Hacer una película bélica en teoría tiene que servir como concienciación para lo contrario, como alerta de los horrores que se viven allí. Sin embargo, la gloria y el espectáculo cinematográficos a veces juegan en contra para que quede ese mensaje. A veces, hay que alejarse todo lo posible del campo de batalla para que las intenciones sean completamente inequívocas, algo que aplicó Oliver Stone con 'Nacido el cuatro de julio'.
Todo por la patria
Con un entregado Tom Cruise para llevar a la gran pantalla la inspiradora historia real de Ron Kovic, que participó en el guion que adapta su autobiografía, el ambicio biopic anti-belicista de Stone va a tener su pase por televisión en abierto a través del canal Be Mad de la TDT a partir de las 18:30. Si tienes horarios más libres, siempre puedes verla en streaming a través de SkyShowtime o de Filmin.
La historia de Kovic es la de un patriota consumado desde su nacimiento. Estadounidense hasta el tuétano, el joven Ron está dispuesto a dar todo de sí por su patria, por lo que se alista como voluntario en la Guerra de Vietnam. Allí experimenta horrores de todo tipo, acaba herido y paralizado de cintura para abajo, cuidado en las peores condiciones y hasta repudiado en su regreso. Su visión de la guerra y de su país cambiará radicalmente, pasando a encabezar un contundente movimiento de protesta.
Stone, veterano de la misma guerra, ha hecho esfuerzos bastante titánicos para intentar plasmar lo fútil de la presencia americana en el país asiático, denunciado no sólo la guerra como una experiencia inhumana sino criticando las políticas extranjeras de su nación. Tras la cruenta 'Platoon', el director regresa a la denuncia con un biopic tan ambicioso como abrumador.
'Nacido el cuatro de julio' expone y denuncia con toda la furia posible, intercalando apasionados momentos de melodrama con secuencias espeluznantes que bordean el terror psicológico. La película intentan que subsistan cierto patriotismo con una frustración inapelable contra el gobierno americano, algo que resulta más complejo de lograr que su logrado mensaje contra la guerra como concepto.
Algo que logra lucir especialmente apasionado por la hermosa fotografía de un maestro como Robert Richardson y por un Cruise más entregado que nunca un papel. Una de sus mejores interpretaciones, donde se desvive para encarnar de la manera más respetuosa y formidable a Kovic. Su trabajo como actor logra elevar esta inmensa producción de casi dos horas y media que es uno de los planes más interesantes para una tarde de sábado.
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