Luis Bárcenas, antiguo tesorero del Partido Popular, lleva ya varios años siendo uno de los protagonistas del panorama político español, algo lógico si tenemos en cuenta que aún se investiga el caso por la presunta financiación irregular realizada por el PP durante muchos años. Uno de los episodios más recordados del mismo es la controvertida declaración de Bárcenas ante el juez Pablo Ruz el 15 de julio de 2013, y el cine español no ha querido esperar más en abordar lo sucedido.
Estrenada de forma un tanto limitada el pasado 18 de septiembre, 'B' busca reflejar lo que allí sucedió de la forma más fiel posible, tomando para ello como base una obra teatral que también tenía a Pedro Casablanc y Manolo Solo como grandes protagonistas de la función. No me cabe duda de que debemos calificarla como una película necesaria -tanto o más que 'La gran apuesta' ('The Big Short')-, pero también resulta bastante interesante pese a sus evidentes limitaciones.
’B’ de Bárcenas y caja B
Hace ya tiempo que no soy muy amigo de que una adaptación respete de forma escrupulosa la obra original, pero el caso que nos ocupa es singular, ya que la obra de teatro original de Jordi Casanovas optó por ser lo más cercana posible la comparecencia de Bárcenas, por lo que no se cambió nada de sus declaraciones, limitando los retoques a prescindir de los tiempos muertos y a cambiar de orden algunas cosas con fines puramente dramáticos.
Una decisión loable para librarse de cualquier ataque por una posible manipulación ideológica –los cuales eran inevitables de todos modos-, aunque sí que hay ciertos detalles en esa dirección. No son especialmente numerosos, pero a lo largo del ajustado metraje de ‘B’ hay pequeños insertos para mostrar la reacción de algunos de los asistentes ante lo que acaba de comentar Bárcenas.
Ahí sí que se percibe una intencionalidad de juzgar lo sucedido, y lo peor de todo es que se hace sin aportar realmente nada, pues resulta de lo más insuficiente como forma de establecer una especie de empatía con el espectador. Con todo, no sumarán más de 30-40 segundos en total, pero creo que la película saldría ganando sin ellos, ya que provocan que se resienta la fuerza que si tiene en el resto de metraje.
Consistente y con un gran dúo protagonista
Más allá de eso, David Ilundain apuesta por una sobria precisión en la que la cámara se convierte en una herramienta para reproducir lo que allí sucedió. De hecho, podríamos calificar sin problema a ‘B’ como un buen ejemplo de teatro filmado, algo hasta cierto punto inevitable dado el limitado presupuesto que tenía a su disposición.
No obstante, hay el suficiente ingenio tanto en el manejo de la cámara como en el montaje para esquivar esa peligrosa monotonía en la que podía haber caído con gran facilidad. Es verdad que se echa en falta esa dosis de genialidad para convertir a 'B' en una gran película, pero la consistencia necesaria para que nunca se venga abajo sí que está ahí.
Eso sí, son Pedro Casablanc y Manolo Solo los que consigue que el visionado de ‘B’ realmente merezca la pena, tanto por lo certero que resulta su retrato cínico y altivo Luis Bárcenas y sobrio y más comedido de Pablo Ruz como porque realmente consiguen transmitir al espectador la sensación de estar allí viéndolos sin caer en la mera repetición –con eso sólo se coquetea un poco cuando son otros los que están tomando declaración a Bárcenas-.
Eso nos permite revivir la indignación por todo lo relacionado con la supuesta caja B del Partido Popular, disfrutando al mismo tiempo del duelo dialéctico entre dos actores que hasta ahora nunca habían tenido el reconocimiento que se merecen, aunque que me temo que se irán de vacío en la próxima entrega de los Goya.
En definitiva, ‘B’ es un interesante y contundente acercamiento al caso Bárcenas tomando para ello uno de los episodios más comentados de un presunto delito que aún hoy colea. Además, tiene un dúo protagonista que te hace mantener en todo momento la atención por mucho que ya sepas lo que va a suceder. Sí que es cierto que su naturaleza teatral se percibe y que hay pequeños detalles que afean un poco el conjunto, pero su literalidad podía haberse vuelto perfectamente en su contra y no es el caso.
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