Una mujer se encuentra en prisión. Aunque pronto saldrá del recinto donde se encuentra detenida, la vida que le espera va a seguir estando marcada por el encarcelamiento, o por la falta de libertad a pesar de situarse en espacio abierto. El constante cambio de una ciudad grande que busca hacerse más grande, modernizarse, es una perfecta trampa para aquellos que intentan sobrevivir.
El supuesto avance y prosperidad que se vende en los cambios estructurales de la gentrificación siempre se cobra a las mismas víctimas. Siempre lanza una hostilidad angustiosa contra la gente situada más abajo en el escalafón, y a esta sólo le queda encontrar ese pequeño rincón donde poder tener una oportunidad sin ser machacado. Es algo que marca una interesante película como 'Mil uno'.
Prisiones de las que escapar
Uno de los estrenos más sorprendentes del último año, siendo el debut en largometraje de la cineasta A.V. Rockwell, que escribe y dirige. Estrenada primero en VOD en nuestro país, ahora se puede ver en streaming a través de SkyShowtime siguiendo la ola de aclamación que empezó en el Festival de Sundance, donde se llevó el gran premio del jurado, y ha seguido con reconocimientos en premios de la crítica y del cine independiente.
La cantante y bailarina Teyana Taylor interpreta a Inez, una mujer que acaba de salir de prisión y que regresa a su barrio de Nueva York para intentar reconducir su vida. Allí se encuentra con Terry, su hijo de 6 años que está siendo custodiado por los servicios sociales. Cuando el joven se hace daño intentando escapar de la institución, Inez se lo lleva en secreto, ejerciendo un secuestro que les lleva a intentar ocultar la identidad del pequeño mientras va creciendo en familia.
Pero los motivos tras este secuestro son mucho más intrincados y complejos, y la película se los guarda hasta un final que resulta de lo más contundente e impactante. Es por ello que durante buena parte del relato haya cierta confusión con algunos detalles relativos a esa dinámica maternofilial, y también con la aparición de la figura paterna en un momento crucial.
'Mil uno': maternidad compleja
Sin embargo, la dirección de Rockwell alcanza una perfecta sensación de intimidad en su retrato de esta situación complicada y hasta extrema, evitando caer en demasiadas tendencias melodramáticas para ir explorando una relación que evoluciona y se desarrolla a lo largo de varios años. Un paso del tiempo que se refleja en una ciudad de Nueva York cambiante y que cada vez resulta más amenazante para la gente que seguimos.
Entre saltos temporales vamos escuchando discursos de algunos de los alcaldes más relevantes de la ciudad, como Rudy Giuliani o Michael Bloomberg, vendiendo grandes promesas para Nueva York mientras se van produciendo cacheos intentos en jóvenes de barrio que no realizan nada sospechoso y los edificios cada vez son más azotados por la gentrificación. Estas decisiones agrandan la escala de lo que Rockwell intenta contar, entrelazando ideas que siguen siendo de importancia, y compensan detalles imperfectos en una historia que a veces se guarda sus cartas demasiado pegadas a su pecho para que no las veamos.
A veces el propio paso del tiempo resulta complicado de seguir durante el transcurso de la historia, pero a cambio la directora sabe cuidar una atmósfera angustiosa además de inevitable mientras sigue las vidas de un grupo de personajes que se siente auténticos y complejos, como esa intrincada madre. 'Mil uno' resulta una película conmovedora e interesante, sobre todo por lo que deja caer sobre una autora que podría dar de qué hablar en el futuro.
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