Los buenos y los malos en 'Breaking Bad'

Los buenos y los malos en 'Breaking Bad'
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"'Breaking Bad' es la historia de un buen hombre que toma malas decisiones". Eso fue lo que dijo Bryan Cranston el pasado año cuando recogió su Emmy a Mejor Actor en Drama, merecidísimo por otra parte, y hasta ese momento no se equivocaba. Y digo hasta el momento porque, si bien hasta entonces había estado en el mundo de la droga para proveer a su familia, esta temporada hemos sido testigo de otras motivaciones por las que Walt sigue metido en el negocio.

Hay muchos fans que han alzado esta tercera temporada como si de una joya se tratara; a mi juicio es buena, no lo niego, pero desde luego que no alcanza los niveles de la segunda temporada, que tuvo un arranque demencial. Este año 'Breaking Bad' ha tardado en arrancar casi siete episodios, y teniendo en cuenta que estamos ante una temporada de 13 capítulos, el "relleno" (que no es relleno como tal) supone casi la mitad del tiempo. Aun así, 'Breaking Bad' nos ha dejado momentos de tensión y muchos "What the Fuck!" por el camino, que la siguen manteniendo como una de las mejores series actuales.

Walter White

El accidente de avión (muy a lo 'Lost', tengo que decir) dejó tocado a Walter a finales de la pasada temporada. Su implicación indirecta en la colisión aérea le estuvo atormentando durante bastante tiempo, aunque él mismo intentaba autoconvencerse de que no había sido más que una desafortunada coincidencia (brutal la charla en el colegio animando a los alumnos a reponerse comparándolo con otros accidentes de aviación).

Walter White

Su divorcio y el descubrimiento de su secreto por parte de Skyler terminaron de hundir a Walt en la miseria, que se vio sin familia y sin "trabajo" en apenas unas horas. Desafortunadamente, Walter decidió comportarse como un auténtico capullo, y su mujer habría de aceptarlo en casa con o sin su consentimiento. Skyler se la devolvió con una infidelidad (que habría cometido antes o después, tan sólo se vio precipitada por ese hecho), hasta que finalmente Walter decidió firmar los papeles del divorcio y aceptar la oferta de Gus: tres millones por tres meses.

Lo que Walt no sabía es que tras él iban los primos de Tuco, dos calvos con muy mala leche, que sólo cejaron en su empeño cuando Gus intervino para dejarles las cosas claras. Durante tres meses, Walt le pertenecía; luego, podían hacer lo que quisieran con él, pero si realmente querían venganza, tendrían que ajustar cuentas con Hank, el cuñado de Walt, que fue quien apretó el gatillo de la pistola que acabaría por matar a Tuco. Y gracias a ello tuvimos una de las escenas de mayor tensión, por no decir la que más, de toda la serie. Pero de eso hablaremos más tarde.

Jesse Pinkman

Parecía recuperado el joven Pinkman tras salir de la clínica de desintoxicación. Logró "vengarse" de sus padres comprando la casa de su tía a precio de costo, pero el tormento por la muerte de su amada no le dejaba vivir. No volvió a caer en la droga, pero no por ello quiso dejar de cocinar los cristalitos azules, con su séquito de dos yonkis como camellos de excepción. Habría de lidiar también con los derechos de autor que exigía Walt, lo que supondría la separación definitiva de ambos.

Jesse Pinkman

Pero tuvo que venir Hank a partirle la cara a Jesse para que Walt se apiadara de Jesse, convenciendo a Gus de que realmente le necesitaba a él en el laboratorio, y no al experto químico que en ese momento tenía. Y es ahí, en la nueva sociedad que ambos forman, cuando nos damos cuenta de que Jesse no busca dinero, o al menos no es lo único, sino que también le mola el riesgo, la libertad, el ser su propio jefe, hacer las cosas cuando a él le apetezca y no cuando lo diga el horario.

Y si algo ha terminado de demostrar Jesse es que es un romántico empedernido. Superada ya por fin la muerte de su novia, acabó enganchado a una de las "yonkis" en rehabilitación a la que intentaba venderle algo de cristal. Lo que no sabía es que el hijo de ésta fue el responsable de la muerte de Combo la pasada temporada, ordenado por dos camellos que, ¡oh sorpresa!, son los dos hombres de confianza de Gus. La trama se enreda y se enreda para formar un círculo perfecto que revienta en los dos últimos episodios.

Venganza

Venganza era lo que Jesse reclamaba, pidiendo las cabezas de los dos responsables, pero la mediación de Walter y los aterradores consejos de Gus terminaron por convencerle de que el asesinato no era la vía correcta; eso sí, con una condición: que no se usaran más niños. Los dos narcos interpretaron esta afirmación a su manera, y no tuvieron reparo en cargarse al crío de apenas 11 años. Lo que se derivó a partir de ahí fue toda una locura, con un cara a cara entre Jesse y los dos camellos y Walter salvando la situación atropellando hasta la muerte a los dos responsables. El "Run" de Walter en el penúltimo episodio prometía un final de temporada de infarto.

Las cosas en principio quedaban como antes, aunque con Jesse fuera del mapa. Walter, listo como los "ratones coloraos", comprobó que su tarjeta de supervivencia pasaba por ser el único químico de la "empresa" capaz de crear las 200 libras de cristalitos azules a la semana, por lo que su ayudante de laboratorio debía ser asesinado. Walter realmente ha dejado de ser el hombre comprensivo y cuidadoso que era antes, teniendo la sangre fría de asesinar a una persona inocente sólo por conservar su trabajo y, con ello, la vida. Sólo que al final fue Jesse quien tuvo que hacer el trabajo sucio.

No nos olvidamos de Hank, por supuesto, que ha perdido por completo los estribos esta temporada en su obsesión por atrapar a Heisenberg. Ha sido el protagonista de las escenas de mayor acción de este año: primero, cuando encontró la camioneta con Jesse y Walter dentro; más tarde con la brutal paliza al joven Pinkman (que hasta a mí me dolió); y finalmente, defendiéndose sin pistola del asedio de los primos de Tuco. Realmente odio a Hank, pero de no haber sido por él, las grandes escenas de acción de la temporada no habrían existido. Su historia, después de quedar en silla de ruedas, parece quedar aparcada al menos por el momento.

Review Breaking Bad
¿Qué nos espera en la cuarta temporada? Bueno, Jesse y Walt están en problemas, de eso no hay duda. Walter está prisionero en su laboratorio y ha conseguido quedar como único químico a las órdenes de Gus, por lo que no tendrán más remedio que mantenerle cocinando sin acabar con su vida. Lo de Jesse ya es otro cantar; ya no sólo le buscan por todo el jaleo con el niño y los dos narcos, sino también por cargarse al ayudante de Walt. Para Gus es inútil, así que le aventuro una vida de fugitivo tratando de ayudar al señor White. Habrá que ver también si Skyler se introduce del todo dentro del "negocio" de su marido, y me da a mí que en la próxima temporada va a ser casi una más. Ante este panorama, ¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos en 'Breaking Bad'? Yo ya no sé qué decir.

En ¡Vaya Tele! | 'Breaking Bad' renovada para una cuarta temporada

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