Las propuestas audiovisuales con temática claustrofóbica ya empezaban a ser habituales antes de la pandemia, pero esta puede abrir la puerta a más películas o series orientados hacia la opresión del espacio cerrado. Ya sea porque creativamente haya artistas que quieran sacarse de dentro el encierro o porque la logística imponga pocas localizaciones y muy limitadas.
Sin embargo, cosas de calidad variable como la franquicia 'Escape Room' o 'El tubo' ya se están volviendo habituales, y todas con un ADN bastante común. Una identidad que recuerda mucho a uno de esos clásicos de culto que nacieron con pocas expectativas, pero se han vuelto una referencia estética o temática. Hablamos, claro, de 'Cube'.
Una prisión mortal e interminable
Al hablar de películas como esas era muy fácil pensar en la película de Vincenzo Natali. Pero no por ello hay que eludir referenciar una gran combinación de terror y ciencia ficción que sigue funcionando desde lo más elemental hasta el subtexto. Una joya modélica que se puede ver gratis en streaming en plataformas como Plex o PlutoTV (esta con anuncios) y también en el canal MGM de Amazon Prime Video.
Seis desconocidos despiertan atrapados en una misteriosa habitación, a la que no saben cómo han llegado o cómo se puede salir ahí. Tras un rato de averiguaciones, se descubre que la resolución de enigmas va a permitir desplazarse, aunque sea hacia otra habitación. El verdadero reto va a ser salir del complejo laberinto de estancias sin ser aniquilado por las múltiples trampas que hay colocadas.
No sólo películas más recientes, como la citada 'Escape Room' (o el propio concepto de las escape rooms), bebe mucho de esta intrincada y violenta propuesta. 'Saw' supo reconocer también el poder de mostrar a un grupo de desconocidos ante una adversidad inesperada y con un riesgo mortal constantemente presente. La lucha contra el reloj presenta un desafío tan elemental como efectivo para un espectador que nunca pierde de vista que cualquiera puede morir en cualquier momento.
'Cube': intensa propuesta
Desde su minimalismo, propio de un presupuesto casi inexistente que obligaba a reutilizar el mismo set con ingenio para dar sensación de avance en el puzzle, Natali logra mostrarse ambicioso. En el drama de los personajes residen potentes reflexiones sobre nuestros comportamientos en una presión claustrofóbica y apremiante. De nuevo, todo muy sencillo, pero elaborado de manera muy estimulante.
Es por ello que muchas obras con terror y ciencia ficción terminan volviendo a ella de una manera u de otra, consciente o inconscientemente. La intensidad de la propuesta y las imágenes hacen que se quede grabada en la retina, y su elaborado suspense proporciona la experiencia completa a lo largo de poco menos de 90 minutos. Vamos, que como recomendación para una tarde de terror directa es infalible.
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