Tener personajes y películas tan masivas o icónicas puede dar una percepción equivocada de Harrison Ford, especialmente por cómo en los últimos años su carrera se ha centrado en el retorno a esas propiedades. Han Solo, Indiana Jones y, en menor medida, su Rick Deckard de 'Blade Runner' han regresado a las pantallas en versiones más crepusculares, un último acto de reverencia a glorias pasadas.
Pero la carrera de Ford, al contrario que muchos actores, jamás se redujo a las franquicias. Incluso con algún altibajo, su carisma era eléctrico hasta el punto de que su mera presencia en un póster hacía que la película en cuestión estuviese en el radar del público. Y si era un thriller adulto, más posibilidades de volverse un fenómeno, tal y como le pasó finalmente a 'Único testigo'.
El impacto de una mirada
Una de las mejores películas de la carrera del actor, y uno de los mejores thrillers policiales incluso a pesar de su carácter inusual. El gran Peter Weir da una magia especial para hacer de este film neo-noir una de las grandes películas de los ochenta. Una que se puede ver en streaming de manera gratuita hasta el 24 de diciembre a través de RTVE Play (también incluida en la suscripción de SkyShowtime).
En ella, la vida de una familia amish se ve completamente trastocada cuando, en un viaje a Philadelphia, el pequeño Samuel presencia un asesinato en el baño de la estación. Un crimen con bastantes implicaciones detrás, lo que pone en riesgo al joven. El policía John Book (de verdad, el nombre del protagonista de John Book) se encargará de protegerlo a él y a su madre de una amenaza que le pilla más cerca de lo que cree.
Con esa mirada oscura y cínica de los cuerpos policiales, Weir confiere un aire de cine negro exquisito a una película que perfectamente podría ser una colección de ridículos (vamos a señalar de nuevo que el héroe se llama "Juan Libro"). Su cuidada textura y ambientación hace también genuina la exploración de la vida de la comunidad amish, en lugar de una extravagancia en la que deposita demasiado tiempo, eliminando la intriga en el proceso.
'Único testigo': thriller artesanal
Los conflictos culturales se vuelven un elemento que el australiano mira con mucha curiosidad, y otorgan mucha vida a una película que aparenta ser un puro entretenimiento adulto. Cosa que también logra, por otra parte, aprovechando el formidable carisma de Harrison Ford para vender tanto el suspense como la tensión romántica con Kelly McGillis (e incluso la parte donde realiza carpintería, aprovechando su pasado laboral previo a ser actor).
A través de una fabulosa fotografía de John Seale se hace también un fabuloso ejercicio de observación, de la importancia de las miradas, aportando sofisticación y artesanía a un relato bastante oscuro. De algún modo, estas cosas que la hacen peculiar y hasta extraña con respecto a otros thrillers ochenteros no la alejaron del éxito, ganándose poco a poco al público hasta alcanzar unos remarcables 116 millones de dólares y luego unas ocho nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película y actor (terminado ganando guion y montaje). No debería haber funcionado, pero lo hizo a lo grande.
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