James Cameron ha vuelto a convertirse en el rey de la taquilla con 'Avatar: El sentido del agua', una segunda entrega que llegó 13 años después de que la primera se convirtiera en la película más taquillera de todos los tiempos -título que todavía conserva a día de hoy-. Pronto llegarán más entregas y ahora su cineasta ha desvelado cuál es el arma secreta de estas secuelas.
"Tenía que hacerlo"
El propio Cameron comentó en su momento que tiró una primera versión de 'Avatar 2' a la basura porque no tenía todos los elementos que buscaba y también equiparó el trabajo de hacer esta segunda entrega con 'El señor de los anillos', algo en lo que se ha extendido más ahora en una charla con Time en la que se ha comparado a sí mismo con Tolkien y Peter Jackson a la hora de diseñar las cuatro siguientes entregas:
Intentaba simular que soy Peter Jackson haciendo El Señor de los Anillos, pero que El Señor de los Anillos aún no existe, así que tengo que ser Tolkien y crear El Señor de los Anillos, y entonces podré ser Peter Jackson. Un poco descarado y ambicioso, pero no estaba adaptando un gran panteón de libros que existían. Tenía que hacerlo.
Sin embargo, Cameron tuvo que admitir que necesitaba ayuda, ya que tenía una cantidad inmensa material -inicialmente eran unas 1300 páginas de anotaciones que acabó reduciendo hasta 800-, por lo que organizó una sala de guionistas en la que todos los implicados menos uno tenían algo en común: experiencia en series de televisión. Y es que el arma secreta de Cameron es acercarse a la narrativa de una temporada televisiva, es decir, que cada entrega se sienta completa pero sirva como adelanto de lo que vendrá después:
No estamos solamente en le juego de las secuelas, también estamos en el juego de las sagas.
En 'Avatar 3' está claro que la venganza por algo que sucede al final de la segunda entrega jugará un papel fundamental y seguro que también tiene preparado algo en esa película de cara a la cuarta parte. Cuestión aparte es hasta qué punto haya dejado realmente con la necesidad al espectador de comprobarlo, pero si algo ha quedado totalmente claro es que nunca hay que apostar en contra de Cameron.
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