Que a David Fincher se le vea como un maestro del thriller tiene que ver mucho con que sea mayormente el terreno donde se le permite exhibir sus talentos. Porque hablamos de alguien que también ha hecho comedias satíricas ('El club de la lucha') o dramas ('El curioso caso de Benjamin Button'), pero no siempre han tenido la acogida esperable. El género de suspense y de investigación más oscuros ha terminado siendo, irónicamente, una zona de confort para él.
No es que no haya estado interesado en mayores espectáculos (al fin y al cabo estuvo cerca de dirigir proyectos como Spider-Man, Misión imposible o la secuela de 'Guerra Mundial Z'), pero en los rígidos terrenos del thriller medio es donde puede ejercer el control de la forma y el fondo que tanto ansía. Ahora que esa película esta fuera de programación en los estudios de cine, ha tenido que buscar refugio en streamers como Netflix, lo que hacen a películas como 'La habitación del pánico' casi reliquias del pasado.
Cuando el pánico llega a casa
Un ejercicio de suspense y terror hitchcockiano que no se suele considerar al mismo nivel que sus grandes películas, pero es innegablemente notable en su ejecución de una premisa bastante jugosa. Jodie Foster, Kristen Stewart, Forest Whitaker y Jared Leto protagonizan esta obra que se aproxima casi al trabajo de cámara y que desde esta semana se puede ver en streaming a través de Amazon Prime Video (también en Filmin).
Foster y Stewart son madre e hija que buscan un nuevo hogar tras un amargo divorcio, encontrando en el Upper West Side una formidable residencia con el sorprendente extra de una habitación del pánico que sirva de refugio en caso de emergencia. Sorprendentemente, ambas tendrán que darle uso en su primera noche, cuando un grupo de ladrones con misteriosas motivaciones asalta el domicilio.
El enfoque que le da al género de las invasiones de casas es de lo más interesante, planteándola desde la necesidad de no salir de la habitación en lugar de buscar la manera de escapar del domicilio. Fincher aprovecha todo los rincones de este domicilio para darle ritmo y energía constante a este thriller de terror que administra bien sus sorpresas. Resulta milagroso, por otra parte, ya que la compleja producción hacía imposible sacar adelante el proyecto, teniendo que cambiar de actrices al poco de empezar (Nicole Kidman iba a ser la protagonista) y reorganizar el rodaje por el embarazo de Foster.
'La habitación del pánico': elegancia y morbo
Fincher logra dar acertados toques de elegancia y de morbo al guion de David Koepp, que en manos de otros quizá habría provocado sonrojo con algunos de sus elementos (la diabetes como elemento para añadir urgencia). El director canaliza su Alfred Hitchcock interior, palpable hasta en una secuencia de créditos iniciales sensacional, y logra realzar todo lo posible una película de planteamiento sencillo.
Hay también espacio para explorar tensiones económicas o el pánico por ser capaz como madre soltera, sin por ello interrumpir en ningún momento el ritmo y la tensión. Situaciones bien planteadas, que Fincher elabora con una puesta en escena suprema y un uso delicioso de los insertos. Habría sido más redonda de durar hora y media, pero es una película que no ofrece visionado decepcionante.
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