‘Pobres criaturas’ es la mejor película de Yorgos Lanthimos. Un delirante cóctel gótico, erótico y feminista con Emma Stone enfilada hacia su segundo Óscar

‘Pobres criaturas’ es la mejor película de Yorgos Lanthimos. Un delirante cóctel gótico, erótico y feminista con Emma Stone enfilada hacia su segundo Óscar

La odisea fantástica con Willem Dafoe y Mark Ruffalo que reinventa 'Frankenstein' se estrena en España en enero

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Poor Things Feature

Se estrena el 26 de enero, pero gracias a Sitges 2023 pudimos ver la nueva película de Yorgos Lanthimos, una fascinante reinvención steamgothic de ‘Frankenstein’ que, en realidad, lleva a la gran pantalla la novela de Alasdair Gray titulada ‘Pobres criaturas’ y que cuenta en su reparto, con una Emma Stone como no la hemos visto nunca, acompañada de Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Jerrod Carmichael, Christopher Abbott y Margaret Qualley.

Si la obra de Gray fue descrita en 1992 como una "alegoría política hilarante que toma las formas de la literatura victoriana para ofrecer un desafío que invita a la reflexión entre los deseos de los hombres y la independencia de las mujeres", quizá el matiz que podría ponerse a la película es que el aspecto político está supeditado a la comedia negra, y su mensaje aparece de forma tan orgánica a su historia que hasta parece parodiar lo fútil de algunas discusiones de género de la actualidad.

Fábula feminista adelantada a su tiempo

Aunque su naturaleza satírica puede ser recibida como otro manifiesto a la moda de la representación, ‘Pobres Criaturas’ tiene cubiertas las espaldas amparándose en un material literario de hace más de 30 años, curiosamente justo cuando ‘Drácula de Bram Stoker’ de Coppola triunfaba en cines, con la que tiene algunos parecidos en su vestuario reminiscente al de Eiko Ishioka, que es la guinda a una exquisita estética entre los mundos de Terry Gilliam y los sets ostentosos de la era technicolor, pero con la paleta de colores de la obra de Mark Ryden.

La narración de la vida de Bella, una extraña mujer victoriana de temperamento infantil, resulta en una historia épica y estrafalaria que va desgranando sus hábitos peculiares, desde sus primeros días junto a su tutor, el Dr. Godwin Baxter, un divertidísimo Willem Dafoe, a su descubrimiento del sexo y las decepciones, casi como tres coming of age concentrados en una sola película, que nos hace reflexionar sobre la verdadera naturaleza humana, nuestra inocencia animal y las convenciones sociales.

Poor Things Williem Dafoe

De hecho, para ir desarmando todas las estructuras sociales preconcebidas, Bella pasea por un gran parque de atracciones Victoriano, en donde caben los burdeles de París, ‘El hombre elefante’ y pasajes de obras emblemáticas de la era, con ideas incluso de Greystoke, y la parte en la que Tarzán se encuentra introducido en la alta sociedad británica, irrumpiendo entre sus normas y protocolos.

Gran cine fantástico con opciones en los Óscar

Por tanto, el guion se guía siguiendo los tropos del cine de niños ferales introducidos en la sociedad, de 'El pequeño salvaje’ a ‘El enigma de Gaspar Hauser’, y no faltan los comentarios de clase y la idea de la compasión innata del ser humano, llevando a Rousseau al extremo, aplicando en el llanto de Bella al ver la miseria la idea de que son esas disciplinas y normas sociales en las que no encaja las que realmente envilecen a las personas.

Aunque sus elementos de liberación de género acaban cayendo en lo complaciente en su tercer acto, incluso en esa parte más obvia, Lanthimos mantiene un equilibrio asombroso entre la comedia, el erotismo y la verdadera celebración weird, permitiéndose incluso guiños directos a ‘La novia de Re-Animator’, otra variación bufa de la obra de Shelley llena de creaciones body horror que aquí juegan mano a mano con el ‘Freaks’ de Tod Browning, especialmente en referencias directas del final.

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Sin dejar de construir un mundo único, rico y visualmente apabullante, ‘Pobres Criaturas’ se cuela entre las favoritas a los Óscar con ideas verdaderamente subversivas e inusuales en el cine de prestigio, alzándose como la película más redonda y ambiciosa de Yorgos Lanthimos sin dejar de ser la que tiene una caligrafía más limpia —torpemente confundida con la palabra “accesible”—  con todos los apartados artísticos en gracia y una Emma Stone imperial.

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