Esta película es como 'El club de la lucha' pero con adolescentes lesbianas y está en Amazon Prime Video. La comedia de instituto más bestia de los últimos años se titula 'Bottoms'

Esta película es como 'El club de la lucha' pero con adolescentes lesbianas y está en Amazon Prime Video. La comedia de instituto más bestia de los últimos años se titula 'Bottoms'

Elizabeth Banks produce una sorprendente mezcla de comedia y violencia con Rachel Sennott y Ayo Edebiri de 'The Bear'

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Bottoms

Llega a Amazon Prime Video la fantástica Bottoms', que aquí se ha traducido con el doloroso título 'El club de las peleadoras', un reverso estrogenado, chalado y queer de ‘La revancha de los novatos’, que subvierte algunos tropos de la comedia adolescente americana reciente a base de puñetazos tanto a los estereotipos como a las vacías cabezas de los capitanes del equipo de Fútbol del instituto.

El cine teen nortamericano vive en un oscilamiento constante entre la revisión de John Huges y la gamberrada post-American Pie, pero aquí la referencia eterna a ‘El club de los cinco’, con una mezcla heterogénea de perfiles de instituto que se encuentran de carambola, se convierte aquí en un club de la lucha improvisado en el que se rompen las todas las líneas que separan a la chica popular de la empollona, un experimento tan absurdo como el de ‘Otra ronda’ pero en vez de alcohol hay hostias a modo de terapia de grupo.

Pubertad lunática

Sin ser tan salvaje como ‘Muérete bonita’ o ‘Caramelo asesino’, ‘Bottoms’ sigue las reglas de un cine adolescente femenino más ordinario que aquellas desde el punto de vista de los nerds, pero al mismo tiempo va haciendo estallar sus propias reglas, especialmente en un tercer acto kamikaze en el que el largometraje se convierte en un inesperado cartoon vivente en el que no solo abraza el puro surrealismo, sino que la fantasía de poder de este grupo se transforma sin pedir disculpas al espectador.

Esta segunda película de Emma Seligman muestra a una autora que se encuentra cómoda en proyectos atípicos tras la reconocida ‘Shiva Baby’, en la que descubrió al talento de Rachel Sennott, que aquí coescribe el guion. Pero el sello de Elizabeth Banks en la producción deja huella en su violencia amoral y humor absurdo que, de alguna manera, entronca con la locura gore de ‘Oso Vicioso’, con la que empieza a mostrar una actitud muy chiflada e inesperada en sus proyectos.

Bottoms2

Las motivaciones de las dos protagonistas no difieren de cualquier plan tradicional de películas de adolescentes salidos al estilo ‘Supersalidos’, el hecho de que pertenezcan a la comunidad LGTBI no condiciona nada de la trama salvo su punto de partida —ligar con cheerleaders, algo que podría ser tan habitual en ‘Porky’s’ como un plan de ‘Van Wilder’— y su plan podría funcionar en cualquier variante, salvo que el punto de vista es relativamente inédito, siguiendo la sinuosa senda del culto de la cada vez más reconocida ‘But I'm a Cheerleader’, iincluso entrando en la senda grotesca de 'Escuela de jóvenes asesinos'.

La otra cara del cine teen, no es tan distinta

Sin embargo, su fuerte está en el propio club y sus componentes, personajes desquiciados que reflejan las ansiedades de una generación sometida a estímulos aleatorios, figuras de autoridad más perdidas que ellas, como ese desastroso profesor de la generación X, y machos alfa cabezas huecas, como han sido representados estos desde que se inventó la comedia de instituto. Por momentos el grupo hace "misiones" demenciales y parece uno de los escuadrones de tarados del cine bélico de los 70 como ‘Los violentos de Kelly’, con algunas de ellas que parecen primas de los hermanos Hanson de ‘El gran castañazo’.

‘El club de las peleadoras’ por momentos tiene el ADN de una película de culto como ‘Zero en conducta’ y se muestra heredera de ese cine adolescente americano sobre los marginados de la clase de primeros del siglo XXI, continuando el camino de ‘Napoleon Dynamite’, pero rompe con la clásico protagonismo del geek masculino y aboga por la continuidad de ‘Welcome to the dollhouse’ e incluso ‘No es otra estúpida película americana’, que en su parodia exagerada, al estilo cine Zucker, Abrahams and Zucker, lograba subvertir ideas que estaban arraigándose al mismo tiempo en la ola de éxito de viajes de pirados y eurotrips.

Bottoms3

En resumen, ‘Bottoms’ pertenece a una explosión de cine adolescente majadero protagonizado, escrito y dirigido por chicas con las mismas ansiedades, deseo sexual y capacidad de reírse de él que los hombres, ofreciendo la otra cara de la moneda que hace dos décadas era casi un plantadero de nabos. Una tendencia que empezó con ‘Al filo de los 17’, rompió con ‘Super empollonas’, llegó a plataformas con ‘Moxie’ y se consagró con la disparatada e injustamente ignorada ‘Plan B’.

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