La animación televisiva lleva ya varios años pasando por un gran momento y solamente la resistencia de algunos espectadores a ver este tipo de series está impidiendo que títulos como, por mencionar solamente un puñado de casos, la ya finalizada ‘Gravity Falls’, ‘Rick & Morty’ o la veterana ‘South Park’ tengan un reconocimiento más extendido. Es una pena que así sea, pero del mismo modo que la comedia es peor vista que el drama, la animación lo es respecto a la acción real.
Uno de los mejores ejemplos de ello es ‘BoJack Horseman’, una propuesta que sobre el papel parecía una lectura en clave de humor del mundo del espectáculo y que con el paso de los episodios y las temporadas ha ido demostrando que es muchísimo más que eso. Para empezar es una serie con una precisión envidiable a la hora de mostrar los efectos de una depresión, pero lo hace de tal forma que tan pronto de hunde en la miseria como consigue que te rías sin parar.