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Amigos, hubo un tiempo en el que el cupón de la ONCE no se asociaba a esas campañas publicitarias tan molonas sino a un programa contenedor que incluía todo tipo de espectáculos y variedades en torno al famoso sorteo diario. 'El Telecupón' fue toda una institución en la época noventera de Telecinco y elevó a Carmen Sevilla al nivel de show-woman televisiva. Actuaciones musicales, panel de premios y hasta un videojuego que se controlaba por teléfono. Al final el sorteo era lo de menos, aunque intentaran hacer esa parte del programa también atractiva con aquellas azafatas sonrientes. Y vamos ya con las decenas de millar, después del salto.
Un programa con un largo recorrido...
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Desde que lo condujeran Silvia Marsó y Andoni Ferreño en 1990 hasta la automatización del formato en 2005, 'El Telecupón' ha vivido un largo peregrinaje variando en función de la línea editorial de la cadena que lo emitía en cada momento. Teniendo en cuenta que el programa nació al mismo tiempo que Telecinco, en sus orígenes 'El Telecupón' respiraba ese aire a Lazarov que tenían todas sus producciones por aquel entonces: las azafatas vistosas, las estrellas del cine español más cañí presentando espacios (recordemos que Juanito Navarro, Fernando Esteso o Manolo Escobar también pasaron por la cadena amiga), ese trato con el público como de charla de mesa camilla...
En 1991 se incorporó Agustín Bravo, que, junto a Carmen Sevilla, haría las veces de co-presentador hasta 1995, haciendo que nos resultara imposible no asociarle por siempre a este programa ni al sorteo de la ONCE a las ovejitas de Carmen. El papel de Bravo no sólo era el de llevar el programa: en no pocas ocasiones tenía que reconducirlo (en riguroso directo) cuando Carmen Sevilla lo convertía 'El Club de la Comedia' con sus anécdotas. Todo era muy familiar. Tanto que también había dos niñas en plató --Lara de Miguel e Irene Blasco-- encargadas de asistir a la actriz con aquel mítico "¡Aquí, Carmen!", cuando su confesada miopía le impedía encontrar las casillas del panel-horóscopo.
A partir de 1995 Carmen Sevilla condujo el espacio en solitario, viviendo la etapa de modernización del programa con la apuesta por incluir también azafatos, dándole un toque de "innovación". Hasta que en la nochevieja de 1996 se despidió con tristeza de su "queridísimo telecupón", dejando así a su suerte al entonces más veterano programa de la cadena. Ya no habría más Hugo ni más "aquí Carmen". El espacio se trasladó a Antena 3, que optó por institucionalizar el formato y pasó el testigo a Belinda Washington que, a su vez, pasó el testigo a las azafatas que, a su vez, se vieron confinadas a aparecer dentro del tiempo de informativos.
Y así hasta que Cuatro lo esquematizó aún más al dar, al parecer, con la tecnología que hacía posible prescindir de la mano que extraía la bolita y optar por una voz en off en lugar de contratar un presentador. Pero la cosa no acaba aquí: en 2009 pasó por CNN+ y comenzó el 2011 en La Siete hasta acabar finalmente sus días confinado a la emisión online.
... y con cabida para todo
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Pese a haber dado tantos tumbos, 'El Telecupón' siempre será de Carmen Sevilla. Fue la época dorada del programa, aderezada por los despistes de la artista (mítica la imagen presentando en pantuflas), sus batallitas y la naturalidad con la que llevaba el espacio, como si estuviera en su casa. Sólo durante su estancia en Telecinco el programa tuvo la suficiente libertad para convertirse en un formato contenedor que casi hacía las veces de minimagazine: música, concursos y entrevistas (Carmen Sevilla lo hacía con ella misma todo el tiempo). El panel de premios con los signos del zodíaco (nunca entendí muy bien por qué esto y no números) era una fuente inagotable de momentos "simpáticos".
Pero sin duda, por lo que muchos lo recordaréis con esa mezcolanza de cariño y vergüenza ajena es por el videojuego de Hugo. Como decía su canción, Hugo era la estrella del programa. En términos de animación y gráficos era bastante básico comparado con las maravillas que se consiguen ahora pero siendo principios de los 90 (hablamos de cuando Internet estaba en pañales) daba el pego como tecnología avanzada, especialmente por el hecho de manejarse a distancia, con los botones del teléfono. Tenía tres niveles y Hugo llegaba incluso a pilotar un avión para llegar al castillo de la bruja y liberar a su mujer-troll, Hugolina.
Lo gracioso del tema es que en aquella época aún había casas en los que los terminales eran de dial, para desesperación de los concursantes que veían cómo Hugo se iba ir por el barranquillo mientras la rueda del teléfono aún no había terminado de dar la vuelta. También era muy graciosa la cara de agobio --eso me parecía a mi, aunque la animación no daba tanto de sí-- de Hugo cuando se giraba, como consciente de su aciago destino.
'Hugolandia': el spin-off
Por si había alguna duda de que Hugo terminó robando el protagonismo de Carmen Sevilla, el troll contó con su propio espacio en la cadena, 'Hugolandia', aunque reinventado para adaptarlo al público infanti-juvenil de 'La Tele es tuya, colega' primero y 'Telebuten' después. Los encargados de conducir este spin-off fueron Beatriz Rico y Luis Alberto Sánchez. Entonces también cambió la mecánica de participación: como los niños no iban a mandar cupones no premiados por correo, se ofrecía a los colegios la posibilidad de que sus alumnos acudieran como concursantes.
El éxito de Hugo le llevaría en el futuro a dar el salto a consolas, con su versión para Play Station y Game Boy y, más recientemente, como App para smartphones rebautizado como 'Hugo Troll Race'. Aunque según los críticos y expertos del sector, el éxito no fue tanto y el atractivo del videojuego es más que cuestionable. Pero en cualquier caso, Hugo es ya historia de la televisión.
Ficha Técnica: El Telecupón
Amigos, hubo un tiempo en el que el cupón de la ONCE no se asociaba a esas campañas publicitarias tan molonas sino a un programa contenedor que incluía todo tipo de espectáculos y variedades en torno al famoso sorteo diario. 'El Telecupón' fue toda una institución en la época noventera de Telecinco y elevó a Carmen Sevilla al nivel de show-woman televisiva. Actuaciones musicales, panel de premios y hasta un videojuego que se controlaba por teléfono. Al final el sorteo era lo de menos, aunque intentaran hacer esa parte del programa también atractiva con aquellas azafatas sonrientes. Y vamos ya con las decenas de millar, después del salto.
Un programa con un largo recorrido...
Desde que lo condujeran Silvia Marsó y Andoni Ferreño en 1990 hasta la automatización del formato en 2005, 'El Telecupón' ha vivido un largo peregrinaje variando en función de la línea editorial de la cadena que lo emitía en cada momento. Teniendo en cuenta que el programa nació al mismo tiempo que Telecinco, en sus orígenes 'El Telecupón' respiraba ese aire a Lazarov que tenían todas sus producciones por aquel entonces: las azafatas vistosas, las estrellas del cine español más cañí presentando espacios (recordemos que Juanito Navarro, Fernando Esteso o Manolo Escobar también pasaron por la cadena amiga), ese trato con el público como de charla de mesa camilla...
En 1991 se incorporó Agustín Bravo, que, junto a Carmen Sevilla, haría las veces de co-presentador hasta 1995, haciendo que nos resultara imposible no asociarle por siempre a este programa ni al sorteo de la ONCE a las ovejitas de Carmen. El papel de Bravo no sólo era el de llevar el programa: en no pocas ocasiones tenía que reconducirlo (en riguroso directo) cuando Carmen Sevilla lo convertía 'El Club de la Comedia' con sus anécdotas. Todo era muy familiar. Tanto que también había dos niñas en plató --Lara de Miguel e Irene Blasco-- encargadas de asistir a la actriz con aquel mítico "¡Aquí, Carmen!", cuando su confesada miopía le impedía encontrar las casillas del panel-horóscopo.
A partir de 1995 Carmen Sevilla condujo el espacio en solitario, viviendo la etapa de modernización del programa con la apuesta por incluir también azafatos, dándole un toque de "innovación". Hasta que en la nochevieja de 1996 se despidió con tristeza de su "queridísimo telecupón", dejando así a su suerte al entonces más veterano programa de la cadena. Ya no habría más Hugo ni más "aquí Carmen". El espacio se trasladó a Antena 3, que optó por institucionalizar el formato y pasó el testigo a Belinda Washington que, a su vez, pasó el testigo a las azafatas que, a su vez, se vieron confinadas a aparecer dentro del tiempo de informativos.
Y así hasta que Cuatro lo esquematizó aún más al dar, al parecer, con la tecnología que hacía posible prescindir de la mano que extraía la bolita y optar por una voz en off en lugar de contratar un presentador. Pero la cosa no acaba aquí: en 2009 pasó por CNN+ y comenzó el 2011 en La Siete hasta acabar finalmente sus días confinado a la emisión online.
... y con cabida para todo
Pese a haber dado tantos tumbos, 'El Telecupón' siempre será de Carmen Sevilla. Fue la época dorada del programa, aderezada por los despistes de la artista (mítica la imagen presentando en pantuflas), sus batallitas y la naturalidad con la que llevaba el espacio, como si estuviera en su casa. Sólo durante su estancia en Telecinco el programa tuvo la suficiente libertad para convertirse en un formato contenedor que casi hacía las veces de minimagazine: música, concursos y entrevistas (Carmen Sevilla lo hacía con ella misma todo el tiempo). El panel de premios con los signos del zodíaco (nunca entendí muy bien por qué esto y no números) era una fuente inagotable de momentos "simpáticos".
Pero sin duda, por lo que muchos lo recordaréis con esa mezcolanza de cariño y vergüenza ajena es por el videojuego de Hugo. Como decía su canción, Hugo era la estrella del programa. En términos de animación y gráficos era bastante básico comparado con las maravillas que se consiguen ahora pero siendo principios de los 90 (hablamos de cuando Internet estaba en pañales) daba el pego como tecnología avanzada, especialmente por el hecho de manejarse a distancia, con los botones del teléfono. Tenía tres niveles y Hugo llegaba incluso a pilotar un avión para llegar al castillo de la bruja y liberar a su mujer-troll, Hugolina.
Lo gracioso del tema es que en aquella época aún había casas en los que los terminales eran de dial, para desesperación de los concursantes que veían cómo Hugo se iba ir por el barranquillo mientras la rueda del teléfono aún no había terminado de dar la vuelta. También era muy graciosa la cara de agobio --eso me parecía a mi, aunque la animación no daba tanto de sí-- de Hugo cuando se giraba, como consciente de su aciago destino.
'Hugolandia': el spin-off
Por si había alguna duda de que Hugo terminó robando el protagonismo de Carmen Sevilla, el troll contó con su propio espacio en la cadena, 'Hugolandia', aunque reinventado para adaptarlo al público infanti-juvenil de 'La Tele es tuya, colega' primero y 'Telebuten' después. Los encargados de conducir este spin-off fueron Beatriz Rico y Luis Alberto Sánchez. Entonces también cambió la mecánica de participación: como los niños no iban a mandar cupones no premiados por correo, se ofrecía a los colegios la posibilidad de que sus alumnos acudieran como concursantes.
El éxito de Hugo le llevaría en el futuro a dar el salto a consolas, con su versión para Play Station y Game Boy y, más recientemente, como App para smartphones rebautizado como 'Hugo Troll Race'. Aunque según los críticos y expertos del sector, el éxito no fue tanto y el atractivo del videojuego es más que cuestionable. Pero en cualquier caso, Hugo es ya historia de la televisión.
Un programa con un largo recorrido...
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En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV
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