La última gran película de uno de los mejores directores de todos los tiempos está en SkyShowtime. Un drama de juicios ejemplar donde supo tener la última palabra

La última gran película de uno de los mejores directores de todos los tiempos está en SkyShowtime. Un drama de juicios ejemplar donde supo tener la última palabra

William Friedkin adapta una contundente obra de teatro sobre el honor y la lealtad construida con magistral meticulosidad

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El Juicio Del Motin Del Caine 2023 William Friedkin

Las adaptaciones teatrales son muy golosas para autores especialmente interesados en el drama humano y en actores que quieren masticar y remasticar personajes poco habituales en el cine. En ocasiones terminan sintiéndose, irónicamente, muy rígidas en sus elementos puramente cinematográficos a menos que haya un autor especialmente apto para insuflar oxígeno e ideas visuales. William Friedkin era uno de ellos.

Lo mejor era que podía hacer adaptaciones como 'Los chicos de la banda' o la televisiva 'Doce hombres sin piedad: Veredicto final' sin excesivos alardes. También podía sobresalir con cosas como 'Bug', donde aporta un electrizante sentido de la paranoia a un ya vibrante relato de Tracy Letts. Siempre encontraba la manera de hacer relucir la fuerza de la obra, explorando la humanidad en sus facetas más complejas, sin dejarse llevar por el frenético músculo que ha marcado sus otras obras maestras cinematográficas. Una fabulosa cualidad que consiguió preservar hasta en su última película, 'El juicio del motín del Caine'.

En búsqueda de la verdad

Estrenada a finales del pasado año en streaming a través de SkyShowtime, la última obra de Friedkin antes de su muerte fue una película de la vieja escuela pensada para su estreno en formato doméstico. Un drama judicial que adapta una clásica obra de teatro con un apasionante reparto compuesto por Kiefer Sutherland, Jason Clarke, Jake Lacy y el ya difunto Lance Reddick.

El personaje de Lacy es un primer oficial que se enfrenta a un consejo de guerra por relevar al capitán de su barco durante un momento de emergencia y de peligro de la seguridad, donde el capitán dio señas de inestabilidad mental. Ahora sus acciones durante el relevo de poderes y en los meses previos, donde el capitán tomó el mando del USS Caine, son examinadas y contraexaminadas por su abogado defensor, puesto en el caso a regañadientes, por la fiscal asignada y por el tribunal militar. Todos intentarán desentrañar la verdad de lo sucedido en la embarcación.

Qué sucede no es algo que se nos muestre en ningún momento. Prácticamente la totalidad del metraje tiene lugar en la misma sala donde se realiza el consejo de guerra, con Friedkin optando por una puesta en escena minimalista acorde a un diseño de producción reducido y hasta opresivo. Esto deja sensación de austeridad, realzando la naturaleza de directo a televisión que tiene el proyecto, pero el director va ofreciendo pequeños detalles de interés para mantener el ritmo de la obra y que sea contundente como un film judicial de los de toda la vida.

'El juicio del motín del Caine': ejemplar drama judicial

El Juicio Del Motin Del Caine 2023 Jason Clarke

A través de los testimonios y de cortar con diferentes ángulos a un mismo personaje, estos personajes van diseñando imágenes mentales de lo que sucedió en la embarcación. Imágenes no del todo definidas y ambiguas, aunque con toda la intención. Mediante estas perspectivas contradictorias y la información debidamente administrada, Friedkin interroga aspectos como el honor, el deber, la lealtad y el valor humano en situaciones extremas. Algo que ha sido recurrente en su obra pero ha salido a relucir en su mirada más crítica de Estados Unidos durante este siglo, empezando por 'Reglas de compromiso'.

El director intenta también, a través de la dirección de actores, realizar un estudio cuidadoso del capitán Queeg, el personaje de Sutherland, para que nos quede claro cómo fue servir bajo sus órdenes. La posición de la cámara compensa la limitación de los movimientos, siempre observando los personajes desde un ángulo que puede ir cambiando durante unos interrogatorios que uno como espectador sólo puede presenciar apretando el puño.

Signo de que estamos ante un trabajo potente y ejemplar, una última gran película que no se engalana como tal pero evidencia el talento de un genio del cine. Uno que ahora ya no disfrutaremos de nuevo, pero se fue por la puerta grande.

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