La relación profesional entre David Fincher y Netflix no muestra síntomas de desgaste pese a la dolorosa cancelación de 'Mindhunter'. Pese a ello, el director de 'Mank' no dudó en renovar su contrato de exclusividad con la plataforma que ahora trae un nuevo fruto con 'El asesino', una de las mejores películas de Netflix de lo que llevamos de 2023.
Presentada en el pasado Festival de Venecia, 'El asesino' también pudo verse en el certamen de San Sebastián y hace un par de semanas gozó de un estreno limitado en cines. Cuando una película de Netflix tiene tanto recorrido antes de encontrarla en su catálogo es que se trata de algo especial, pero eso tampoco es garantía de que luego realmente merezca la pena. Y es cierto que quizá el nuevo trabajo de Fincher no esté a la altura de sus mejores películas, pero eso no quita que sea una propuesta de lo más estimulante.
Precisión, estilo y rotundidad
Es inevitable mencionar la saga 'John Wick' cuando uno habla estos días de thrillers de venganza, pero lo cierto es que llevamos décadas viendo películas que indagan dentro de las posibilidades de ese tipo de relato. Por ello, encontrar un enfoque diferente es bastante complicado, pero el guion de Andrew Kevin Walker, quien ya colaborase con Fincher en 'Seven' y 'The Game', opta por cargarse el glamour con el que el cine ha mostrado este tipo de relatos para incidir primero en los tiempos muertos y luego en cómo ejecutar una venganza cuya motivación primaria es que simplemente le dejen en paz.
Y es que es cierto que el personaje interpretado por Michael Fassbender tiene unas habilidades supremas para cargarse gente, pero lo que impera para él es seguir un método y no dejarse llevar por las emociones. Esa frialdad resulta especialmente patente durante los primeros 20-30 minutos de metraje, donde el exceso de voz en off, muy importante para entender del todo tanto las motivaciones del protagonista como su mecánica a la hora de ejecutar su misión, puede acabar indigestándose a algunos espectadores.
Por suerte, luego su uso es bastante más moderado, algo que encaja como un guante dentro de la propuesta estilística de Fincher, quien tiene claro que la ausencia de esas reflexiones en off es sinónimo de cierta debilidad por parte del personaje principal. Es como si fuera entonces cuando pierde, aunque sea de forma ligera y efímera, el control.
Ahí sucede algo curioso, y es que 'El asesino' siempre tiene un toque absurdo que podría haber llevado a potenciar una vertiente cómica que a la hora de la verdad tiene una presencia extraordinariamente reducida. Sin embargo, da la sensación de que lo que realmente interesa a Fincher es la precisión, tanto de cómo su protagonista va enfrentándose uno a uno a sus problemas como en el meticuloso trabajo de puesta en escena, donde hasta el trabajo de sonido tiene una gran importancia.
Todo eso lleva a que 'El asesino' sea una película inapelable en los aspectos puramente técnicos. Guste más o menos la apuesta de Fincher, todo parece estar diseñado hasta el último detalle para que la forma encaje con la forma de actuar de un Fassbender que podría haber caído en lo inexpresivo pero que a la hora de la verdad borda esa extra mezcla entre enigma y rotundidad de la que hace gala su personaje.
A cambio, es cierto que eso lleva a que 'El asesino' tenga una estructura algo rígida en la que su protagonista va pasando de una misión a otra, corriendo el peligro de que resulte repetitiva en el fondo. Por suerte, eso es algo que nunca sucede en la forma, ya que Walker dota de suficiente variedad a esa venganza para que lo que aporta Fincher vaya más allá de un estilo visual intachable.
De hecho, hay un ligero puntito de patetismo subyacente en muchas de las cosas que suceden que ayuda a que esa vertiente más cerebral que podría haberse adueñado de la película no haga que 'El asesino' nos resulte una experiencia distante. Ahí ayuda que que existe una ligera disonancia entre el perfeccionismo de su protagonista y la ejecución de sus planes que encuentra su punto álgido en la escena más física de la función. Es un pequeño recordatorio de que puede parecer una máquina perfecta de matar pero que en el fondo no deja de ser una persona.
Sí es verdad que a 'El asesino' quizá le falta ese ímpetu de los mejores trabajos de Fincher, algo que también puede deberse a que ese lado suyo simplemente ha dejado de existir. A cambio encontramos que lo que podría ser una película simplona tiene una serie de atributos que la convierten en una propuesta bastante única, sobre todo si nos ceñimos al catálogo de Netflix.
Además, Fincher logra imprimir a 'El asesino' de un ritmo fluido, algo que ayuda aún más a reducir la posibilidad de volverse repetitiva por ese innegable toque procedimental del que hace gala, y va incluyendo diferentes elementos a lo largo de esa venganza para aliñar el resultado final, desde la excelente aparición de Tilda Swinton hasta el uso de las canciones de The Smiths.
Con todo, 'El asesino' se situaría en un segundo escalafón dentro de la filmografía de Fincher, pues hay algo en ese frialdad que la define que le impide brillar con tanta intensidad como otros títulos suyos. Eso sí, ojalá la mayor pega que pudiera ponerle a cualquier película es que solamente es muy buena y no sensacional.
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