en 2004 y esta deliciosa 'Atrápame si puedes', coprotagonizada por Leonardo DiCaprio. Se trata de una deliciosa historia, basada en inauditos hechos reales, acerca de un experto en falsificación de identidades y su eterna huída de las garras del FBI.

Además de, cómo no, sus soberbias interpretaciones principales, este sofisticado juego de gato y ratón encuentra su mayor virtud en la macedonia de géneros y cómo Spielberg juega con todos ellos: del thriller al drama, pasando por la comedia de confusión de identidades y las intrigas suaves de robos imposibles. Un festival de referencias no explícitas con el que el director rinde cuentas con un cine clásico en el que él, claramente, se ve más reflejado que en los ruidosos espectáculos de acción actuales (y que, ironías de la vida, ayudó a apuntalar).

Munich (2005)

Para muchos, la última gran película de Spielberg hasta la fecha, y desde luego, la última en ahondar temas de tanto calado pese a la ambientación en los años setenta: 'Munich' se centra en la terrible venganza que el servicio secreto judío emprendió contra los terroristas palestinos responsables del atroz Septiembre Negro. Pero los temas que trata el film son terriblemente actuales, y de hecho Spielberg -judío él mismo- recibió críticas muy duras por el amargo retrato que hace del enfrentamiento entre ambas facciones.

Todo el cine posterior de Spielberg parece más ligero e intrascendente (empezando por una película de espías en un tono serio pero mucho más comedida, 'El puente de los espías') en comparación con esta película técnicamente deslumbrante, que imita los modos del thriller urbano de los setenta, queriendo contemplar cara a a cara a sus maestros. Destacan unas increíbles interpretaciones (un Eric Bana que no teme resultar antipático en cabeza) y una meticulosa recreación de una época cuyo eco de los disparos aún seguimos recibiendo hoy día.

Los archivos del Pentágono (2017)

La penúltima película de Spielberg ha sido criticada por su pulcritud y exceso de solemnidad, y es cierto que el director parece insólitamente tibio ante la responsabilidad de estar hilvanando una pseudoprecuela de 'Todos los hombres del presidente'. Sin embargo, y aunque carece de la creatividad de películas del director en teoría más inanes, su recreación histórica y, sobre todo, su espléndida dirección de actores (no solo Tom Hanks y Meryl Streep; secundarios como Bob Odenkirk están sublimes) la convierten en un interesante thriller.

Quizás lo más estimulante de 'Los archivos del Pentágono' es que 'Ready Player One' se ha estrenado casi sucesivamente, y eso hace que no podamos predecir el futuro de un Spielberg aún completamente activo y dispuesto a dar sorpresas. El director de 'Tiburón' quizás ya no esté como para andar poniendo patas arriba la industria, pero la culpa no es solo suya: es que la industria se ha diversificado de una forma asfixiante. Pero mientras Spielberg siga teniendo ese ojo clínico para la puesta en escena y la dirección de actores, y sobre todo, esa voluntad de reformular con espíritu lúdico los géneros clásicos, nosotros seguiremos muy atentos a su cine.

Esto es lo que considero imprescindible del director. Ahora es vuestro turno: ¿cuáles opináis que son las mejores películas de Steven Spielberg?

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