'Baelor': el episodio perfecto de 'Juego de Tronos' que no ha vuelto a igualarse en todas las demás temporadas de la serie de HBO

'Baelor': el episodio perfecto de 'Juego de Tronos' que no ha vuelto a igualarse en todas las demás temporadas de la serie de HBO

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'Baelor': el episodio perfecto de 'Juego de Tronos' que no ha vuelto a igualarse en todas las demás temporadas de la serie de HBO

"El amor mata al deber."

Un silencio tenebroso solo roto por el vuelo de unas palomas. Una niña rota de dolor y otra que ha crecido de repente ante lo visto frente al septo. Estoy hablando de la escena que cierra 'Baelor', el noveno episodio de 'Juego de Tronos', y el momento en que la serie da el salto definitivo.

Puede que nueve años después la tengamos algo relegada a un segundo plano por todo lo que hemos visto en los dichosos "novenos" episodios de cada temporada: la batalla del Aguasnegras, la Boda Roja, la gran batalla del Castillo Negro o la de los Bastardos son grandes ejemplos de cómo ha escalado la serie. Pero ese 1x09, 'Baelor', es un episodio perfecto. El paradigma de lo que es 'Juego de Tronos'.

Si bien el episodio ha pasado a la memoria como el de la inesperada muerte de Ned Stark (Sean Bean), esto solo son unos pocos minutos al final. El resto de los cincuenta y cinco minutos que dura son toda una lección de plantear temas y sembrar semillas para el resto de la serie con hechos relevantes, pistas de lo que ha de venir y orígenes.

Amor, deber y lealtad en 'Juego de Tronos'

Juego Tronos Jon Aemon

En una de las tramas del episodio vemos a Jon (Kit Harington) quien tras recibir a Garra (espada, recordemos, hecha de acero valyrio, letal para los caminantes blancos) se entera que su hermano marcha a la guerra. Aemon (Peter Vaughan) le cuenta su dura realidad: su familia masacrada en Desembarco del Rey. Hijo de Maekar, hermano de Aegon y tío de Aerys, el rey loco. Targaryen.

"Llega el momento en el que se tiene que decidir entre amor y deber. El amor mata al deber"

Descubrimos el origen del Maestre junto con un "llega el momento en el que se tiene que decidir entre amor y deber. El amor mata al deber". Esta conversación anticipa, además, muchas de las decisiones que toma Jon durante su estancia en la Guardia de la Noche.

Un dilema constante por el que el episodio se vertebra y que permitirá que conozcamos mejor a personajes como Tyrion (Peter Dinklage), quien cuenta a la recién llegada Shae (Sibel Kekilli) el trauma de su vida: Tysha y la humillación que sufrió por parte de su hermano.

La charla entre Aemon y Jon sobre el amor y el deber tiene las ramificaciones en el honor, la lealtad y el hacer lo correcto. Lo cual remite a la conversación anterior entre Varys (Conleth Hill) y Ned en los calabozos.

Allí, la araña habla de su función de "ser astuto, servil y escrupuloso" y que él trabaja en interés de la paz. Palabras que, de alguna manera, ha repetido de una u otra manera a lo largo de toda la serie y que ha ido demostrando a pesar de su lealtad metamórfica. De hecho esta conversación tendrá su eco (su bis, más bien) en varias ocasiones (la última con Daenerys en Rocadragón).

Los "polvos" de la Boda Roja y del mar dothraki

Juego Tronos Baelor Frey

En el caso de Robb (Richard Madden), nos encontramos con un episodio literalmente crucial. A las puertas del Tridente, se negocia el cruce del río para el avance de las tropas norteñas hacia Desembarco del Rey. Hay lealtades cruzadas (¿qué juramento importa más, el de tu Señor o el de tu Rey?) y nadie sabe qué esperar de un hombre despreciable, desagradable, pero fundamental.

Una de las pocas cosas que sabemos de Walder Frey (David Bradley) antes de que se produzca la negociación para cruzar el puente es que "no hay que esperarse nada". Es un hombre interesado, orgulloso y, sí, veleta. De estos polvos, del trato con los Stark, vendrán unos lodos atroces de los que poco importará la victoria en Bosqueespeso.

A otro lado del charco, Daenerys (Emilia Clarke) se ve ante otro dilema. Khal Drogo agoniza y en cuanto muera se le acaba su ambición de gobernar sobre los dothrakis. Tomará una decisión que la marcará para siempre.

Las últimas palabras de Stark

El que la ejecución de Ned Stark se produzca frente a la estatua de Baelor, magnánimo rey conocido por su misericordia, lo hace un final aún más cruel. Sobre las últimas palabras que pronunció Ned Stark corrieron muchas teorías en su momento que parecieron irse al traste cuando Bean declaró que eran una simple oración.

Aunque también reconoció que no tenía una indicación clara de qué eran, por lo que podría ser algo tan conocido como un "Valar Morghulis"... o hacer el clásico susurro para invadir la mente de los pájaros que vuelan al final del episodio (lo que implica que es un cambiapieles, al igual que Bran).

Por ejemplo, la teoría más extendida decía que Stark conoció a Jaqen H'ghar (o Syrio, según otra teoría) en prisión (recordemos que es uno de los prisioneros que van al Muro) y a partir de aquí tramarían algo. Se habla de que intercambiarían caras con otro prisionero y este sería el ejecutado. Evidentemente aquí habría habido mucho agujero que rellenar incluyendo por qué estaba Jaqen en la cárcel en primer lugar (su habilidad le hace prácticamente imposible de capturar, por lo que aquí entraría Varys).

Yo incluso iría más allá y diría que fue este quien murió y que Ned fue quien entrenó a su propia hija en Braavos. Claro que, una vez acabada la serie, estas teorías se hicieron polvo como todo el ejército de caminantes blancos.

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