'Pobres criaturas' es la primera gran película de 2024, una increíble fábula que cabalga entre el erotismo y la fantasía con una Emma Stone excelsa

'Pobres criaturas' es la primera gran película de 2024, una increíble fábula que cabalga entre el erotismo y la fantasía con una Emma Stone excelsa

Yorgos Lanthimos demuestra que el cine es mucho más que lo que estamos acostumbrados a ver últimamente. Por suerte

9 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Pobres

Hollywood tiene un problema con el sexo. Frente a la exageración de algunas décadas, que dieron lugar al subgénero tan denostado hoy en día de la "comedia sexual" (con 'American Pie', 'Porky's' o 'Despedida de soltero' como cabezas visibles), el cine de la última década ha ido, dominio de las franquicias mediante, extirpando quirúrgicamente el erotismo de los estrenos: ni siquiera el cine para mayores de 18 años lo es normalmente por motivos sexuales, sino por una violencia sin control. Y entonces, llegó Yorgos Lanthimos. Y lo ha puesto todo patas arriba.

Un vistazo a…
EJÉRCITO DE LOS MUERTOS es PURO ZACK SNYDER | Crítica SIN SPOILERS (Army of the Dead)

El inicio (y final) de la inocencia

'Pobres criaturas' es perfectamente consciente de caminar grácilmente pero de manera impasible en el más fino de los hielos. Lanthimos tiene que actuar como un bailarín de ballet experto, realizando la coreografía perfecta para que su propuesta tenga el punto exacto de truculencia sin volverse desagradable, maravillando al público con sus bailes para que no se fije en la compleja y serpenteante moral de la historia. Podría haber sido un desastre, pero en las manos del creador de 'Langosta' o 'Canino' se convierte en el más absoluto de los disfrutes.

Para convertir la sordidez en goce, Lanthimos perfila una evolución de personajes fascinante, especialmente en el caso de Bella, que, incapaz de comunicarse con las palabras, utiliza su cuerpo y su sexualidad como inefable modo de expresión y de empoderamiento. Lo que para ella es una manera de aprender y entender aquello que le rodea por primera vez, para Duncan Wedderburn, el canalla enamorado del poder y del control sexual sobre una chica aparentemente inocente, es una manera de aprovecharse de ella sin ningún tipo de miramiento.

Poor Things

Los paralelismos continuos entre 'Pobres criaturas' y la sociedad actual son abundantes, y salir airoso de esta fábula erótica es todo un éxito para el autor, que plantea a Bella como un moderno Frankenstein que encapsula la verdadera pregunta que la película quiere hacerse respecto al mito: ¿Es más monstruo el ser creado artificialmente o el que quiere aprovecharse de su inocencia? Bella, al principio, apenas sabe hablar, moverse correctamente o hacer algo más que utilizar su cuerpo con fines sexuales. Cuando crece y evoluciona, el verdadero monstruo, derrotado, sale a la luz de manera denigrante cual pañuelo usado repleto de lágrimas para el goce de un público que ha aprendido a odiarle.

Goticismo exacerbado

Ha habido polémica sobre si esta es la película más "accesible" de Yorgos Lanthimos, y realmente depende de lo que entiendas como tal (personalmente le pondría este adjetivo, sin duda, a 'La favorita'). Es cierto que está despojada de las rarezas narrativas imposibles de 'Canino' o 'Alps', pero eso no significa que su temática sea sencilla de encajar, su guion vaya a caer bien en todas las personas o su puesta en escena gótica -empezando por esa banda sonora tan fascinante como indescriptible- sea amable. O te apela a lo más hondo o querrás salirte de la sala al cabo de diez minutos: no habrá muchos más puntos medios.

Pobres Criatruras

'Pobres criaturas' es desagradable, sí. Necesariamente desagradable, diría. Al fin y al cabo, pretende suponer un punto y aparte con el cine que se está haciendo actualmente incluso desde el underground. No hay una sola escena en esta fábula repleta de recovecos y caminos sin salida que no tenga al menos un elemento visual inesperado y medido hasta el milímetro, desde la cara de ese Willem Dafoe deforme hasta un final delicioso que culmina la obra por todo lo alto. De primeras puede no ser plato de buen gusto -al fin y al cabo, nunca te han servido nada parecido-, pero si entras en él, querrás repetir.

La película nunca deja de retarte y de ser un delirio técnico y artístico, pero el guion acaba por hacerse algo repetitivo a fuerza de repetir el mismo esquema una y otra vez, acabando con una última historia a modo de epílogo que da contexto al personaje pero resulta innecesaria. Al fin y al cabo, ya somos conscientes, como público, de lo que ha ocurrido, y solo sirve para solidificar su venganza y su sororidad con ese "otro yo" que, en el fondo, jamás conoció. Nunca llega a ser pesada o plomiza, pero esos momentos finales los sentí como un retorno a la fórmula que ya había abandonado previamente.

Criaturas

Mi monstruo y yo compartimos el colchón

Pero 'Pobres criaturas' no se sostendría en pie si no fuera por una de las interpretaciones más arriesgadas del año, que afianza a Emma Stone como una de las actrices más en forma del momento: lo que en otras manos se podría haber ido al cartoon o la exageración absurda, aquí resulta totalmente orgánico. Cada paso, cada mirada, cada frase equivocada y cada gesto torpe no parece nunca dado por una actriz con hambre de premios, sino por el personaje en sí mismo, consiguiendo un logro especialmente complicado en este tipo de papeles: que olvidemos que hay una actriz detrás de Bella Baxter.

La película es excelente, sí, pero lo es, en gran parte, porque es tan libre como la propia Bella, sin necesidad de encajar en ningún tipo de idea prefabricada de los productores o arrodillarse ante las peticiones de las altas esferas (intenta decirle al director que el sexo ya no vende y elimine las escenas más crudas, a ver qué pasa). 'Pobres criaturas' no responde a nadie ni nada, más allá de la necesidad de contar esta historia de una manera muy personal. Es divertida, emocionante, sexy, diferente, única, libre. Y, te guste más o menos, nunca has visto nada igual.

Yorgos Lanthimos ha plantado cara a la industria con una película que es el polo opuesto de lo que se entiende por "éxito" hoy en día. 'Pobres criaturas' es cine polémico, enrevesado, repleto de capas, que da pie a tantas opiniones distintas como personas. Es un cine distinto, extravagante, al que no le importa provocar si con ello es capaz de sorprender y hacer que sientas, como espectador, continuamente sorprendido. En un 2024 de cine clónico y manierismos aceptados por el público internacional, es de agradecer que aún haya películas capaces de recordarnos por qué amamos el cine artesano.

En Espinof:

Inicio