Hoy se anunciado el fallecimiento a los 87 años de Glenda Jackson, una impresionante figura pública en la sociedad británica. Juntando la política, con su labor de parlamentaria y en el ministerio de transportes durante el gobierno de Tony Blair, y la actuación, el trabajo por el que sin duda es más recordada y donde demostró ser una intérprete célebre y todoterreno.
Galardonada en todas las áreas posibles, con premios por su trabajo en teatro, televisión y cine, y mostrando capacidad para trabajar todos los géneros, desde el drama de época a la comedia, además de trabajar habitualmente con autores como Ken Russell. Jackson era una intérprete británica completísima y de raza, mostrando que podía comandar hasta proyectos tan peculiares como el que le dio uno de sus dos premios Oscar, la comedia romántica 'Un toque de distinción'.
Una aventura con vistas a Gibraltar
Jackson protagoniza esta película con ambiciones de romance screwball que no sólo consiguió un premio para ella en los premios de la Academia, sino que también fue nominada en mejor película. Un proyecto sobre infidelidades y viajes a España que la tenía que emparejar con Cary Grant, la primera opción para el rol masculino que fue finalmente a George Segal, y que se puede disfrutar en streaming a través de Amazon Prime Video y de Filmin.
Segal interpreta a un hombre de negocios americano que está casado y vive en Londres, mientras que Jackson es una diseñadora de ropa divorciada que replica la alta costura para venderla a precios populares. Su fortuito encuentro muestra roces, pero también una atracción que deciden llevar adelante en una aventura secreta. Este romance clandestino será llevado de viaje a Málaga para unos encuentros sexuales con vistas a Gibraltar, pero se irá poniendo al límite en una serie de discusiones y situaciones peculiares que mostrarán algo más que simple pasión física.
El tono tan agudo y alocado que el director y guionista Melvin Frank hereda de manera clara de la comedia romántica clásica de los 40, unido a que el personaje masculino estaba pensado para Grant, deja claro que el personaje de ella está modelado en torno al carisma de protagonistas como Katharine Hepburn y otras compañeras de risas de la estrella, que lograban ser escritos con inteligencia y gusto. Jackson es capaz de llenar esos zapatos y revestir al personaje con un delicioso y venenoso cinismo británico que la hace la más brillante de la función.
'Un toque de distinción': clásica e hilarante
Una película tan clásica, además de con tantos choques culturales entre Estados Unidos e Inglaterra, resulta casi anómala para un momento tan poco del Hollywood de estudios como los setenta. Pero 'Un toque de distinción' no se siente excesivamente anacronística, gracias a unos agridulces toques en su final que la actualizan. Sus enredos logran ser la mar de divertidos, especialmente cuando en la dinámica entra el hilarante personaje de Paul Sorvino.
La química de los protagonistas es espléndida, las situaciones son disparatadas y fabulosas, los diálogos muy afilados y exquisitos. 'Un toque de distinción' es un delicioso caramelito que recupera un arte que no debería ser perdido como el de la comedia romántica screwball. Una de las películas más ligeras y estupendas que uno se puede poner para recordar a una intérprete como Glenda Jackson.
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