La conversación de ‘Furiosa: De la saga Mad Max’ se ha centrado desgraciadamente en su fracaso en taquilla, más que en su ambiciosa propuesta por seguir expandiendo el mundo post-apocalíptico al que ha dado forma George Miller. Un mundo al que no ha parado de regresar, siempre ofreciendo algo diferente y excitante, y alcanzando una cima inigualable con ‘Mad Max: Furia en la carretera’.
Un loco, loco mundo
Posiblemente la mejor película de acción y ciencia ficción del siglo XXI, si no acaso la mejor en general. Un torbellino arrollador que te devora, te escupe y te vuelve a tragar para dejarte alucinado. Tom Hardy y Charlize Theron protagonizan este glorioso regreso que hoy se puede ver en televisión a través de Be Mad a partir de las 22 horas (también en streaming a través de Amazon Prime Video, de Max y de Netflix).
En el implacable desierto australiano, acentuado por una civilización que se ha entregado por completo a la locura, Max Rockatansky es asaltado y capturado por los guerreros de la Ciudadela. Convertido en “bolsa de sangre” para un conductor moribundo, termina involucrado en la violenta persecución de un camión de guerra conducido por Imperator Furiosa, que ha escapado junto a las codiciadas esposas del tirano Immortan Joe.
Es una fabulosa expansión del desmadre que ya retrató Miller en su icónica trilogía con Mel Gibson, llevando aún más lejos el reto al intentar hacer trepidante una película que es toda una gran persecución. Una plagada de secuencias apasionantes pero imposibles, donde su gran visión trata de combinar lo mejor de los efectos prácticos y digitales en una armonía muy conseguida.
El apabullante despliegue visual es innegable, pero también sorprende en su frenético ritmo, que no ofrece prácticamente ni un respiro desde el inicio. En esos primeros compases ya te está arrollando, pero al mismo tiempo no te abruma con todo lo que sucede. El mundo está bien plasmado y lo suficientemente explicado, y sin recurrir a diálogos planos que lo dejen todo masticado, sino tirando de pura imagen hasta para desarrollar la conexión entre personajes.
Resulta increíble que de una producción imposible salga un trabajo tan bien armado. Pero quizá este retrato tan impresionante de la locura no se pueda hacer de otra manera que entregándose a la misma. Miller da rienda suelta a una visión extraordinaria que engrandece un gran relato de rebelión, de subsistencia y, finalmente, de redención. Cuántas más veces se ve, más queda claro que es una obra referencial.
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