Siempre rodeado de polémica, desde que James Gunn está liderando la nueva etapa del Universo DC, sus palabras suelen causar fuertes discusiones entre los fans. Como la anécdota de que estableció todo el lore de las gemas del infinito del Universo Marvel en lo que uno tarda en responder emails durante la mañana y tomarse un par de cafés. Aun existiendo todo un canon preexistente en las páginas de los cómics, condensarlo de manera tan ágil y saber introducirlo en una película para que esta no pierda ritmo es una habilidad encomiable que muestra que es idóneo para llevar un universo cinematográfico entero.
Gunn no sólo tiene pasión y conocimiento sobre los personajes de los cómics, que le lleva a rescatar los nombres más recónditos que sólo los más cafeteros conocen (pero no por ello adoran), sino que tiene una gran habilidad para contarlos de manera que el espectador más corriente se enganche a ellos. Lo hacía ya con creaciones propias como 'Super', una película muy pequeñita y casi contrapuesta a sus aventuras con blockbusters, pero que resulta clave para la aproximación a 'El Pacificador' ('Peacemaker').
Un justiciero enajenado
Su serie para HBO Max que funciona de spin-off de 'El Escuadrón Suicida' recupera una escala más pequeña, aunque tenga que recurrir también a una amenaza global para dar un conflicto llamativo al arco de la temporada. Un protagonista cargado de problemas de todo tipo, morales y personales, un grupo de apoyo que se ven como los últimos monos y una factura más intimista donde se cuela su humor más negro. Es de las cosas más James Gunn que ha hecho y la que muestra que el futuro de DC está en buenas manos.
El Pacificador, presentado en la citada película, es la clase de villano desquiciado de Segunda División B (o 1ª Referente, o como se llame ahora) que se ve como héroe pero tiene la brújula moral completamente rota. Entrenado como asesino de élite, se carga a cualquiera que ve como una amenaza a la paz. Material perfecto para el escuadrón de perdedores de Amanda Waller, o para asignar otras misiones que parecen de poca monta pero se revelan como más importantes.
Gunn firma el guion de todos los episodios y su personalidad marca la dirección de todos los episodios, que están plagados de una estética más "descuidada" en ciertos puntos, más cercanos a lo independiente de 'Super' que al despiporre bélico de 'El escuadrón Suicida'. También está ese sentido del humor tan bestia que emplea de maravilla como forma de desarrollar a los personajes y sus inseguridades. Y, por supuesto, hay mucha música especialmente seleccionada para reflejar la mentalidad del protagonista (esto es: Glam metal hortera y muy potente con las emociones subidas al 11).
'El Pacificador', un espectáculo por el que nadie daba un duro
Todo esto le da un acabado bastante diferente a otras de las ficciones superheroícas que pueblan el panorama (no les bastaba con dominar las carteleras). 'El Pacificador' destila todo el rato una sensación liberadora, ya que cuenta con cierta seguridad de que no está estableciendo planes para las próximas 4 o 5 producciones de DC, sino que Gunn puede buscar cómo redimir uno de esos perfectos perdedores que tanto le entusiasman de los números más esotéricos de los cómics que leía.
Por eso encontramos aquí una serie en clave de comedia de acción pasada de rosca, donde John Cena encuentra su perfecta zona como actor y donde los secundarios también tienen su espacio para conquistarnos. Además, tiene una secuencia de créditos realmente alucinante que nunca quieres quitar. Qué futuro puede tener ahora que DC va a ser remodelada es todo un misterio, pero las poco más de cinco horas que componen 'El Pacificador' valen mucho la pena y desarrollan de maravilla la clase de personaje por el que la mayoría no da un duro. Todos salvo Gunn.
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