No descubrimos nada a nadie si decimos que Audrey Hepburn es una de las actrices más icónicas de la historia del cine. Ganadora de un Óscar, un Globo de Oro y un Tony, la actriz llegó al tope de su fama en los 50 y los 60 gracias a 'Desayuno con diamantes', 'Vacaciones en Roma', 'Charada', 'My fair lady' o 'Dos en la carretera'. Y, entonces, en su momento de mayor reconocimiento, decidió retirarse dejando tras de sí una carrera casi perfecta. Era 1967, tenía 38 años y solo volvería a la gran pantalla para cuatro papeles más. El primero, en 'Robin y Marian', nueve años después. Imaginad el revuelo.
Olé esa Adriana
Lo más curioso es que Hepburn no estaba interesada en el papel a priori. Fueron sus hijos, Sean y Lucca, los que insistieron en que tenía que hacer lo posible por estar en esa película. ¿El motivo? Que ya se sabía que Sean Connery, la gran estrella del momento, haría de Robin Hood... Y los niños no podían contener la emoción al saber que su madre actuaría con "James Bond". Sabiendo que sus vástagos podrían visitarla en el plató, aceptó salir de la jubilación un ratito.
Solo había un problema: algunos de los actores tenían problemas con el fisco, así que no les quedó más remedio que rodar 'Robin y Marian' en otro lugar. ¿Y qué lugar eligieron? Exacto: España. Franco estaba en las últimas (murió cuatro meses después del fin del rodaje) y el aperturismo era notorio: desde finales de los 50, películas como la trilogía del Hombre Sin Nombre de Sergio Leone, 'Cleopatra' o '55 días en Pekín' ya encontraron su hogar en nuestro país sin que ello supusiera un escándalo.
En particular, 'Robin y Marian' encontró su localización principal en Zamora. Más concretamente, en el castillo de Villalonso, que lleva en pie desde el siglo XIII y que actualmente puedes visitar como un lugar de turismo más. Además, la ciudad navarra de Artajona hizo las veces de Nottingham y los bosques de Sherwood fueron la sierra de Urbasa. Además, se rodaron escenas en Navarra, particularmente en las pequeñas poblaciones de Quinto Real, Orgi y en la capital, Pamplona. Vamos, que si alargan un poco más el rodaje les pillan los Sanfermines e igual hay que improvisar en el guion.
Un equipo español
Claro está, movilizar todo un equipo inglés a España durante dos meses hubiera convertido la película en un desfalco de dinero, así que, dentro de lo posible, se contrató gente española. Por ejemplo, para el pequeño papel de la Reina Isabella, Reina de Francia (como esposa del Rey Juan) desde 1200 a 1216 confiaron en una actriz de 17 años que no tenía casi ningún tipo de experiencia en el cine: una tal Victoria Abril, que solo había aparecido en una peliculilla llamada 'Obsesión' un año antes.
Tras el rodaje, pero antes del estreno, Victoria Abril se convirtió en una de las caras más conocidas de España como azafata del 'Un, dos, tres', y su posterior carrera junto a Vicente Aranda y Pedro Almodóvar, entre tantos otros, es perfectamente conocida por todos: ha ganado un Goya, un Oso de Oro en Berlín, dos Conchas en San Sebastián... Y además ha actuado junto a Audrey Hepburn. Pocas personas pueden decir eso.
Ah, sí: además estaban en el equipo, entre otros, Yvonne Blake, la antigua presidenta de la Academia entre 2016 y su triste fallecimiento en 2018, Gil Parrondo y Michael Stringer. Pero curiosamente, cuando llegó el momento del estreno español, en 1978, la película apenas pasó por los cines navarros por una huelga. Fue en la sala Gayarre, propiedad de la cadena Sade, y coincidió, justo, con un momento en el que ni siquiera se levantaba el telón como protesta. Vaya timing perfecto.
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