'Cerrar los ojos' ha llegado finalmente a carteleras tras un larguísimo tiempo esperando un nuevo largometraje de ficción de su director. Y con esa espera, viene también la ansiedad por determinar lo antes posible si lo nuevo de Víctor Erice está a la altura de su inmenso legado. Por eso las reacciones van a tender a las hipérboles, desde los que necesitan denominarla otra obra maestra a los que se sienten distanciados de lo contado y necesitan bajar los humos.
Nada de eso es culpa de la propia película, y en parte tampoco de Erice. Es cierto que la prolongada espera genera expectativas, pero también muestra la impaciencia actual, la falta de exploración de matices y lo que se tienden a valorar las películas del director vasco con el paso del tiempo. La maduración con el tiempo no deja de engrandecer obras que, por otro lado, a veces resultan extemporáneas, como puede ser 'El sur'.
Crecimiento inacabado
Al igual que su predecesora 'El espíritu de la colmena', este largometraje de Erice cuenta con la reputación de ser una de las obras maestras del cine español. Una reputación hasta cierto punto merecida, ya que no son pocos las que la tienen como obra favorita del cineasta (mismamente quien escribe). Una cinta cargada de mística y de maravilla que ya se puede ver gratis en streaming a través de RTVE Play (también se encuentra en FlixOlé y en Netflix). Un plan perfecto para ver justo en el Día del Cine Español.
Adaptando la novela de su esposa Adelaida García Morales, 'El sur' nos mete en la perspectiva de Estrella durante su infancia y adolescencia. Idolatra a su padre, un médico y practicante del método zahorí al que atribuye cualidades mágicas. Pero conoce poco de su pasado, de sus raíces alejadas del Norte donde se sitúa el caserón donde viven. Los secretos que guardan poco a poco se le irán revelando.
Es cierto que he estado hablando en ella en términos de obra maestra, pero el consenso en torno a ella nunca ha sido rotundo. Algunos desde luego no entraran en su lirismo, en esa exploración de los espacios cerrados (físicos y los del alma) con una fotografía donde los halos de luz asoman de una manera muy deliberada. Luego está su complicada producción, con el productor Elías Querejeta parando el rodaje a mitad al considerar que ya estaba lo que hacía falta, y luego aludiendo a falta de dinero para completar un relato que iba a explorar plenamente la madurez de la protagonista.
'El sur': el interior del alma
Erice sin duda considera esencial esa parte del relato que se quedó sin adaptar. Yo no estoy tan seguro. Tampoco muchos de los cinéfilos que se quedaron prendados por este mágico relato sobre arrepentimientos por un lugar y un tiempo perdidos que son personales, pero también políticos tal y como se va deslizando en las interacciones que se van teniendo, como esa tierna escena de la joven con su abuela que viene para asistir a su comunión.
Por supuesto influye que la gran capacidad de Erice está en explorar la infancia como nadie, tanto aquí como en 'El espíritu de la colmena' (aunque décadas después decide explorar la vejez en 'Cerrar los ojos' y le salió de perlas). La relación entre padre e hija está contada con una delicadeza exquisita, retratada con cercanía pero resaltando las distancias además del misterio. Uno que tiene respuestas que tampoco necesitamos conocer, es mejor interpretarlas.
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