Cuatro y La Competencia Producciones trabajan mano a mano para conseguir exprimir aún más el género que tan bien se le da a la cadena con un nuevo experimento. En 'Date my avatar' hay candidatos y pretendientes, como en cualquier otro programa de citas. La diferencia es que los candidatos no se citarán con sus pretendientes, sino con sus "avatares".
Teniendo en cuenta lo que todos entendemos por avatar, ahora necesitaréis una explicación. Los avatares son seres humanos, de carne y hueso (y no azules), que les sustituirán en las citas. Yo había pensado en hologramas, pero no. La gracia es que serán personas muy diferentes físicamente, cuya única misión es la de dar voz al pretendiente real, escondido tras un pinganillo. Se supone que éste, cual Cyrano de Bergerac, le susurrará las instrucciones para seducir a su candidato o candidata, que irá eliminando avatares hasta quedarse con uno y descubrir a su Cyrano.
La trampa -como buen reality, la tiene- es que más de uno se dejará llevar por los sentidos y le importarán poco las palabras. Se supone que la intención es buena; se trata de comprobar si aún queda amor de verdad y la gente se enamora de algo más que del físico. Pero así, con la experiencia que nos da este tipo de formatos, sabemos que esto huele a drama. Que los avatares no serán precisamente feos y que habrá más de un triángulo de amor bizarro. Si a eso le sumamos un buen trabajo de edición, podemos estar ante el nuevo hit tróspido de Twitter. Sabremos más cuando lo presenten en Cannes en abril, durante el próximo MIPTV.
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