El fenómeno de ciencia ficción y acción que está arrasando en Netflix viene con sorpresa. Es la explosiva secuela de la película enviada por Corea a los Premios Oscar

El fenómeno de ciencia ficción y acción que está arrasando en Netflix viene con sorpresa. Es la explosiva secuela de la película enviada por Corea a los Premios Oscar

El universo de 'Concrete Utopía' se completa con 'Cazadores en tierra inhóspita' ('Badland Hunters'), un nuevo éxito de Don Lee

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Badlandhunters

Netflix está logrando alcanzar el número uno en casi 45 países con 'Cazadores en tierra inhóspita' ('Badland Hunters'), una película de acción surcoreana de 2024 dirigida por Heo Myeong Haeng y protagonizada por Don Lee, que se ambienta en una Seúl postapocalíptica devastada por un gran terremoto que ha convertido la ciudad en un páramo lleno de peligros. Hasta aquí nada que nos llame la atención, sin embargo, la película es una secuela de otra película que llega a cines españoles ¡el viernes!

Aunque la relación es completamente técnica, 'Concrete Utopia' es la pieza original, un drama apocalíptico de supervivencia que Corea del Sur envió a los Óscar este año. Ambas comparten un telón de fondo básico —un terremoto asola Seúl y sólo deja intacto un edificio—, pero sus enfoques no podrían ser más diferentes. Forman una especie de antología incidental, con un potencial de más historias en el futuro, dentro de un mundo donde todo puedo ocurrir.

Una secuela por los pelos

Ambas son adaptaciones del webtoon de Kim Bo-tong y Kwak Jae-min, que también coescribieron el guion de esta nueva película pese a que no tiene mucho que ver con la primera, que se ciñe al cine de desastre y supervivencia, mientras esta propone una situación ya plenamente fantástica, que pasa de la ciencia ficción de catástrofes al puro pulp en el que hay seres reptilianos cuasizombies y un tono algo más verbenero.

Don Lee interpreta a Nam San, un intrépido cazador que mata cocodrilos para alimentar a los supervivientes del Bus District, un barrio de chabolas donde los recursos escasean y las bandas campan a sus anchas. La película sigue a Nam cuando emprende una misión para rescatar a una adolescente de la que se hizo amigo y que ha sido secuestrada junto con su abuela por Yang Gi-su, el único médico superviviente de Seúl, que se ha vuelto loco.

Badland Hunters Netflix

Interpretado por Lee Hee-jun, es un ejemplo claro de Mad Doctor que lleva a cabo horribles experimentos con seres humanos en su complejo de apartamentos y que le transforman en lagarto, un poco al estilo del villano de Spider-Man o incluso los extraterrestres de la serie ‘V’. Un mix de conceptos que a priori es atractivo pero que va perdiendo fuelle conforme de desarrolla, sin terminar de cuajar nunca las dos líneas.

Otra más de apocalipsis

Dirigida por Heo Myeong-haeng, conocido por su trabajo como coreógrafo de artes marciales en películas como ‘Believer’ y ‘D.P.’ También ha coescrito el guion con Kim Bo-tong y Kwak Jae-min. Hay otros actores que acompañan a Nam, como Lee Jun-young interpreta a Choi Ji-wan, el compañero de Nam San y joven trampero, o Roh Jeong-eui como Han Su-na, la chica secuestrada, pero sin embargo ninguno coincide con los de ‘Concrete Utopia’.

Es feo comparar, pero la película que está ahora mismo en salas tiene una consistencia mucho más cinematográfica y sólida, explorando los instintos más oscuros de la humanidad, en una historia de clases y de reorganización de la sociedad con la autoconservación en mente. Aunque ‘Badland Hunters’ parecía un antídoto contra los lugares comunes de esos postapocalipsis hobbesianos, con su mezcla de ciencia ficción y acción, se queda un poco a medio camino.

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Las partes de drama son casi telenovelescas y aburridas, y las escenas de tortas se hacen de rogar y la sátira social está poco afilada. La música parece sacada de la biblioteca más genérica posible y hasta hay golpes de montaje que sugieren prisas y poco cuidado. Pero lo peor es que nadie en el proyecto parece entender la voluntad socarrona de Don Lee, con lo que no solo es un estreno que hace añorar a los maestros del directo a vídeo como Albert Pyun, sino que falla al no detectar que el actor es lo que más brillaba en ‘Tren a Busan’, siendo una gran ocasión perdida de darle la película apocalítica con criaturas que se merecía.

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