Iniciar las sagas en todo un reto, porque hay que saber cautivar al público con la historia, demostrar que merece la pena. Continuarlas es otro reto, mostrar que la cosa no fue flor de un día y que se puede expandir sin perder lo que hizo esencial lo original. Pero más desafiante es el reto de terminarlas, no sólo por saber cuándo parar sino por ofrecer una experiencia que sea algo más que satisfactoria, que sea tan esencial como la primera toma de contacto.
Porque es muy frecuente que el último capítulo sea el que más flaquee, sea por agotamiento, por no saber por dónde tirar, o porque tira de resortes emocionales más básicos, haciendo un buen cierre que, sin embargo, se sostiene menos por sí mismo. Es un arte que, por fortuna, se resolvió bien en una de las mejores sagas de fantasía de todos los tiempos, que nos consiguió asombrar por última vez con 'El señor de los anillos: El retorno del rey'.
El regreso final
20 años se cumplen del estreno del monumental cierre de trilogía que Peter Jackson había elaborado a partir de la obra de J.R.R. Tolkien. Una épica película difícil de igualar, que no sólo consiguió dar el final emocionante que se buscaba, sino que fue un fenómeno total que hasta triunfó en los Oscars. Una asombrosa película que se puede ver en streaming a través de Amazon Prime Video y de HBO Max.
Después de derrotar a las fuerzas de Saruman, la Tierra Media está más cerca de triunfar contra las fuerzas de la oscuridad del malvado Sauron. Pero un plan oscuro del señor tenebroso amenaza a Gondor, algo que descubre uno de los hobbits que formaron parte de la comunidad del anillo. El mago Gandalf tendrá que ayudar a la ciudad a resistir mientras Aragorn decide abrazar su destino y Frodo intenta terminar su cometido de destruir el anillo único.
Encontrar la manera de equilibrar toda la historia a través de tres capítulos de 'El señor de los anillos' fue uno de los mayores quebraderos de cabeza para Jackson y sus co-guionistas Fran Walsh y Philippa Boyens, como si no fuera bastante reto rodar para crear una ambientación perfecta y una acción épica. Encontrar los puntos de división para que nada se sintiese demasiado anticlimático conllevó un largo proceso que duró años, incluso durante los rodajes y post-producciones.
'El señor de los anillos: El retorno del rey': modélico espectáculo
Pero el resultado muestra que dieron con las claves, y 'El señor de los anillos: El retorno del rey' consigue ser una película asombrosa, emocionante y entretenidísima. Incluso se sostiene por sí misma, aunque pueda argumentarse que tiene un poco menos de magia que las dos anteriores. Pero el nivel era altísimo, y logra quedarse muy próxima a ello.
Decisiones interesantes como el prologo de los orígenes de Smeagol, unida a virtudes ya mostradas en las anteriores cintas como su formidable mezcla de artesanía y vanguardia digital o su manera de transicionar entre los diferentes grupos de personajes, hacen de esta una película modélica. Quizá la que más fácil tenía para arrasar en un año flojo como 2003, donde se llevó casi todos los Oscars posibles (incluido mejor película). Pero es difícil argumentar que no se lo merezca todo, es apabullante.
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