Aunque a estas alturas ya estamos curados de espanto con los giros bruscos que sobrepasan la temática inicial (ahí tenemos 'Naruto' o 'Riverdale' como ejemplos de tramas que se fueron de madre), en los 80 el público no estaba preparado para dar tantos saltos de fe. Que se lo digan a George Miller y Jack Nicholson, que se negaron a incluir alienígenas en 'Las brujas de Eastwick'.
Los aliens de Eastwick
'Las brujas de Eastwick' es una película de 1987 que adapta la novela homónima de John Updike. Esta comedia de fantasía estaba dirigida por George Miller ('Mad Max'), guionizada por Michael Cristofer ('Mr. Robot') y protagonizada por Jack Nicholson, Cher, Michelle Pfeiffer y Susan Sarandon.
La película nos contaba la historia de tres mujeres que descubren sus habilidades mágicas y terminan invocando al que ellas creen que es el hombre perfecto: un misterioso desconocido que llega al pueblo con intenciones dudosas.
Pues bien, el productor de la película debió de pensar que tener brujas y poderes mágicos no era suficiente y se empeñó en meter aliens en el argumento. Según recuerda Miller, el productor Jon Peters acababa de ver 'Aliens: el regreso' antes del rodaje y se obsesionó con el tema.
A Peters le impresionó mucho la recaudación en taquilla de la película dirigida por James Cameron y estaba convencido de que añadir seres del espacio exterior sería garantía de éxito para la cinta de Miller.
El productor llegó incluso a irrumpir en el rodaje acompañado de un especialista vestido de alienígena para pedirle a Miller que lo colase en alguna escena. Obviamente, al resto de gente le pareció una propuesta terrible e incluso el director y Nicholson abandonaron el set como señal de protesta y no volvieron hasta que Peters aceptó desechar la idea.
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